Heyden
—Arriba guapa, tenemos cosas que hacer. —escucho la indistinguible voz de mi amigo. No deja de insistir en un solo momento, no pude dormir mucho y siento que es plena madrugada.
Observo el reloj de la mesita de noche, solo con un ojo abierto. Reacciono asombrada al darme cuenta que son más de las dos y cuarto de la madrugada.
¿Quien en su sano juicio despierta a alguien en plena madrugada?
—¿Qué es tan importante para
que oses levantarme en plena pinche madrugada. ¡Por el amor a la hamburguesa! —gruño con voz ronca, encarandolo.
—Las pruebas de Hendrick, guapa. —explica, casi disculpándose con la mirada—. Sabes que los horarios están cambiando, no podemos hacer nada.
Y tiene más que razón, desde que Hendrick tuvo presencia en este lugar hemos hecho pruebas en diferentes horarios y eso se ha vuelto tedioso.
Luego de un corto tiempo en mi baño, Aker y yo salimos con caras y movimientos de zombies hacia el patio del laboratorio. Pobre mi amigo, él igual anda con sueño, como yo.
Me queje medio camino de lo injusto e inconsciente que es Hendrick al ponernos horarios tan feos, sabiendo que en la madrugada el frío aumenta al full; sobre todo estos días que a estado nublado. Salimos al patio y al parecer solo yo faltaba por llegar, todos y cada uno de mis amigos están aquí.
Lilieth me observa con sueño, tiene marcas de la almohada en la cara, una cobija en la espalda y puedo jurar que quiere matar a Hendrick como yo. Óscar esta al lado derecho de ella, Kohem a lado de este, Aker y yo nos sentamos al lado izquierdo de mi amiga quien gruñe una maldición debido al frío.
Hendrick nos observa con detenimiento, posa su mirada en mi y con un dedo me llama para que me posicione a su costado. Un leve escalofrío me recorre el cuerpo entero y puedo jurar que no es por el frío. Trago con dificultad mientras me levanto de la manta y me acerco al pelinegro, con miedo.
Me escanea con la mirada y siento una arcada queriendo salir de mi garganta, pero me lo aguanto.
—Como le explique a Aker y a Óscar, vamos a cambiar de prueba a una más... difícil. —informa, no entiendo a que se refiere, pero puedo ver como los cuerpos de Aker, Óscar y Kohem se mueven en incomodidad.
¿Tan malo es?
—¿Q-ué... qué estado de dificultad? —cuestiono con temor, el bajo sale de mi boca por el frío.
—Lo descubrirán. —espeta seco. Se pone detrás de mi, sosteniendome por los hombros—.Quiero que imaginen que están en un campo de batalla, imaginen que sus enemigos los rodean y quieren atacarlos. Usen su poder o habilidad que sientan que tienen para acabar con ellos.
"Cierra los ojos" —me susurra, se aparte de mi y hace un ademán para que los otros imiten mi acción, pero de pie.
Cada uno de ellos cierra los ojos pero no los imito por miedo, si Hendrick pudo controlar mis sueños puede hacerlo con todos nosotros y no quiero correr el riesgo. Él me observa y con la mirada me incita a cerrar los ojos, hago caso, los cierro y trato de relajarme e imaginar todo como dice.
Mi mente se torna oscura, hay niebla a mi alrededor, escucho pasos acercándose hasta donde estoy pero no distingo las siluetas casi imperceptibles para el ojo humano. Retrocedo lentamente con miedo a que sean los "enemigos" como dijo Hendrick, pero al retroceder una luz se enciende en todo el lugar, dejándome ver que las siluetas no son más que mis amigos. Dejo salir el aire que no sabia que retenía, entorno mi mirada en todos para estar segura de que sí son ellos, pero falta alguien.
—¿Donde esta Kohem? —pregunto para mi misma, mis amigos se observan entre ellos, buscándola.
—Recuerden, los que tienen al frente son sus enemigos. Usen su mente para acabar con ellos. —aconseja Hendrick, su voz se escucha como un eco por todo el "campo".
¿Como hace eso?
—¿Enemigos? Pero si son nuestros amigos. —espeto sin entender nada. Él pregunta si todos ven lo mismo, cada uno de ellos afirma, al unísono.
—Yo no... —reconozco la voz de la asiática, su voz igual se escucha como un eco lejano. Ella es la única que falta, ¿porqué no esta aquí y porqué ella no puede vernos?
Hendrick no dice nada ante la falta de Kohem, solo nos exige concentración, nos pide que acabemos con el "enemigo", pero ellos no son mi enemigo.
Él explica que lo que vemos es producto de nuestra mente, pero todos parecen estar como yo: Perdidos. No creo que mi mente haga clones de mis amigos y luzcan como ellos lucen ahora, justo como yo: Desconcertados.
Le hago una seña a Lili que solo ella entiende, asiente dándome la razón y estoy más que segura que ellos no son mis enemigos.
No puedo hacerles daño, nuestras mentes pueden estar conectadas entre sí, y si daño a uno de ellos podría ser dañado físicamente o mentalmente fuera de este "campo."
—No lo haré. —espeto en voz hasta para todos, pero más para Hendrick.
—Si no lo haces, ellos lo harán por ti. —amenaza Hendrick.
—¿Qué?
Ríe, él esta riendo, burlándose de mi o de todos. Susurra: "ellos acabaran lo que tú no puedes acabar". Mis amigos lucen igual de nerviosos que yo, Lili da un paso al frente y me observa con miedo. Sus manos se extienden en mi dirección, gruñe intentando bajarlas pero no puede, esta siendo controlada.
—Y-yo, yo no sé que me pasa. —tartamudea, luchando aun por detenerse. Intento acercarme pero no me lo permite.—¡No! Yo no controlo mis movimientos, puedo lastimarte Heyden, a todos.
—Lilieth, tranquila. Usa tu mente, recupera tus movimientos usando tu mente, no dejes que él te controle. —susurro acercándome a ella con cuidado.
—¿Él, de quien hablas? —cuestiona Aker, articulo con mi boca en nombre de Hendrick. Mi amigo frunce el ceño sin poder creerse lo que he dicho.
Trato de hacer que mi amiga me observe, si Hendrick dijo que puedo usar mis habilidades entonces puedo controlar a Lilieth y devolverle su movilidad. Le hago señas para que me mire, nuestros ojos conectan y uso esta oportunidad para entrar en su mente. Me concentro en entrar en su mente pero algo me bloquea el paso, le susurro un "relájate". Hace respiraciones profundas para intentar calmar el miedo y el nerviosismo.