CAPITULO 13

–No dejare que me dejes una vez más Alexandra, sé que te hice daño, pero debes perdonarme, ese día estaba muy mal, te extrañaba demasiado y no pensé bien las cosas, no te dejare nunca ¿Lo entiendes amor? –se pone de pie y se encamina para estar frente a mí, mis tíos ni siquiera se mueven, yo tampoco, no puedo creer que tenga los huevos para estar diciendo este tipo de cosas.

–Vas a volver a ser mía, cueste lo que cueste –me sujeta fuerte del brazo, intento soltarme, pero su agarre es tan firme que me está costando demasiado.

–Suéltame maldito, ¡Déjame en paz, ni loca volvería a estar contigo, primero muerta!

–Muy bien mi amor, nos iremos juntos entonces –mientras él dice esas estupideces yo no paro de forcejear para que me suelte.

De un momento a otro Franco, está en el suelo con su nariz sangrando.

–Te dijo que la soltaras pedazo de mierda –Harry, le ha dado tremendo golpe a Franco, su respiración es agitada y puedo notar como se brota la vena de su frente.

–¿Quién te crees pendejo? ¿Acaso te la estas follando? –Harry trata de lanzarse encima de él, pero yo me interpongo.

–Déjalo estar Harry.

 –Por eso mismo te hice daño amor ¿Creías que iba a permitir que otro cabron disfrutara de lo mío? Tampoco es como si hubieras tenido opción, antes eras repugnante, pero te has convertido en toda una belleza a la cual quiero disfrutar y no descansare hasta que eso vuelva a suceder.

Me siento tan avergonzada, pero no dejare que Franco, me vuelva a hundir en la miseria, quiero dejar todo lo que tiene que ver con él en el pasado, no estoy dispuesta a dejarme vencer por él, eso lo tengo más que claro, el rostro de Harry, demuestra que está más que confundido, no quiero contarle la mierda que cargo encima, pero si quiero realmente tener algo con él, debo dejar las cosas claras antes de darle un cierre definitivo a este tema llamado… Franco Tywin.

–No volveré contigo, esta es la última vez que lo digo, vas a dejar de buscarme y vas a dejar de decirme tanta mierda, no me importa lo que tú quieras, si no quieres que vaya a interponer una demanda a la policía, vas a largarte de mi vida para siempre. Tengo muchos testigos que pueden declarar lo que paso hoy – su mirada de odio tiene un toque de temor –. Sabes exactamente lo que te conviene, así que dejar de ser un estorbo en mi vida y lárgate de una vez por todas.

–Es difícil que lo entiendas amor, pero sé que nos volveremos a ver, nunca dudes de eso – Franco, se levanta y se pierde de nuestra vista.

No sé exactamente que fue todo eso, pero estoy feliz de que se largue, su presencia es de lo más desagradable, aun no entiendo esa obsesión que tiene conmigo, nunca me trato de forma agradable cuando estuvimos juntos, no sé qué es lo que quiere probar a estas alturas de la vida.

Todos estamos sentados en el comedor sin decir nada, lo único que se puede escuchar son los sollozos que trata de reprimir tía Kenny, el tío G, la abraza en su pecho y eso me da algo de consuelo, Harry, por el contrario, tiene su mirada fija en mí, no sé qué quiere que le diga, tampoco es que tenga animo de confesarle todo ahora mismo, él debe darme tiempo.

–No podemos quedarnos aquí, ese cabron no puede aparecerse por aquí y desmoronarnos en un segundo, así que vayamos a mi entrenamiento, levanten esos jodidos traseros y observen mi gran triunfo. –Tía Kenny solloza y se ríe al mismo tiempo, tío G, tiene una sonrisa de orgullo al igual que Harry, pero puedo ver que los ojos de este último reflejan algo más que exactamente no sé cómo describir.

Vamos todos en el auto riéndonos de algo que dijo tía Kenny, sobre la forma en como sus ojos se vuelven más pequeños después de llorar y más porque su voz queda con un toque chillón que es bastante divertido.

Después de un momento tía Kenny, inicia una conversación con el entrenador y yo la verdad no presto atención, puedo sentir la mirada de Harry, pues aun no soy capaz de hacerle frente.

–Estuviste perdida dos semanas.

–Lo sé –qué más puedo decir, me es difícil darle una explicación buena en este momento.

–Al principio creí que había hecho algo mal, pero por la forma en la que te fuiste de nuestra cita cuando viste a ese chico y volverlo a ver hoy me convenzo de que todo es su culpa –me siento algo culpable escuchar eso, aún sigo dándole reacciones erróneas.

–Prometo que te daré una explicación, solo que no hoy, no me siento preparada –espero si quiera, que algún día pueda realmente contarle todo.

–Tampoco quiero incomodarte, solo que pensaba que no querías volver a verme, esta es la segunda vez que me dejas con la mente en blanco y si te soy sincero, no quiero que haya una tercera vez –su pequeña sonrisa es contagiosa, extrañe ver sus hoyuelos.

Quiero poner mis labios sobre los suyos, pero con mis tíos en el auto no es una buena idea, ya tendré la oportunidad de volver a probar su adictiva boca.

Llegamos al edifico en el que entreno y siento una emoción desbordante, dejo que mis tíos se adelanten y detengo a Harry, del brazo.

–¿Podrías disculparme por no contactarme contigo? –siento la necesidad de quitarme esta espinita que tengo por no darle una buena explicación ahora.

–Creo que ya no es un secreto para nadie, estoy tan enamorado de ti, que no tengo nada que disculparte, sé que hay cosas que no son fáciles de decir, lo sé porque también me pasa, pero quiero decirte que puedes confiar en mí, el día que quieras decirme todo y sacar todo eso de tu ser, voy a estar para escucharte.

No necesito escucharlo decir más, lo tomo como una vez él lo hizo en este mismo lugar y lo arrincono en la pared para darle un beso, un beso con el que le demuestro que realmente me interesa hacer las cosas bien con él, quiero darme una oportunidad con él, una en serio, no me importa que sea el mejor amigo de Jasón.

Él me ha demostrado de más de una forma que no necesito estar íntimamente con muchos chicos para sentirme bien por un momento, él también lucha una batalla interna y sé que los dos podemos sernos de mucha ayuda, cuando separo mis labios de los suyos, puedo ver esa linda sonrisa que tanto extrañe.