Capítulo I

Gotas de sudor recorrían su rostro

Aquello era producto de su esfuerzo;

Era el único en aquella gran sala, con el ambiente templado. Tenía la respiración agitada, cada paso, cada movimiento totalmente coordinado al compás de la música, su cuerpo era uno junto al ritmo. Lo estaba haciendo perfecto. Sin embargo, una mala pisada lo llevó a perder el equilibrio y caer al suelo.

Mientras este descansaba en el suelo recuperando aliento escuchó unos murmullos afuera de la sala. Sin querer escuchó la conversación.

—Señor ya le dije que no puedo, ¡renunció! E-ese lugar es horrible yo mismo lo he visto y todos esos rumores eran ciertos. ¡Ese lugar esta habitado por fantasmas!

—Silencio por favor… bien no puedo retenerlo puede retirarse.

“Es mi oportunidad” pensó el muchacho llamado Park Jimin, un joven prometedor de la danza contemporánea pero que en las ultimas semanas no había progresado tanto con la nueva técnica, un problema que lo agobiaba y hace días que no comía bien, estaba lejos de su ciudad natal, lejos de su familia en una gran ciudad persiguiendo su sueño.

Este se levantó y bebió agua antes de volver a comenzar y con la esperanza de adquirir ese trabajo. El dinero se le había agotado y ya casi nada le quedaba, si no conseguía trabajo moriría de hambre.

Al terminar se dirigió hacia los vestidores y tomó una ducha. Luego de cambiarse se encamino a la oficina del director de la academia, pero en el camino se encontró con su buen amigo Kim Taehyung.

Kim Taehyung por lo contrario estudiaba artes escénicas en la especialización de teatro, le apasionaba actuar, ambos se conocieron el mismo día en el que entraron y congeniaron bien que su amistad era estable y buena. Ambos venían de provincias, entendían lo que era estar alejados de sus familias y luchando por su sueño…

—¡¿Cómo que trabajaras en ese horrible lugar?! — cuestionó Taehyung.

—Ya te dije que es el único lugar… además aun no le he dicho al director, ya me han rechazado en otros trabajos— respondió el Rubio.

—Jimin no quiero que mueras allí he escuchado mucho y ese lugar es fatal, sabes que puedes vivir conmigo y luego te podría ayudar a conseguir un trabajo— murmuró.

Jimin sonrió levemente y posó su mano sobre el hombro de su amigo.

—No quiero incomodar a tu hermana, aparte deberías dejar de creer todo lo que dicen, solo es un teatro antiguo y rustico no creo que haya algo paranormal— comentó seguro.

Taehyung sabía que Jimin estaba decido y no sería fácil cambiar su opinión, resignado asintió. —Si el director te da ese trabajo yo te acompañare todos los días lo prometo— dijo solemnemente sin embargo dudaba de sus palabras.

Jimin se despidió de este prometiéndole que lo esperaría para regresar hasta la parada de autobús.

Tomó una bocanada de aire y se armó de valor antes de ingresar a dicha oficina. El director estaba revisando unos documentos y al notar la presencia de Jimin le prestó su atención.

—Buenas tardes señor… yo he oído que hay una vacante para el trabajo de mantenimiento de ese teatro— dijo un poco temeroso de la respuesta que obtendría.

El director guardó silencio por un momento para luego carraspear su garganta. —Eres Park Jimin uno de los alumnos becados ¿cierto?

Jimin asintió.

El señor se levantó de su asiento y respiro hondo.

—Bien tienes el trabajo, la paga es buena, podrás vivir dentro de ella a cambió de que hagas mantenimiento y limpieza. Podrás utilizar la única sala que existe para que puedas mejorar tu técnica de baile. Ten aquí tienes las llaves y si necesitas algunos objetos solo házmelo saber, desde mañana empiezas.

—Y no te preocupes por si no llegas a tiempo yo me encargaré de tu horario— agregó amablemente.

—Gracias señor— se retiró sin antes dar una reverencia, Jimin esbozo una gran sonrisa ahora no tendría que preocuparse de mucho ya que ahora podía vivir allí.

Recogió sus cosas y se sentó sobre un banco esperando a su amigo Taehyung mientras escuchaba música de su teléfono. Sin darse cuenta del medio alguien trataba de hablar con él.

Al voltear se encontró con Irene, se sacó los audífonos y la escuchó.

—Hola Jimin ¿quieres acompañarnos a comer? — preguntó con una sonrisa de por medio.

—Lo siento estoy esperando a mi amigo.

—No te preocupes Irene si podemos ir ¿estoy invitado verdad? — intervino Taehyung.

—Claro que si puedes acompañarnos.

Taehyung levantó a Jimin y lo empujo levemente llevándolo detrás de Irene.

—Quería descansar— susurró molesto.

—Vamos Jimin debes divertirte— reprochó Taehyung.

Sin más que decir y remediar con Taehyung respecto a estos temas era extenso.

—¿Y que pasó tienes o no tienes el trabajo? — le preguntó con entusiasmo.

—Amigo mío si lo tengo me mudaré a vivir en ese lugar— respondió con suma tranquilidad. Taehyung cambió su expresión al escuchar que su amigo viviría en el teatro embrujado.

—Cambia esa cara no es para tanto solo es un teatro más— dijo Jimin.

—Si importa es un teatro embrujado ¿entiendes el grado de peligrosidad? Esta bien ya no puedo lidiar contigo, así que vamos a disfrutar de la comida— algo característico de Taehyung era el inmenso amor que sentía por la comida, disfrutar de cada bocado era algo que lo apasionaba. Podía centrarse solo en la comida y olvidar el resto del mundo.

Se sentaron juntos, estaban en una gran mesa casi todos sus compañeros estaban, todos alegres disfrutando del momento. El comienzo de esta reunión fue tranquila, pero poco a poco comenzó a descontrolarse.

Ahora Taehyung estaba ebrio y desorientado.

—Tonto tu hermana te regañara— bufó Jimin tratando de acomodarlo en el auto que los llevaría hasta el lugar en donde vivía Taehyung.

Irene se acercó, ella estaba sobria. —Lo siento Taehyung no es muy tolerante al alcohol— comentó Jimin.