Capítulo Uno

Xiumin

Algunos días, el espejo me deprime. Las personas creen que lo tengo todo, un gran trabajo, un montón de dinero, amigos increíbles... y lo tengo.

Sin embargo, mi cama está constantemente vacía y soy, lo que mi mejor amigo Chanyeol llama, un imán de perdedores. Si hay un pendejo imbécil, posesivo y superficial, dentro de un radio de cien millas, lo voy a recoger como mi nuevo amante. Que, desgraciadamente, conduce a una constante búsqueda, de un nuevo compañero de cama.

Y no me gustan las citas.

Nada me deprime más que ir a un club, que tener decenas de personas que no saben otra cosa más que hacer, que agarrar mi culo. Nunca trataría de manosear a alguien, sin saber su nombre. Lo mismo no puede decirse de todos los demás.

Empujando hacia abajo mi autocompasión, me deslice en un par de pantalones vaqueros negros ajustados y una apretada camiseta roja, antes de tirar una camisa de botones blanca y fresca sobre el conjunto. Quería verme bien para la cena, entonces podría quitarme una camiseta, en el club, si hiciera demasiado calor en la pista de baile. Había prometido encontrarme con Chanyeol y su amante Baekhyun, a las ocho. Íbamos a cenar, donde trataría de disfrutar de la comida, mientras veo a Chanyeol hacerle ojitos, al amor de su vida.

Cuando Chanyeol me había dicho, por primera vez hace años sobre su amor por Baekhyun, tengo que admitir que había pensado que el hombre estaba inventándolo, creía que era otro hombre gay en negación. Sin embargo, cuando lo arrastré a todos los bares gay que pude encontrar, y no mostró interés en nadie, incluso en uno de los bellos hombres que le presente.

Mierda, el hecho que nunca me dio una sola mirada lujuriosa, debería haber sido un indicativo de algo. No me gusta presumir, pero nunca he recibido queja alguna sobre mi belleza, las he tenido sobre muchas otras cosas, pero nunca de mi apariencia.

Una vez me encontré con Baekhyun, en cierto modo entendía la obsesión de Chanyeol. El hombre tenía una dulzura innata, te llevaba a querer envolverlo en algodón y cuidar de él. Añadiendo el hecho de que es un artista increíble y precioso, cualquier tipo quería a Baekhyun, incluso yo.

En su lugar, tenía una cama vacía y una agenda más vacía.

Afortunadamente mi carga de trabajo era pesada, lo que me ayudaba a combatir mi soledad. Ir a la cama agotado, todas las noches, me impida notar el doloroso vacío de mi vida, hasta el día siguiente. Lo que daría por no despertar solo, nunca más.

Sonó mi teléfono.

Lo cogí, sin molestarse en comprobarlo. No necesitaba hacerlo. Chanyeol carecía de paciencia, que siempre tuvo. —Chanyeol, te dije que te vería en un rato.

—Es tarde, Xiumin. ¿Es el mismo CHANYEOL con el que estudiaste en la universidad?

Sonreí, mientras la voz de mi tía Juniel, llegaba a través de la línea.

—Buenas tardes, tía Juniel, ¿cómo estás?

Creo firmemente, que no hay una mujer más dulce en el planeta, que mi tía Juniel.

—Estoy muy bien, cariño. —Hubo vacilación en su voz, lo que me dijo que no me iba a gustarme lo que tenía que decir.

—Esperaba que me hicieras un pequeño favor.

—Por supuesto. —No lo dudé. Cuando salí ante mi familia, me hizo magdalenas con pequeños arcos iris, para celebrar. Siempre me dice que mantenga la cabeza en alto y no acepte la mierda de nadie. Mi madre me compró una caja de condones, para mantenerme a salvo, mientras que mi padre me inscribió en clases de boxeo.

Amo a mi familia. Puede que no siempre me entiendan, pero no puedo decir que no tratan. —Hoseok se está mudando y yo tenía la esperanza, de que pudiera quedarse contigo durante un mes o dos, hasta que encuentre un lugar.

Mierda.

Hoseok era la excepción. Por mucho que yo adoraba a mi tía Juniel, tenía un culo gorrón por hijo. Estoy convencido, de que el diccionario tiene una foto de él debajo de la palabra, derecho. Si venía a vivir conmigo, nunca conseguiría sacarlo.

—Sólo tengo una habitación. No hay lugar para que él duerma.

Un largo suspiro, cruzó la línea. —Puede dormir en tu sofá. Tienes un sofá, ¿verdad?

Pude ver que mi período de sequía de citas, acaba de extenderse.

—Sí tengo un sofá, pero no creo que sea muy cómodo, para dormir.

Por Favor que cambie de opinión.

No podría tener la conciencia tranquila, por negarle algo a mi tía. Si ella insistía, era mi fin. —Por favor, Xiumin. Prometo que no será ningún problema. Voy a decirle que sólo tiene un mes, entonces tiene que salir. Si tienes que darle una patada después de eso, voy a entenderlo.

—¿Tiene un trabajo? —le pregunté como último esfuerzo. No me extrañaría que el bastardo viniera sólo, para venir de gorrón. Nunca le había gustado. Seok era uno de esos tipos estúpidos, que decía todas las cosas correctas, pero no sabía el significado de ninguna de ellas. Incluso cuando era un niño, había sido un idiota.

—Sí, fue contratado en una compañía financiera, es por eso que está mudándose. Es que simplemente no tiene un apartamento todavía. Te lo prometo, Xiumin, Seok ha dado un completo giro a su vida.