CAPITULO 25

Cuando estoy por darme la vuelta y ver a la presa de Laura, su voz me detiene.

–No mires todavía –estoy tratando de reprimir una segunda carcajada, esta chica puede llegar a ser tan descarada que realmente me encanta. Me quedo en mi posición viéndola fijamente, claro que ella está concentrada viendo a quien sea que este atrás mío, su sonrisa se ensancha y veo como esos hoyuelos que han sido el delirio de más de uno, se marcan.

Ya consiguió lo que quería, me ha quedado más que claro.

–¿Ahora si puedo ver?

–¡Espera maldita sea! –mis ojos se hacen una línea y la miro mal –. Ya puedes mirar.

–Ya no quiero –tomo de mi cerveza y hago movimientos al ritmo de la música con mis ojos cerrados.

–Sé que te mueres por ver, así que abre esos lindos ojos y échale un vistazo, es el chico de camisa negra –disimuladamente me doy la vuelta y escaneo el lugar al que ella estaba viendo, mi boca y mis ojos se abren a tope, ¡Que mierda! ¡Es Harry!

Este se da la vuelta cuando Mason, le golpea el brazo, su sonrisa hace que la mía se ensanche, él me regala un saludo con sus cejas subiendo y bajando. Cuando me repongo de la pequeña distracción que él me ocasiona. Regreso a mi amiga.

–¿Estas de coña? –sé que ella no sabe quién es él, pero no puedo evitarlo.

–¿Lo conoces? Está buenísimo, por Dios, mira esos brazos y esa espalda, estoy ansiosa por irme de este lugar –estoy al borde de un ataque ¿Cómo puedo acabar con Laura sin necesidad de golpearla? Antes no tenía ningún problema en compartir a un chico, pero claramente esta es una situación muy diferente –. Aunque su amigo tampoco está nada mal, iré por partes amor –y yo estoy que la corto por partes a ella.

–¡Cállate! ¡Ese es Harry!… ¡Mi novio! –Su rostro se pone tan rojo como un tomate, suelta una risa nerviosa y me observa.

–¿Cómo p*tas iba a saberlo? Pero no te preocupes, él moreno es mío –claramente sé que con “Moreno” se está refiriendo a Max –. Te puedes quedar con el otro, la verdad no me llama la atención, demasiado intimidante para mi gusto.

¿Intimidante? ¿Quién? ¿Mason? Por favor, ese es un pan de Dios, como que me estoy equivocando, nuevamente me doy la vuelta y observo a los chicos, ahora están sentados en la barra dándonos la espalda, me doy cuenta que Mason, tiene una camisa azul oscuro, así que me volteo a ver a Laura, para una aclaración, espero no estar volteando más porque me dará tortícolis.

–¿Exactamente quién te gusta? ¿El del centro? –su frente se arruga al igual que su nariz.

–¡Claro que no Lexa, es el de la izquierda pequeña zorra! –suelto un largo suspiro, no sabía que estaba aguantando la respiración –. Ahora pregunto yo ¿Exactamente quién es tu novio?

–Primero que todo, el azul oscuro, no es negro, así que ve a revisarte los ojos, segundo, mi novio es el intimidante bebé, ese es mi chico… Sígueme –me pongo de pie y camino con Laura a mi espalda con rumbo a la barra, cuando estoy justo detrás de Harry, mis brazos rodean su cintura, puedo sentir como vibra su cuerpo por la risa que suelta.

–Aquí está mi chica –lo dice aun con mis manos a su alrededor, un momento después toma mis manos y las acaricia antes de soltarlas y voltearse para quedar frente a mí –. Hola nena.

–Hola Limón –me da un leve beso en los labios y yo trato de no atraerlo para besarlo más largo, le doy una mirada a los chicos que están sonriendo por lo bajo por nuestro momento cursi… Incomodo.

Me alejo un paso y recuerdo a mi amiga, este hombre me nubla la mente, tomo el brazo de mi reina y la apego a mi lado.

–Chicos, les presento a mi amiga, Laura —La cara de Mason, es de absoluta adoración, como este hombre no tenga cuidado con esta pelirroja, puede que lo pase mal, amo con todo mi corazón a Laura, pero sé cómo es ella, si un chico desde un principio solo le gusta para desahogarse, más adelante no lo tomara para nada en serio y lo único que podría hacer yo, es prevenir a esa buena alma que es Mason.

El rostro de Laura, es de desconcierto, no ha parado de ver fijamente a Harry, este por otro lado intercala miradas entre mi amiga y Mason, este último le lanza miradas de amenaza; Max, solo está entretenido dando tragos a su cerveza y mordidas voraces a su pollo. Bien, esto ya se está poniendo algo extraño, hora de intervenir.

—Max, te llega competencia, ella baila estupendamente ese tipo de música que te gusta —el rostro del moreno se ilumina, pero eso no dura mucho porque Mason, está taladrándolo con la mirada, Max, me da una mirada apenada, se disculpa y se encamina al baño. Laura, le da una mirada a Mason, tipo: ¿Quién te crees care verga?      Este solo puede sonreír como idiota.

Miro a Harry, y este me está mirando fijamente, puedo sentir como me cuesta pasar saliva ¿Esos síntomas son normales? Yo no lo creo, cuando estoy por decirle algo, de la nada aparece Laila y me abraza de costado.

–Vamos a bailar nena –antes de que me lleve a la pista, Jasón, toma su mano y la acerca a su cuerpo.

–¿Por qué quieres bailar con Lexa, cuando me tienes a mí? –pedazo de mierda, capullo engreído, estoy por acercarme a Jasón, pero Harry, rodea mi cintura y pega mi espalda a su pecho.

–Con calma nena, yo estaría encantado de bailar contigo –una risa tonta se me escapa y lo observo fijamente.

Voy a ser honesta.

Él no es que sea realmente el hombre más guapo del mundo, su rostro es rudo, siempre tiene el ceño fruncido como si todo le molestara y su boca siempre tiene una mueca, aunque he tenido la oportunidad de ver su lado tierno, he observado esa maravillosa sonrisa la cual estruja mi corazón.

Sin duda alguna ante mis ojos.

Él es arte puro y… Duro.

Cuando estoy por responderle algo, mi mirada se desvía y solo puedo soltar un leve jadeo por lo que veo.

Laura, se abalanza sobre Mason y lo besa salvajemente, este no logra reaccionar, pero apenas lo hace, la separa con firmeza, espera un momento, como es que hace un rato la estaba mirando como idiota embelesado y ahora solo puede verla con desprecio, por muy bien que me caiga, esa mirada que le da no la pienso tolerar.