A Trece Latidos

Capítulo 39: "Entre el eco y la raíz"

Episodio 1 — El silencio que avanza

Thiago despertó antes de que el primer rayo de luz tocara la habitación. No era insomnio; era una inquietud que lo había acompañado toda la noche. Había aprendido, a lo largo de los años, que algunos silencios son fértiles: guardan en su interior decisiones que apenas comienzan a germinar.
Se levantó, encendió la cafetera y miró por la ventana. La ciudad aún dormía, pero en el reflejo de los edificios oscuros podía ver a su propio pasado mirándolo, como si lo interpelara. Había llegado el momento de abrir una puerta que llevaba demasiado cerrada.

Episodio 2 — Reencuentro con una sombra

La cita estaba fijada desde hacía semanas, pero sólo hoy sintió el peso real. Iba a reencontrarse con Javier, su compañero de hospital en aquellos días en que ambos soñaban con vivir más que sobrevivir. Javier había desaparecido de su radar hacía más de una década. La última vez que se vieron, uno salía del hospital y el otro entraba a una nueva etapa de tratamientos.
Cuando lo vio llegar, más delgado pero con los ojos aún encendidos, Thiago supo que la historia no había terminado… sólo había esperado el momento exacto para continuar.

Episodio 3 — Lo que no se dice

Hablaron poco del pasado y mucho del presente, pero en cada pausa había un murmullo invisible que completaba las frases. Javier le confesó que había vuelto a pintar, que en sus lienzos siempre aparecía un perro que se parecía sospechosamente a Bruno. Thiago rió, pero no dijo que aún guardaba el collar viejo del animal como si fuera un talismán.
Esa tarde entendió que algunas amistades no necesitan constancia para seguir vivas; basta con una chispa para encenderlas de nuevo.

Episodio 4 — Talleres bajo la lluvia

En el centro comunitario, la lluvia golpeaba el techo como un aplauso intermitente. Thiago estaba guiando un taller para jóvenes con enfermedades crónicas, mezclando escritura y fotografía. El objetivo no era artístico sino vital: crear un espacio donde las historias no fueran un diagnóstico, sino una voz.
Uno de los chicos, Samuel, mostró una foto de sus manos sosteniendo una taza de té, y dijo que para él era “la imagen de la calma que todavía no llega”. Ese instante se le quedó clavado a Thiago.

Episodio 5 — Cartas sin destinatario

Esa noche, de regreso a casa, Thiago sacó una caja de madera donde guardaba cartas que nunca envió. Algunas eran para amigos fallecidos, otras para sí mismo a distintas edades. Comenzó a releerlas, y se encontró con una escrita a los 17 años, donde prometía que, si llegaba a los 30, dedicaría su vida a proyectos que dejaran huella.
La promesa seguía intacta, y ahora se preguntaba si no había llegado la hora de ir más allá.

Episodio 6 — El eco de Buenos Aires

Un correo electrónico lo tomó por sorpresa: lo invitaban a participar en una exposición colectiva en Buenos Aires, con fotografías y textos que dialogaran sobre la memoria y la resiliencia. La propuesta venía firmada por un curador que lo había escuchado en un simposio años atrás.
Thiago aceptó sin dudarlo, pero lo que no esperaba era que el viaje se convirtiera en mucho más que una muestra.

Episodio 7 — Preparativos

Entre organizar el material, coordinar su agenda y resolver los permisos para ausentarse del centro, los días se llenaron de listas y papeles. Pero también de ilusión. Sabía que ese viaje era un puente: uniría lo que había construido hasta ahora con lo que estaba por empezar.
Guardó en su maleta una cámara antigua, la misma que había usado para sus primeras fotos en el hospital. No era un gesto nostálgico, sino un recordatorio.

Episodio 8 — Conversaciones nocturnas

Antes de dormir, habló por videollamada con su hermano mayor. Le contó sobre la exposición y, en medio de la charla, confesó que había estado pensando en escribir un libro que mezclara sus vivencias con las de otros sobrevivientes.
Su hermano no dudó en responder: “No lo pienses tanto. Ese libro ya existe, sólo falta que lo escribas”.

Episodio 9 — El vuelo

En el avión, la ciudad se encogió bajo sus pies. Siempre sentía una mezcla de vértigo y calma cuando viajaba. Cerró los ojos y escuchó el murmullo de las turbinas como si fuera el sonido de un mar distante.
En su cuaderno, comenzó a anotar frases sueltas: fragmentos que tal vez algún día serían capítulos.

Episodio 10 — Primeras luces en Buenos Aires

La llegada a Buenos Aires fue un golpe de luz y viento fresco. Las calles parecían desplegarse como un escenario dispuesto a recibirlo.
Al llegar al hotel, dejó la maleta sin abrir y salió a caminar. No buscaba nada específico, pero cada esquina parecía ofrecerle una pista de algo que todavía no entendía.

Episodio 11 — El café de las paredes rojas

Thiago encontró un pequeño café en una esquina del barrio de San Telmo. Las paredes eran rojas, cargadas de fotos en blanco y negro, y una lámpara de luz tenue iluminaba cada mesa como si fuera un pequeño escenario.
Pidió un café con leche y, mientras lo esperaba, sacó la libreta. Comenzó a escribir sobre cómo ciertos lugares parecen diseñados para que las conversaciones importantes ocurran sin previo aviso. A la mesa de al lado, un hombre leía en voz baja un poema de Benedetti. No supo por qué, pero sintió que eso era una señal.

Episodio 12 — Encuentro con Clara

Al día siguiente, en la galería donde se realizaría la exposición, lo presentó el curador a Clara, una periodista cultural que cubriría el evento. Ella tenía una mirada de curiosidad constante, como si cada frase que escuchaba fuera una historia en potencia.
Charlando, descubrieron que ambos habían pasado largas temporadas en hospitales, aunque en momentos distintos de su vida. Clara le dijo:
—Quizá por eso entendemos las pausas.
Esa frase se le quedó pegada al pecho.




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