Heyden.
—¿Podemos iniciar sin ella?—pregunta hastiado Óscar. Como siempre, él esta enojado pero esta vez es con justificación. Lilieth aun no llega.
—Debemos de esperarla, Óscar. Las meditaciones son algo que ella tiene que hacer porque así lo estipulo mi padre, así que es necesario esperarla.
Son las nueve y un cuarto de la noche, las pruebas de meditación son a las ocho y media, todos estamos reunidos en el patio como las primeras veces pero mi querida amiga aun no aparece.
—Llevamos esperándola más de treinta minutos, niña. Es suficiente tiempo, ella es irresponsable, no es nuestro deber esperarla.—se sienta sobre su tapete a mi lado. ¿Mencione que aun usa la mascarilla? Tipo más raro.
—Me agradabas más cuando eras callado.—me siento en mi tapete al lado de Óscar y junto al tapete vacío de mi amiga.
—Que bueno que ahora te caigo mal.—escupe con desprecio, destilando molestia en su voz.
Ruedo los ojos con hastío.
—¡Llegue! —aparece por fin Lili, llega corriendo agitada, su pecho sube y baja rápidamente con pesadez.—Lo siento, me había quedado dormida. Pero ya estoy aquí.—se excusa con dificultad.
Escucho como alguien a mi lado susurra un "típico", y deduzco que es Óscar.
Cuando ya Lili se sienta en su lugar, Kohem nos explica nuevamente como sentarnos, como respirar y la posición correcta del cuerpo para un mejor resultado.
Hago lo que dice, me coloco en la posición indicada, y antes de cerrar mis ojos doy un ultimo vistazo a todos: Lili se ha relajado —o por lo menos ya no respira con pesadez.—Óscar tiene los ojos cerrados con fuerza. Aker se ve completamente tranquilo, tanto que llego a creer que esta durmiendo.
Kohem... pues ella esta como siempre.
Trato de concentrarme en las meditaciones, respiro tranquilamente, me concentro en la nada como dice ella, trato de sentirme una con la naturaleza como leí en los libros sobre monjes, y poco a poco mi mente consigue quedar en blanco.
Siento mi cuerpo más relajado y de un momento a otro mi mente ya está otra vez en esa especie de espacio, donde miles de puntos como estrellas se pueden ver.
Sin esperar más dejo que mi cuerpo astral se mueva por sobre ellas, me muevo velozmente como la primera vez que hice estos viajes. Llegó hasta un grupo de estrellas, pero estas son más un rastro de polvo estelar. Siento sus vibraciones nuevamente,—unas más fuertes que otras.—siento como los rastros estelares me llaman, pero los que observo no me hacen sentir en paz. No tienen esa conexión pacifica.
Otros rastros,—dos para ser sincera—.se acercan a los otros, estos nuevos rastros irradian tranquilidad. Deduzco que uno de ellos es de Kohem, ya que es más tranquila y sin posibles problemas mentales, que todos nosotros juntos.
Así que me decido por uno de los rastros nuevos, dejo que mi cuerpo astral avance hasta ese rastro, el cual me hace caer en algo similar a un agujero de gusano. Millones de destellos y estrellas se ven pasar a una velocidad increíblemente rápida que llega a marearme, cierro los ojos, aún con la sensación de mareo puedo sentir como una presión pasa a mis costados velozmente.
Después de un largo momento el mareo sesa un poco, y la presión también, así que decido abrir mis ojos lentamente aún con la poca sensación de mareo. Al abrir completamente mis ojos me quedo descolocada al ver que me encuentro en un bosque frondoso, donde los árboles son los más grandes que alguna vez vi, giro sobre mí eje, observo que a mi alrededor hay unas enormes piedras con formas alargadas y deformadas formando un círculo enorme que se detiene donde los árboles comienzan.
La brillante luz del sol entra gracias a la falta de árboles en el círculo, giro nuevamente para estar en el lugar donde comence, para mi sorpresa Kohem se encuentra ahí parada, viste un vestido de tirantes blanco que le llega dos dedos arriba de la rodilla, su vestido está totalmente blanco y bien planchado, tiene unas sandalias del mismo color, y su cabello corto ahora tiene pequeñas ondas que hacen ver su rostro más ovalado de lo normal.
—¿Porqué e-estamos aquí? ¿Qué es esto? —pregunto, observando con algo de paranoia mi alrededor.
—Bienvenida a Ciris.—extiende su mano hacia el frente en señal de demostración.—Esto Heyden, es el planeta alterno a la tierra.
—¿El planeta que cosa de quien?
Bien, estoy en shock
¿Porqué? Por qué me encuentro en un viaje astral por medio de meditación, estoy en un círculo de piedras enormes alineadas que dan la idea de que aquí hacen algún tipo de ritual o cosas de otro mundo. Sin mencionar que estoy en un bendito bosque y que Kohem está aquí como si nada presentándome el lugar que ni sabia que existía.
—Ciris es el planeta alterno a la tierra,—comienza.—existen otros mundos alternos a ella, son mundos diferentes en galaxias diferentes, pero todos se conectan entre si por medio de meditación o sueños.
—¿Y yo que hago aquí?
—Alguien te explicará más sobre esto. Sígueme —ordena. Me da la espalda y se acerca a una de las enormes rocas tanteando una parte de ella, la cual hace un pequeño sonido casi inaudible. Se aleja de la roca a una distancia de dos metros, entonces las piedras comienzan a girar sobre su eje, siempre formando el círculo, aumentan la velocidad hasta que no puedo verlas bien, el aire que desprenden al estar girando es fuerte, tanto que para mí es difícil mantenerme en pie.
Las piedras comienzan a disminuir la velocidad lentamente, y mi corazón late rápido por el asombro combinado con el nerviosismo del momento, así que trato de respirar por la boca para tratar de calmar mis latidos frenéticos.
—Respira profundo, Heyden.—Me digo a mi misma en un intento de calmar mis latidos.—Calmate, o ¡te vas a morir de un paro respiratorio!
Auto animación 100/10
Cuando mi respiración se normaliza, observo a mi alrededor con detenimiento. Ya nos encontramos en el bosque pero siempre dentro del círculo de piedras, hay árboles, si, pero no abundan como en el bosque, podría decirse que hay los necesarios para darle sombra a las personas del lugar.