A Pesar De La Heridas || H.S

CAPITULO 10

El día de hoy he decidido ponerme algo sencillo, un simple pantalón negro, una blusa blanca y finalizando con mis tenis, no me aplico nada de maquillaje, por lo que estoy al natural, no pensé en eso cuando invité a Harry, mi rostro parece el de un muerto.

Me dirijo a las escaleras y empiezo a subir y bajar, repito esto cinco veces y mi respiración es algo acelerada, la ventaja es que ya tengo color en las mejillas, siento la vibración de mi teléfono y es un mensaje de Harry, la forma en como lo tengo agregado me saca una pequeña sonrisa.

Limón 🍋

*Hola nena, estoy a cinco minutos del edificio. *

¡Mierda! Perdí mi tiempo en las escaleras, tendré color después de la carrera que tengo que hacer hasta el edificio

–¡Adiós gente bonita, nos vemos en la tarde!

No espero una respuesta porque tengo el tiempo si acaso, justo, para llegar a tiempo, lo bueno es que mi físico me exige entrenamiento y está acostumbrado a estos trotes. Puedo visualizar a Harry, apenas llegando ¡Joder! Realmente soy buena en esto, tenía una forma de llegar y saludarlo, pero ya no puedo hacerlo porque estoy transpirando por todos lados, mala suerte.

–Hola guapo –cosita rica deliciosa, amén.

–Hola guapa, te ves agitada –ojalá estuviera agitada por otra cosa, mentira gente, yo también soy bromista, aparte de muchas cosas más. 😉

–Lo estoy, llegue corriendo, me agarro la tarde –podre se de todo, menos impuntual.

–Habría esperado de todas formas.

¡Jesús! Realmente eres bueno conmigo, me has enviado a la persona indicada, gracias, gracias.

–¿Estás listo para competir conmigo? –hoy estoy más que preparada para una buena carrera.

–Espera, eso no sería justo, eres una jodida nadadora profesional –claro que no es justo, pero en la vida nada es justo chequeteto, así que, relaja la raja, aunque casi nunca mi mente coordina con mi boca digo.

–Aún no soy profesional.

–Y una mierda, ya te vi en el viaje, lo vuelvo a repetir, eres lava nena.

Y yo vuelvo a lo mismo, me sonrojo como una jodida niña, pero es que dice cosas que me hacen sentir especial.

–Más bien entremos, esos halagos no me van a hacer compasiva.

–Tampoco quiero que lo seas, estoy indefenso en este juego.

A la mierda la transpiración, simplemente no puedo evitarlo, me acerco hasta quedar a dos pasos de distancia, le dedico una pequeña sonrisa y noto como sus manos se pierden en sus bolsillos.

–Al menos puedes luchar.

–La verdad es que no quiero hacerlo.

Sin más me toma de la cintura y une nuestros labios, mis brazos se posan en su cuello, puedo sentir el roce de sus rizos, puedo sentir la presión que hace en mis caderas, eso me provoca un pequeño suspiro. Sentir su sonrisa sobre mis labios hace que se forme un nudo en mi garganta, no puedo explicar a que se debe esto, el deja un pequeño beso antes de separarse, se da cuenta de mi seriedad y su sonrisa desaparece.

–¿Estas bien? –Solo le doy un asentamiento, que puedo decir ¿Qué no? Si Me siento bien, solo que es.

Complicado.

–¿Entramos?

No espero su respuesta y me encaminó al interior del edificio, puedo sentir su mirada sobre mi espalda aun así no me doy la vuelta para convidarlo a que vaya a mi lado, no sé qué me paso, ya nos hemos besado antes, pero ahora sentí algo que nunca había sentido, las cosas no pueden salirse de mi control, no esta vez.

No sé cómo paso esto, de un momento a otro me encuentro acorralada entre su cuerpo y la pared, sus ojos verdes fácilmente se pueden convertir en mi novena maravilla. El puesto de la octava ya está ocupada.

–¿Hice algo que te molesto?

Estoy arruinando este maravilloso momento que se supone tendríamos, tal vez estoy asustada de que me vuelva a pasar lo mismo que con Franco, he dicho montones de veces que Harry, no es como él, pero eso no evita que sienta cierto temor.

No puedo pensar en ese tipo de cosas si realmente quiero una oportunidad con Harry, no puedo juzgarlo sin darle una oportunidad, sus ojos están fijos sobre los míos, no necesito nada más, mis brazos se posan a su alrededor en un abrazo, él no reacciona de inmediato, pero después de un momento puedo sentir como me corresponde.

–No hiciste nada malo, solo que a veces soy algo rara.

–Suerte para ti, que me gusta la rareza,

Sé que no me cree mucho ese cuento, pero estoy feliz de que lo deje pasar, no puedo evitar darle un pequeño beso en los labios, tomo su mano y nos encaminó a la piscina.

–Vamos a cambiarnos.

Los vestidores están pegados por lo que entro al de damas y él al de caballeros, abro mi casillero para guardar mi ropa ya que mi traje lo traía puesto, arreglo mi cabello en un moño alto para ponerme mi gorro, agarro otro para prestárselo a Harry, una vez termino me encaminó a la salida.

Harry aún no ha terminado de cambiarse, decido empezar a calentar fuera de la piscina, hago unos estiramientos de brazos y de piernas, esto me toma diez minutos y aun no hay señales de mi cita, me encaminó al vestidor, no soy capaz de entrar. Nunca se sabe que puede apreciar al otro lado de este, aunque… no, no, no, en definitiva, no.

–Harry, te estoy esperando,

–Dame un segundo.

Puedo ver como su imponente figura se asoma, me estaba preocupando tanta demora, puedo ver que tiene puesta una pantaloneta y una camisa manga larga, he notado que siempre anda con ese tipo camisas, pero quien soy yo para decirle como debe vestirse, cada quien con sus cosas.

–Oye guapo, te estabas tardando ¿Acaso tienes miedo de mí?

–¿Debería tenerlo? –por supuesto que sí, llevo mucho tiempo en esto y ser compasiva no es parte de este deporte.

–Eso estas por verlo.

Lo tomo de su mano y lo llevo a la orilla de la piscina, para que calentemos juntos, vuelvo a repetir lo que ya había hecho para que entre un poco más en confianza, estoy más que segura que ese saco le va a molestar, pero algo me dice que, si lo tiene puesto, es para ocultar algo, yo también oculto algo bajo mi traje y eso no está mal.




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