A Smile Off

02 - Fiesta, Lindsay y ... sexo

Sergio:

Chat de WhatsApp. Grupo: Popular Boys.

John: Chicos, esta noche es la fiesta de inicio de curso y todos los estudiantes están invitados. No podemos perdérnosla. Segunda regla: "No podemos perdernos ni una fiesta".

Tyler: Como todos los años, es la noche del primer día, bro.

Yo: ¿Cuál es la primera regla?

Lucas: Primera regla: "Está completamente prohibido fijarse y/o meterse con Cameron. Un solo comentario perverso hacia ella y estas muerto. Bajaste su autoestima, iluso".

Ryan: Vayamos a la casa de John y de ahí a la mansión de Megan Potter. Hasta los nerds y los losers están invitados. Única fiesta del año donde van todos.

Yo: ¿A qué hora nos vemos en casa de John? Y ¿cuál es la dirección?

John: Alas 20:00 y la dirección te la mando por el interno.

(...)

Tengo puesta una camiseta blanca, unos pantalones de mezclilla, mis botas preferidas, y cazadora negra. Tengo mis llaves y mi celular en ella. Y la casa de John no queda lejos así que voy caminando. Son 5 minutos a pie, y faltan 15 minutos para las 20:00.

(...)

— Hola, viejo— llego a la casa de John y él me abre saludándome —. Pasa, pasa. Esta es tu casa, bro.

Y a estaban todos ahí.

— En 15 minutos nos vamos— anuncia John.

— ¿Por qué en 15 minutos?— pregunta Lucas.

— Les tengo una sorpresa, chicos— responde John.

Por las escaleras baja una hermosa chica, super sexy. Lleva un vestido negro 10 dedos arriba de las rodillas, una chaqueta de cuero negra, sandalias de tacón de esas estilo bota negras. Tenía el cabello corto y oscuro, suelto, tenía maquillaje también negro y en los labios un poco de brillo transparente que resaltaba sus labios durazno; no llevaba mucho rimel. 

Podía sentir nacer mi erección. Ryan se dio cuenta y me susurró:

— Disimula eso, bro.

Me pregunta que estaría haciendo esa chica increíblemente hermosa aquí.

— Chicos, convencí a Cameron de que fuera a la fiesta. Mírenla aquí — ¿esa era Cameron? Mierda.

— Si alguien se me insinúa me largo, ¿okay?— dice ella.

(...)

Llegamos a la fiesta en el carro de John. Ese lugar estaba el tope. Cameron se perdió. Llegamos hasta donde estaban las porristas, pude reconocer a dos, Megan y Lindsay.

— Hay 3 baños cerca de la casa y 5 dentro de ella. El bar del patio se encuentra por allá— señaló el lugar — y el de la casa se encuentra en la cocina— dice Megan.

— Vamos a dentro— me susurra Lindsay al oído.

— Ah, y todas las habitaciones del segundo piso están disponibles para tener sexo. Excepto la de mis padres, que está cerrada, y la mía, que está vigilada por si yo quiero tener sexo— agrega Megan.

Lindsay me llevó al bar de adentro. Nos sentamos.

Ya estábamos ambos algo pasado de tragos.  Lindsay me besó, deseosa, empezó a acariciar mi cuello con sus labios, la cogí de la mejilla y la besé, mi lengua se apoderó de su lengua. Ella  se separa levemente y me dice en el oído:

— Vamos arriba.

Me dirigió a las escaleras, ya en el segundo piso nos adentramos en una de las habitaciones vacías. Ella cerró la puerta detrás de sí y comenzó la diversión de verdad. Aunque suena increíble, hoy sera mi primera vez, y estrenarse con alguien como Lindsay era el sueño de todo hombre. Ahhhh, que gran primer día.

Cameron:

—Aléjate de mí, idiota —le grito a Dylan.

—Solo es una noche de sexo, Cameron. Eres la hermana de John, debes ser toda una playboy como él.

—Yo no soy como John.

Dylan, el mayor enemigo de mi hermano y sus amigos, quiere conmigo. Matenme.

Me tiene agarrada de la cintura a la fuerza e intentando besarme, pero obviamente lo evito.

Me llevó al segundo piso a una habitación vacía. Habían condones en la mesita de noche, cerró la puerta con llave. Se escuchaban gemidos del otro lado de la pared. Esta es una pesadilla. Nunca debí dejarme convencer por John en venir. Dylan me va a violar, no quiero ser violada otra vez.

(...)

Dos horas después, Dylan dejó de violarme una y otra y otra vez, de besarme, de tocarme. Me siento tan sucia otra vez. Salí de la habitación y bajé casi corriendo. Estaba despeinada, con el maquillaje corrido, con dolor en la entrepierna. Estoy medio ebria porque Dylan me hizo beber a la fuerza. Si antes estaba deprimida, ahora me quiero morir. Cuando salí de esa horrible habitación Sergio y Lindsay apenas estaban saliendo de la habitación continua, besándose. Sergio no me vio.

Yo estaba abajo buscando como loca a John. Eran las 23:00, solo disfruté media hora de la fiesta, en las otras dos horas ya saben lo que pasó.

Lo encontré. estaba besándose con Megan, se notaba que acababan de tener sexo. Me acuerdo que antes de salir de la habitación Dylan me dijo: —No eras virgen, zorrita.

Estaba llorando a mares, mi maquillaje estaba por toda mi cara, me alegra no haberme echado labial.

—John —digo con la voz quebrada.

—Cameron, dime —se separó de golpe de Megan y responde a mi llamado algo aturdido.

—Llévame  casa, me quiero ir.

—Estás llorando, ¿por qué? —¿no escuchó la parte de llévame a casa?

—En casa te explico.

—Busquemos a los chicos —escribió un mensaje y en cinco minutos llegaron los cuatro a donde estábamos. Megan ya se había ido, enojada.

—Estaba teniendo sexo, ¿cuál es la emergencia? —dice jadeando Ryan, bajó corriendo.

—Lo que pasa es que nos vamos ahora, o, si prefieren, pueden irse caminando a sus casas, por mí no hay problema.

—No es ni la media noche, hermano, pero todos vamos contigo —dice Tyler y le manda una mirada de advertencia al resto.

(...)

Llegamos a la casa y salí disparada a mi habitación, John y la familia, los chicos, también. Antes de poder entrar y encerrarme mi hermano me detiene.




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