A través del coffee

✧*:.。.Prólogo.。.:*✧

prólogo: ¿zeus?

No me hacía mucha gracia estar parada esperando un bus a las 5 de la tarde. Y muchos menos cuando la bendita lluvia no dejaba de correr entre mi sombrilla. Pero ¡maldición! Esto me paso estar durmiendo todo el día entero y sin saber del mundo.

En este instante me quería quitar los cuatro cabellos que tengo en el cráneo, no sabía con que excusa le sabría a mi supervisora esta vez, tal vez, con un " me cruze con un gato negro 10 veces " o "Me perdí en el sendero de la vida ". Chasqueé la lengua, ese ya sé lo había repetido.

Lo único que escuchaba en este instante era la melodiosa voz de la Ed sheeran cantando perfect. Era unas de mis favoritas y cómo definia un gran amor desde niños, pero lo mío no era el amor, eso lo juró.

Me subí al bus después de tener ya de medía hora esperando, mis pies dolían como mil infiernos. Nota mental, no desvelarse viendo Doramas de comedia a las 4 de la mañana, aunque sabía de ante mano que lo iba a seguir haciendo.

Moví me pulgar por la amplía pantalla del móvil, tenía mensajes y llamadas perdidas de Hestia. No, no, no, no la diosa griega del hogar, creanme, esta diosa es peor de lo que imaginan.

Baje del bus para dirigirme al local del frente, cerré mi sombrilla para adentrarme dentro de el.

—¿Hola? —asome un poco mi cabeza —¿Hay alguien?

—Llegas tarde Afrodita —mierda.

Sé lo que estan pensando. Y sí, mis padres tenían un triste y raro complejo con los nombres griegos. Y ponerme Afrodita fue el peor error de sus vidas.

La historia dice todo lo contrario a mi, mientras que Afrodita es la diosa de la belleza, yo soy la diosa de la feas, mientras ella es la diosa del amor, yo soy la diosa de "Siempre caigo en tus brazos sin importar cuantas veces seas un maldito " mientras ella es la diosa de la sexualidad, yo soy la diosa sinsenxualidad. Todo en mi vida es al revés.

—¿Ahora, cual es tu excusa? —cruzo sus brazos.

—Que casi me mata un tiburón —escuché risas mientras negada.

—No es hora para chistes, entra y preparate, por tu culpa tuvimos que atrasar la hora de abrir el café.

Asentí y entre rápidamente dirigiendome al vestidor, donde Hestia me mirada furiosa.

—¿En donde estabas Afrodita?— sonreí, ella retrocedió —A no, no me digas que estabas viendo a tus chinos.

—No son chinos, son coreanos.

—Es lo mismo—rodeé los ojos, ella abrió su casillero —,creo que encontré a mi Zeus.

—¿Zeus? —reí —¿Estas bromeando?

—Tal vez —colocó labial en sus labios —¿Porque la pregunta?—puse los ojos en blanco, Hestia no podía ser una diosa de lo tonta que era ¿o existía una diosa tonta?

—Hestia, Zeus lo conocen por sus infidelidades, no por ser atractivo o romántico.

—Pero fuere —alzo sus brazos—¡Es el Dios del Olimpo! Mientras que Afrodita se caso con Hefesto, un dios débil.

—Pero después se convirtió en un hermoso artesano —me cruze de brazos —¿Por lo menos puedes buscar entre muchos dioses?

—Trataré, no soy tonta —sonrió —¿Y tu cuando vas a encontrar el amor? Ya estoy harta de verte en mi departamento robandome el internet.

—Espera que mi Eros aparezca —me puse el delantal al igual que ella.

—Lo veremos pronto—las dos nos en caminamos hacia donde los primero clientes esperanban.

Hestia, perezosa y fiestera. Y mi mejor amiga, la única amiga que tengo a de decir verdad. Nos conocimos en un accidente muy cómico. Fui atacaba por su pelota de voleibol que reboto en toda mi cara. Ella me miró como lo más subnormal del mundo mientras buscada su pelota. Y Días después descubrimos que nuestras madres eran primas lejanas. Y ahí caí en cuenta porque su nombre era Hestia.

Y así comenzó la Amistad toxica.

—¡Dita! —Hestia llamó mi atención señalando la entrara—Tu Eros llegó.

Sí, Eros, mi Eros, el Dios griego del de los enamorados o más conocido, Cupido.

Desgraciadamente mi Eros era todo lo contrarió, mi Eros una persona fría e indiferente. Pero en demoniadamente atractivo hasta los huesos.Tenía que admitirlo,mi Eros era la envidia de los hombres.

Lo conocí.. bueno, no lo conocí.Lo viole con la mirada y después lo seguí violando en el primer día en que empecé a trabajar en esta cafetería, me dio curiosidad.Porque siempre se sentaba en lo último,tomando una taza de café bien cargada y su periódico del día, ya parecía acosadora.

Hasta el punto de saber quién era sus padres, si, señores.Afrodita sabía quién eran sus padres¿Pero quién en su sano juicio no los conocía? Si eran nada menos que los empresarios más ricos y conocidos del país.

Era acosadora, pero no tanto. O eso era lo que realmente quería imaginar.

Me giré sobre mis talones para atender la siguiente mesa. Tenía que admitir que la jarra de café que traía estaba que ardía y quería terminar de servir café por todo el lugar.



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En el texto hay: primer amor drama

Editado: 17.04.2020

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