A través de la Segunda Estrella

¿Puedes responderme algo?..

"Después de que Cristian se teletransportara junto a la princesa Briatny, fuera de peligro."

Narra Jack Frost

Después de que Cristian lograra alcanzar a Bri y rescatarla según lo planeado, el Lobo Alpha, enfurecido por haber perdido a la princesa, centró toda su atención en mí. Descubrió que yo era el que había reemplazado a Edward y comprendió que gracias a mi intervención, el rescate estaba siendo un éxito. Aunque me costó trabajo, logré separar al Alpha de la manada y, al mismo tiempo, de los Guardianes.

La parte principal del plan se logró. Siendo sincero, no pensé que recuperar a Bri fuera tan fácil, supongo que el haber arribado de la nada nos ayudó.

Jacob se ha quedado a mi lado. Los demás Guardianes se encargan de que los demás lobos no se vayan tras Cristian y Bri.

–¡ME ENCARGARÉ DEL LADO NORTE!–Dijo Jacob dando una vuelta rápida de 360°.

Una bola de fuego verde estuvo cerca de lastimarme. De no ser por mis increíbles reflejos, estaría gritando de dolor.

En uno de mis movimientos de defensa, mientras vuelo, lanzo varios ataques de congelación. Aunque mis hechizos fueron esquivados con facilidad, no dejé de atacarlo.

Mi misión era distraerlo lo suficiente hasta que Cristian volviera. Luego, sería yo quien volaría hasta el bosque corrupto para proteger a Bri, claro, tomando en cuenta que ya tiene inyectado el antídoto y que se encuentra bien.

El lobo Alpha, harto de no poder atraparme, en un intento desesperado por lastimarme, se transformó en su forma espiritual, esa silueta de lobo la cual puede viajar mucho más rápido que su forma lobuna normal.

Los árboles antes me eran de ayuda, ya que estos le dificultaban el camino al Alpha, pero ahora que está transformado en ese espectro, ahora son estos los que me estorban.

Aunque llevaba bastante tiempo atacando al Alpha, este no parecía rendirse. Llegué a bajar la guardia debido a que pensé en Bri y lo que podría estarle pasando en ese momento. Sentí algo de presión en mi pierna. Al desviar la mirada hacia abajo, vi una cuerda negra la cual me mandó fuertemente hasta el suelo.

Quedé aturdido por la falta de aire que me provocó el golpe. Perdí mi bastón de las manos, haciendo mi mayor esfuerzo lo busco desesperadamente, sin él no soy nada.

–¡Maldito niño volador!–Dijo con repudio mientras de entre las sombras volvía a su forma humana–Te costará caro el tiempo que me has hecho perder–Esa misma cuerda negra me envolvió por el torso y me puso frente a ese maldito infeliz–Ahorrar mi tiempo derrochado y dime dónde está la Princesa–Mientras forcejeaba por escapar, lo miraba con mucho odio, debido a que mis piernas eran libres, le di una patada baja, cosa que lo molestó más y que hiciera que me azotara varias veces contra un árbol.

Un líquido caliente y rojizo se deslizaba por mi frente. No importaba cuánto me lastimara, me negaba a darle la ubicación de Bri.

–¿No piensas hablar?–Se arrodilló frente a mí, mientras yo luchaba por mantenerme despierto. Desviando la mirada solo un poco, logré localizar mi bastón.

–Prefiero morirme en este momento antes que decírtelo–El Alpha muestra una cara de disgusto, sus labios se estiran mostrando su fila de dientes filosos y se escuchan unas sonoras carcajadas.

–No soy un genio de la lámpara… Pero con gusto cumpliré tu deseo… Pero antes, ya que no piensas hablar…–Mi cuerpo no tenía las fuerzas para moverse. El Alpha llevó su mano a mi frente. Mis ojos se tornaron blancos, me di cuenta de que el Lobo Alpha intentaba leer mis memorias para así descubrir dónde estaba Bri.

Luego de unos instantes, al quitar su mano de mi cabeza, pude observar su expresión de confusión.

–¿Qué?, ¿Pensaste que Cristian y yo no nos prevenimos de esto?–Dije con aquel tono egocéntrico– Sabíamos perfectamente que podrías intentar saber su ubicación a través de mí, por lo tanto, ni los Guardianes ni yo sabemos precisamente dónde está Bri, puesto que Cristian me lo diría en cuanto me encontrara en camino hacia el bosque corrupto. ¡DIVIÉRTETE BUSCANDO EN CADA ESQUINA DE ESE BOSQUE, MALDITA ESCORIA!–Un golpe en el rostro hizo que abruptamente dejara de hablar. Escupí al suelo la sangre que brotó del interior de mi boca.

–Los subestimé, no volverá a pasar–Me tomó por el cuello, clavando sus garras en mi piel. Me azotó contra el suelo. En cuanto me dio por muerto, intenté arrastrarme hacia mi bastón. Si no tengo este objeto en mis manos, no puedo volar y mis poderes no funcionan.

*Tuve que entrenar pelea cuerpo a cuerpo*–Me regañaba, puesto que todos mis entrenamientos eran con la ayuda de mi bastón. Carecía de la fuerza suficiente para noquear al Alpha con mi débil brazo.

Tomé piedras sueltas del suelo, pero mis intentos por defenderme solo lo hacían reír. Se transformó en su Lobo/Espectro y se precipitó hacia mí, atravesando mi cuerpo. Lo hizo en repetidas ocasiones y en cada una ahogué los gritos de dolor, mi ego lo hacía.

Perdí la cuenta de cuántos golpes, azotadas contra el suelo y árboles, laceraciones profundas, arañazos y casi la pérdida de la conciencia recibí en aquella batalla inútil.

–Eres tan testarudo, ¿No puedes morirte y ya?–Dijo con aquella enorme sonrisa y un tono sarcástico–Tengo mejores cosas que hacer y ya qué no piensas dejarle en paz, adelantaré el proceso–.

Sus pasos se dirigían hacia mi bastón. Rápidamente supe lo que estaba a punto de suceder.

Pero… estaba tan lastimado que mi cuerpo simplemente abandonó sus fuerzas. En mi último esfuerzo alcé la mirada para ver cómo el Alpha tomaba mi bastón ansiosamente.

El bastón fue partido en dos partes. Sentí varias sensaciones desgarradoras en mi interior. A mis pulmones les faltaba el aire. La falta de este estaba haciendo que mi cabeza doliera mucho. Mis ojos querían cerrarse…




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