Capítulo Cuatro

Salpiqué la pintura sobre el lienzo, concentrándome en las líneas y formas, tratando de presentar mi visión como fue. Sonriendo tarareaba junto a la música mientras trabajaba.

Mi teléfono móvil timbró.

Inclinándome sobre él vi que era el número de Sehun. Presioné el botón del altavoz.

—¿Qué quieres? —pregunté.

—Pensé que deberías saber que estoy curado y vengo por mi chico de vuelta.

—¿Qué quieres decir, curado?

—Oh ¿tu caballero blanco no te contó? Él y su amigo me dieron una paliza cuando vinieron y recogieron tu mierda.

Una lenta sonrisa cruzó mi cara. Debería haberme preocupado. Alguna vez me había preocupado por Sehun. Ese tiempo se había ido luego que el arrojara el primer golpe.

—Me alegro que hayas sanado, pero si crees que me voy a sentir mal por ti después de que me pusiste en el hospital, estás equivocado. La cosa más inteligente que hice fue salir de ti.

—Volverás. —La voz resbalosa de Sehun rezumaba satisfacción por la línea—. Tú eres del tipo leal. Además, tú no quieres saber lo que le haré a tu precioso médico si no vuelves.

—¿Qué crees que vas a hacer? —repliqué—. Ya has tratado de romper todos los huesos de mi cuerpo.

—Lo siento por eso, Baekhyun.

Una risa histérica burbujeaba en contra de mi voluntad. —Eso es lo que dijiste la última vez y mira donde fui a parar de nuevo.

—Tú realmente deberías evitar hacerme enojar. —La voz de Sehun sostuvo fríamente la familiar ira.

Yo sabía que si hubiera estado en nuestro antiguo apartamento ya estaría sangrando en el suelo. Esa imagen, más que nada, me impidió regresar con mi amante.

—Voy a hacer algo mejor que eso. Voy a permanecer lejos de ti por completo.

—Oh, no quiero hacer eso, Baekhyun-boy, —dijo Sehun en un tono cantarín.

—¿Por qué no?

—Porque entonces voy a tener que encargarme de tu Chanyeol.

—Aléjate de Chanyeol. —Corté la conexión. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho como un martillo neumático. ¿Qué iba a hacer? Sehun le haría daño a Chanyeol. Chanyeol, el hombre que me había protegido desde que era niño. Yo no podía dejar que eso sucediera.

Yo tendría que encargarme de Sehun.

El timbre sonó distrayéndome de mis visiones sobre escenarios improbables en donde yo era lo suficientemente fuerte como para tomar a un hombre dos veces mi tamaño.

Como un idiota, no miré antes de abrir la puerta.

Sehun estaba de pie afuera con un teléfono agarrado en su mano.

—Sorpresa.

Nunca vi venir el golpe. El dolor explotó en mi cara y todo quedó a oscuras.

Chanyeol

Al principio no pensé nada cuando Baekhyun no respondió cuando llamé en mi descanso. A menudo se encerraba en su arte y no escuchaba el teléfono, pero una pequeña sensación me persiguió durante mi día de trabajo, como un dolor de muelas que no iba a desaparecer, pero que no era lo suficientemente doloroso como para conseguir mi completa atención.

No fue sino hasta que llegué a casa y encontré la puerta abierta, sin signos de Baekhyun, que el pánico se apresuró a través de mí con la velocidad de un tren de carga.

Baekhyun estaba perdido.

Llamé a la policía pero como era un adulto y no habían pasado veinticuatro horas, no se preocuparon. Al parecer, una puerta abierta y sin otros signos de entrada forzada era la señal de un novio desconsiderado lo que no ameritaba una búsqueda.

Llamé a Xiumin.

—Baekhyun está perdido —le dije tan pronto como contestó el teléfono.

—¿Qué quieres decir con perdido?

—Cuando llegué a casa la puerta estaba abierta. Sehun ha estado llamando. Creo que podría tener a Baekhyun. Voy a su apartamento a buscarlo.

—Nos encontraremos allí. ¡No entres sin mí!

—Entonces es mejor que no llegues tarde. —Yo no tenía la paciencia para esperar si Baekhyun estaba en peligro.

Sehun era un psicópata que no tenía ningún problema en golpear a su amante. Debería haberle hecho más daño la última vez que nos encontramos. Obviamente, no había puesto ningún temor en él, si pensaba que podía venir a mi casa y robarme a mi hombre.

El temor se transformó en furia.

Yo estaba listo para matar al hijo de puta.

Mi coche chirrió y yo me detuve en frente al lugar de Sehun. Xiumin ya estaba allí. Mi amigo sabiamente me había tomado en serio cuando le dije que no iba a esperar.