A Pesar De La Heridas || H.S

CAPITULO 21

Ya he estado aquí un par de veces.

Pero esto se ve totalmente diferente, más bien parece la reunión de un montón de vándalos.

Que carajos.

Los autos que están aparcados en la pista parecen sacados de la película, Yo, Frankenstein, se ven de terror y que decir de la cara de las personas que los conducen.

Puro chirrete, en definitiva.

No es que quiera menospreciar a nadie, pero aja, logra ser intimidante de alguna forma.

Nos acercamos y puedo ver a Jasón, junto con Max y Mason, la razón por la que no veo a Laila, es porque sé que ni loca vendría a un lugar como este y mucho menos dejaría que Jasón, viniera.

Se escapó ese perro.

Los chicos chocan sus puños en saludo y yo solo levanto mi mano para darles el saludo a todos, por el rabillo del ojo puedo ver como un grupo de chicos se acerca, el que parece ser el líder tiene una camisa sin mangas con muchos tatuajes en ambos brazos que se extienden hasta su cuello, su cabeza no tiene cabello en absoluto; eso le da un aire que a mí se me hace tétrico, se posiciona a unos cuantos pasos de donde estamos y lanza unas palabras.

–Así que el fenómeno ha venido a recuperar su puesto, es una pena que yo no estoy dispuesto a cederlo –por un momento me confunde respecto a quien le está hablando, pero lo se enseguida porque los chicos ven a Harry y este tensa su mandíbula ¿Y este cabron quien se cree para llamar de esa forma a mi chico?

El tipo me observa de arriba abajo sin ningún reparo, mi incomodidad es evidente porque siento como si estuviera desnuda frente a ese hombre, aunque la falda de mi conjunto cubre lo justo, yo la bajo un poco más, nunca me había sentido tan incómoda por la mirada de alguien, claro que este tipo no es algo que se vea todos los días; Harry, me toma de la cintura y me atrae a su cuerpo, mis manos se posan en su pecho y le doy una corta mirada, él no me la regresa porque se dirige al hombre calvo.

–No es como si fuera difícil derrotarte Víctor, hoy estoy feliz, así que, vete despidiendo del título –Harry, es ahora todo negocio, por un momento me descoloca la forma en la que habla porque no parece ser el mismo chico al que le hice una proposición de noviazgo, el tipo suelta una risa que quiere hacer parecer burlona. Pero logra todo lo contrario, su risa es de enojo, como tratándole de decir «No esta vez, Junior».

Una linda morena se posa a su lado y Víctor, la pega a su lado, puedo ver como el rostro de Harry, pierde algo de color, el rostro de Víctor, refleja como si tuviera la victoria sin siquiera haber iniciado la carrera, la mujer observa fijamente a Harry y eso logra incomodarme en sobremanera.

¿Qué carajos está pasando aquí?

Me remuevo en incomodidad y Harry logra notar eso, me alejo de él y me acerco a Jasón, puedo ver cómo me lanza una mirada de horror, él claro que no ha hecho nada malo, así que le lanzo una sonrisa de lado, él me la devuelve y mis manos empiezan a temblar, yisus, que cosas.

Él deja de prestarle atención al tipo y se acerca a mí y me da un beso largo en los labios.

–Solo necesito eso para patearle el trasero a ese imbécil –sin más se aleja y se sube en su auto, Jasón, pasa su brazo por mi hombro y me guía a la orilla de la pista.

–Hoy antes de dormir, hare una oración para que, a Harry, no se le pegue tu loquera –lo miro con cara de pocos amigos y el trata de reprimir una sonrisa, se cómo quitarla de su cara.

–¿Te apetece que haga una video llamada con Laila? –y ahí está, tan serio que parece congelado.

 –Te odio.

–Dime algo que no sepa.

Los autos se ponen uno al lado del otro y la morena que esta con Víctor, se posiciona en la mitad de la pista con un pañuelo verde, lo mueve un par de veces en lo alto y los autos rugen.

Al momento en que baja el pañuelo, estos arrancan y siento como el suelo vibra, logro ver antes de que se pierdan de vista los autos, que Harry, va a la cabeza, por instinto me muerdo las uñas, apenas Jasón, se da cuenta de esto, me da una palmada en la mano.

–Ese vicio tan feo que tienes –me da una mirada de desagrado y le doy una mirada de vergüenza, juro que he tratado de eliminar ese vicio, pero me es difícil porque ya no lo hago ni con intensión.

–¿Quién crees que gane?

–Esa no debería ser una pregunta.

–Pues discúlpame la vida, locota –me da un leve jalón de cabello y por acto de reflejo le doy en el estómago.

–En serio no entiendo porque Laila, no me cree cuando le digo que eres medio hombre –se cruza de brazos y me hace una mueca.

–Cállate sapo, necesito ir al baño o me pondré a gotear –cruzo mis piernas y me muevo en desespero.

–Qué asco.

–¿Qué? ¿Acaso tu no meas?

–Se dice orinar Lexa, orinar –su voz se hace más dura cuando pronuncia la última palabra, siempre he sido mal hablada y él no ha podido acostumbrase a eso, pero culpa mía no es, así que no me joda.

Me apunta un lugar a unos cuantos metros y puedo ver el icono de baño para mujeres, sin pensarlo dos veces me encamino a este y entro corriendo al cubículo.

Levito sobre la tasa (porque ni loca me siento) el peso que me quito de encima es grande, realmente se siente bien. Salgo del cubículo y veo a la linda morena frente al espejo aplicando brillo labial, me acerco a lavarme las manos y ella me mira de arriba abajo, trato de darle una sonrisa, pero ella voltea la cara antes de ver mi gesto.

–No sabía que, a Harry, le iban las… Rellenitas. –Oh por Dios, no puedo creer que haya dicho eso, ni siquiera me ofende, pero que lo diga tan despectivamente logra descolocarme un poco.

Pero que feo, que la envidia de una mujer, sea otra mujer.

Además, para que tenerme envidia, si me puede tener ganas, claro que es un pensamiento que no voy a decir en voz alta.

Lastimosamente en vez de apoyarnos, nos atacamos.

–Más bien los monumentos de mujer, sino ¿Por qué mas estaría conmigo? –termino de lavarme las manos y voy directo a donde esta Jasón.




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