Capítulo Tres

Chanyeol

Dejar a Baekhyun solo en la cama fue una de las cosas más difíciles que jamás había hecho.

Cuando volví a la sala mi teléfono móvil estaba sonando.

—¿Así que ese es Baekhyun? —Xiumin preguntó, sin molestarse con un saludo.

—Es él.

—Del que estás enamorado —dijo Xiumin con voz emocionada—. Él que te ha hecho languidecer durante todos estos años.

—Yo no estaba languideciendo —objeté. ¿Xiumin pensaba que había estado sentado al lado del teléfono todo el tiempo esperando una llamada? No era tan lamentable. En lugar de eso había follado a todas las mujeres que me encontré a la espera de su llamada telefónica.

—Entonces, ¿qué vas a hacer ahora que lo tienes? ¡Y no habías mencionado lo hermoso que es! —Xiumin dio un ronroneo lujurioso por el teléfono—. Te podría echar una mano si llega a ser demasiado trabajo para ti.

—Te sorprendería lo rápido que puedo matarte y esconder tu cuerpo —le dije, terminando con una sonrisa lo que Xiumin sabía que era broma.

Más o menos.

Hubo una larga pausa.

—Entendido, chico hermoso fuera de los límites.

—Exactamente. Chico hermoso extremadamente fuera de los límites. Sehun fue lo suficientemente estúpido como hacer daño a Baekhyun, así que estoy tomando esto a mi favor. Le puedo mostrar cómo un hombre se supone que debe ser tratado.

Xiumin rió. —¿Así que Playboy Chanyeol le va a mostrar todo lo que el joven se ha perdido? ¿El hecho de que nunca has tenido sexo gay es un factor de esta ecuación? ¿Qué pasa si tú encuentras que no te gusta estar con otro hombre?

Yo no podía parar de reír. —¿No es como hacer el amor a la otra mitad de mi alma?

—No tienes que reírte de mí —dijo Xiumin con voz contrariada.

—Lo siento. —Me froté las lágrimas de risa de mis ojos—. A veces tienes las más estúpidas ideas. No hay manera de que no voy a disfrutar de Baekhyun. He esperado años para que crezca. Ya he terminado con la espera.

—¿Qué pasa si no está listo? ¿Quieres ser su chico de rebote?

Respondí sin dudar. —Me gustaría ser cualquier cosa de Baekhyun.

Baekhyun

Desperté en etapas lentas y dolorosas. En primer lugar me dolían las piernas, mis manos, mi espalda y... Todo era un mundo de dolor.

Una mano cálida acarició suavemente mi hombro. —Aguanta bebé, voy a conseguir tus medicamentos.

Chanyeol.

¿Porqué estaba Chanyeol llamándome bebé y por qué estaba en mi habitación?

Los acontecimientos de la noche anterior se apresuraron a regresar a mí como un sueño extraño. Sehun golpeándome, Chanyeol rescatándome y un desconocido llamado Xiumin mirándome como si yo fuera su nuevo tipo de comida favorita.

—Aquí. —Chanyeol me ayudó a sentar con ese toque suave que siempre usaba. Probablemente parte de su habitual rutina de cuidado del paciente. Traté de no tomarlo como algo personal. Le dejé colocar dos pastillas en la boca y resistí el impulso de chuparle los dedos hasta que uno de nosotros se viniera. Tragué diligentemente las pastillas y el agua, miré a los ojos preocupados de Chanyeol.

—Estoy bien.

—Más te vale. Nunca vas a volver con ese hijo de puta. No era una pregunta. Fue una declaración.

—Sí, Chanyeol.

—Puedes ir desde aquí a la universidad. Si necesitas algo más, házmelo saber. He arreglado tus elementos de arte por allá.

Miré y vi todos mis preciosos lienzos cuidadosamente apilados contra la pared y mis lápices, papeles y pinturas organizados en el escritorio. Me tragué el nudo en la garganta que maliciosamente intentó hacerme llorar.

—Gracias, Chanyeol. —No necesité decir más. Él sabía lo que conseguir mis materiales significaba para mí.

—No hay de qué. —Chanyeol colocó un beso suave en la parte superior de mi cabeza.

Lo perdí. Echándome a llorar, yo fui vagamente consciente de que Chanyeol me llevaba en sus brazos.

—Shh, bebe. Shh. Vas a enfermar. Ese hombre malo nunca te va a tocar otra vez.

Palabras de amor y besos suaves llovieron en mi cabeza. Confundido, levanté la mirada sólo para tener esos besos transferidos a mis mejillas y el mentón. Frustrado, deslicé mis manos en el cabello de Chanyeol. Girándolo hacia mi yo encerré sus labios y viví la fantasía de mi vida besando a Chanyeol.

El calor se vertía en mí desde la conexión fluyendo de la boca de Chanyeol a la mía. Los años de acumulada atracción enviando picos de deseo a través de mi cuerpo como tratando desesperadamente de fusionar mis labios a los suyos, revoloteando en sus brazos. En pocos minutos, yo sabía que él volvería a sus sentidos y este glorioso momento se habría ido.