Capítulo 5: Confrontación

-Te crees muy ruda y astuta, pero, ya me encargaré de disciplinarte pequeña. Y esto solo aumenta tu deuda- sujeta mi brazo con brusquedad y me advierte con mal humor señalando la mordida. Mientras yo no puedo evitar pensar que se escuchá inexplicablemente sexi.

-Pues déjeme en paz, ¿Quién en su sano juicio acórrala así a una persona que apenas conoce?. Olvídese de mí y de lo que paso esa noche, fue todo un error- respondo ya cansada de esa situación y tirando de mi brazo para que él me suelte.

-Tranquila, déjame saber tu nombre como mínimo, ya que me has mordido. Debes responder por tus actos ¿No crees?- lo observo con desconfianza y luego le hago una señal para que fije su mirada hacia su agarre y me suelte.

Doy un paso atrás y me presento -Soy Aria Angelini- Me mira y sonríe para luego decirme su nombre.

-Un placer Aria, yo soy Leonardo Sinenci- asiento y le doy una mirada seria.

-Le voy a pedir que esta sea la última vez que hablemos, y si nos volvemos a encontrar espero pase de largo porque yo haré lo mismo, que tenga buena noche Señor- le dejo en claro y camino hacia la salida.

- ¿Sabes algo?, siempre consigo lo que quiero y últimamente me parece que eres bastante interesante, eres como tu propio nombre te describe, una exquisita composicion musical que destaca únicamente por si misma. Y que pronto seré capaz de interpretar sin importar cuanto tiempo me tome- sin más me toma de la cintura y me acerca a su cuerpo de un fuerte y rápido tirón, para besarme de forma vehemente sin darme tiempo a resistirme.

Siento sus labios y jadeo al sentir como invade con su lengua mi boca. Una corriente se expande por todo mi cuerpo hasta concentrarse en mi centro, haciendo que me sea imposible resistir tal acto, cierro lo ojos y me permito disfrutar de las mil sensaciones que mi cuerpo vuelve a recordar.

De pronto escucho como alguién se acerca y soy consciente que no puedo continuar y permitir que se tome tales libertades conmigo. Me separo de él agitada y le doy una bofetada, lo miro a los ojos dispuesta a reprocharle, aunque muy en el fondo se oculta un sentimiento que no estoy dispuesta a dejar que crezca.

-Aléjese de mí, no lo volvere a repetir- sin saber que más decir, le doy la espalda, lo que no espero es encontrarme con un hombre joven vestido de negro. La vergüenza me invade al pensar que presenció aquello, pero, no me detengo y salgo de ahí sin mirar atrás.

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Hola 🤗hermosas.

¿Qué tal les va pareciendo la historia?

Espero les haya gustado este nuevo capítulo. Nos vemos pronto, besos 😘.