A Través De Un Sueño

Capitulo XVI

—¿Cómo te fue en tu prueba con Kohem hoy? —pregunta mi padre quien esta acostado junto a mi en mi cama, acariciando mi cabello.

Las pruebas con Kohem hoy salieron muy bien —como siempre— pero siempre aburridas, solo pasamos meditando, mejorando la postura y la respiración. Hubieron instantes en los que llegue a quedar dormida pero nadie lo notó.

—Bien. —tengo mi cabeza pegada a su pecho inhalando su aroma masculino que tanto me gusta.—Padre, ¿voy avanzando en las pruebas?

—Claro hija, vas muy bien, pero tienes que esforzarte más.

—Eso hago, ¿quieres agua o jugo? —lo observo, asiente y me levanto para servirle el jugo que le pedí a Aker unos minutos atrás.

Sirvo un poco para él y para mi, se lo extiendo y susurra un "gracias."

—¿Podrías quedarte a dormir conmigo? Solo por hoy. —suplico como niña pequeña, no es que de verdad quiera dormir junto a él, pero es por un propósito.

Mi padre me observa con cariño y assiene.—Todo lo que mi niña de ojos como la miel, quiera.

Tomamos nuestro jugo de naranja y nos recostamos en la misma posición que antes.

Estar con él me hace sentir bien, me da seguridad aunque no me diga nada de lo que sucede a mi alrededor. Es un buen padre, me a tratado como si fuese su hija de verdad y nunca me a faltado el respeto, él si sabe que es ser un buen padre.

Un bostezo...

Dos bostezos...

Tres bostezos...

—¿Ese jugo tenia algo? Por que apresuró mi sueño, ¿me quieres drogar, hija? —bromea, pero su "broma" hace que mi pulso se acelere.

—Tu trabajo te tiene cansado padre, te consume. Mejor duerme un poco. —le sugiero, asiente dándome la espalda.

<<Esas pastillas si que hacen efecto rápido, ¡gracias Lia!>> agradezco mentalmente.

Se que es malo drogar a alguien.—aunque drogar no es la palabra correcta, solo le di unas pastillas para apresurar su sueño, nada más.—pero para llevar a cabo mi plan él tiene que estar dormido.

Fue muy fácil depositar las pastillas en su vaso con jugo, las pastillas no tienen sabor, son inholoras y se disuelven en cualquier líquido. 

Espero diez minutos exactos para que la medicación de Lia surja efecto por completo. No quería hacerle eso a mi padre pero la situación lo amerita, él nunca me dice nada pero dormido lo dirá todo. Mejor dicho, me lo mostrará todo.

Espero que su mente sea débil, por que si no lo es, no podré controlarlo a mi gusto y no descubriré el porqué de muchas cosas. Esos expedientes con diferentes tipos de nombres me llamaron la atención, descubriré lo que pueda pero no descansaré hasta saber la verdad. Hasta aclarar mis dudas.

Estoy en el piso sobre mi tapete color rosa donde hago mis meditaciones a solas, estoy en posición de indio dejando que mi cuerpo se relaje para hacer más fácil la conexión entre mi padre y yo.

<<Mente en blanco Heyden, piensa en el blanco>>

Suena estúpido decir esas cosas pero funciona, mejor de lo que muchos piensan, en mi cerebro todo se ve blanco y nada más que blanco; como una página antes de ser usada. 

Respiraciones profundas y tranquilas, una detrás de la otra. Sin reparar nada ya me encuentro sumida en el mundo de los sueños o en el de los viajes astrales.—aun no me acostumbro a esto, ni sé bien que nombre tiene.—

Otra vez estoy en este lugar similar al espacio, puntos blancos como estrellas y oscuridad, oscuridad por todas partes. Dejo que mi cuerpo astral viaje como quiera o a donde más le parezca, la velocidad es normal lo que significa que las mentes están cerca o que no hay ninguna activa.

Observo a todo mi alrededor y nada cambia, todo sigue siendo lo mismo. Mi cuerpo avanza de repente a una velocidad inhumana que causa pequeños mareos al observar como las estrellas pasan a mi alrededor formando lineas difusas. Me detengo de golpe al ver otra vez esos grupos de puntos blancos que parecen ser estrellas, están estáticas en diferentes puntos.

Siento las vibraciones de cada una de ellas, me llaman o yo las llame,—aun no comprendo cómo las encuentro o si ellas me encuentran a mi, pero cada que las veo siento esa presión o vibración que me indica a tocarlas.—Intento sentir con más vividez cual de ellas pertenece a mi padre, respiro hondo, siento las vibraciones en mis oídos pero me enfoco en la que quiero: la de mi padre.

Enfoco mis ojos a la que creo que es de él, esta atrás de dos grupos de estrellas, mi cuerpo avanza sin detenerse.

Estoy frente a ese grupo de puntos blancos, estiro mi mano y este me traga haciéndome pasar por un tipo agujero de gusano. El agujero esta lleno de puntos blancos que al avanzar se convierten solo en lineas blancas, mientras más rápido paso por el agujero más rápido escucho unas voces como si vinieran del final de este.

Aun no me acostumbro a estos viajes, así que mi cuerpo —no el astral.—siente mareos interminables conforme me muevo en este plano.

Me detengo, entorno mis ojos a mi alrededor: estoy en un pasillo que se ve gris gracias a la falta de luz, hay varias puertas pero una me llama la atención, esta entreabierta y una tenue luz sale de dentro.

Me muevo sin rechistar, al asomarme veo a cuatro hombres sentados sobre sus sillas frente a una mesa larga de madera oscura, cada uno de ellos tiene una carpeta delante.

Me adentro y los observo con detenimiento sin que me observen. Mi padre es el primero en sobresalir entre ellos, pero su rostro y cuerpo luce más joven que cómo esta ahora; podría jurar que esta entre sus veinte años.

Si mi padre me observa el lugar puede desaparecer o ser reemplazado por otro y no me favorece eso por los momentos. Al lado de mi joven padre hay un joven poco atractivo, al frente de ellos un niño que no reconozco y al lado izquierdo del niño se encuentra un señor mayor, con cierto parecido al del tipo que mi padre tiene a su derecha.




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