Capítulo 8: "El día del corte"

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El cabello empezó a caer en mechones. Primero sobre la almohada. Luego en la ducha. Después, en su sopa de pollo.

Thiago no dijo nada al principio. Se lo acomodaba con gorra o capucha. Hasta que una mañana, mientras se lavaba la cara, vio el reflejo en el espejo. Se estaba quedando calvo. No como los abuelos. Más como una figura dibujada a medias.

—Quiero cortármelo todo —le dijo a Lucía.

Ella no dudó.

—Te traigo a alguien especial.

Horas más tarde, entró Carlos, un voluntario del hospital. Joven, de unos veinte años, ex paciente. Tenía una máquina de afeitar en la mano y una sonrisa amable.

—Yo también pasé por esto —dijo, mostrándole su propia cabeza rapada—. No duele tanto como parece.

Thiago se sentó en la silla. Carlos encendió la máquina. El zumbido llenó la habitación.

Mateo filmaba con el celular. Emma observaba en silencio, con respeto. Cuando el último mechón cayó, Thiago se levantó y se miró al espejo.

—¿Y bien?

—Pareces un guerrero Jedi —dijo Nico por videollamada.

Thiago rió.

Emma le entregó una bandana negra con estrellas blancas.

—Uniforme oficial del escuadrón de los Imparables.

Por primera vez, no sintió vergüenza de su reflejo. Sintió orgullo.