Aa 02 - Protegiendo a Xiumin [chenmin]

Capítulo Cuatro

Xiumin

La casa de Jongdae, era un alivio para el estrés de mi día. Solo quería meterme en su cama y nunca salir de nuevo. Por desgracia, todavía tenía que llamar a mi tía.

Sospechaba que no había contestado el teléfono antes, porque no reconocía el número. La visión de mi tía, había estado disminuyendo, desde hace años por lo que tenía timbres distintivos, para todos los miembros de la familia. Si era el timbre del teléfono genérico, no respondía.

Me tire en el sofá, marqué a mi tía. Jongdae se sentó un poco más abajo y me acomode, hasta que tenía los pies apoyados en sus piernas. Vi cómo me quitaba los zapatos y los calcetines y luego procedió a frotar mis pies, con suavidad. Dejé escapar un gemido, cuando mi tía contestó el teléfono.

—¿Xiumin, tienes que hacer llamadas telefónicas obscenas? —la voz de la tía Juniel, sonaba divertida, en mi oído.

—Lo siento, tía. Jongdae me frotó los pies y esa fue mi respuesta.

—¡Ohhh de verdad! —podía escuchar la anticipación en su voz, mientras se preparaba para un muy buen interrogatorio.

—No te he llamado para hablar de Jongdae —, traté de interrumpirla, antes de que comenzara a hacer todo tipo de preguntas.

—Nunca quieres hablar de tus hombres —, se quejó.

—Te voy a contar todo acerca de él, más tarde. En este momento, tengo que decirte algo sobre Seok.

—¿Qué ha hecho ahora? Juro, que los problemas encuentra a ese niño, casi todos los días.

—Fue apuñalado —no había manera de endulzar la situación.

—El doctor dice que no hay órganos perforados y debería tener una buena recuperación.

Bueno, quizás si debí endulzarlo un poco.

—¿Qué pasó? —joder, podía oír las lágrimas en su voz. Prefería sacarme los dientes, que hacer llorar a mi dulce tía.

—No fue un intruso en mi apartamento. La policía está investigando por qué alguien quebró las cámaras y atacó a Seok.

El silencio en el teléfono, se estiró. —¿Tía Juniel?

—¿Dónde estabas?

—Estaba en una cita.

—¿Así que mientras estabas de fiesta, a mi hijo le hicieron daño?

Por primera vez, la tía Juniel no sonaba tan dulce. Había un borde duro en su voz, que nunca había oído antes. —Debería haber estado a salvo. Vivo en un apartamento seguro. Hay cámaras en cada planta y se necesita una llave, para entrar en el edificio.

—¿Quién lo apuñaló?

—Nadie lo sabe. La policía está buscándolo. Te daré un vuelo para que vengas aquí. ¿Cuándo quieres venir?

—Voy a hacer mis propios arreglos, Xiumin. Creo que has hecho suficiente.

El sonido de la línea desconectándose, era fuerte en mi oído. Cuando mire a la pantalla, mostró que la llamada había terminado.

—Mierda.

—¿Qué pasa, amor?

—Me colgó. —Me quedé mirando la pantalla, con incredulidad.

—Me hace responsable, de que Seok se hiciera daño.

Jongdae dio un corto resoplido. —Creo que es más probable que sea alguien de su pasado, pero aún así deberías repasar tus casos actuales.

—¿Mis casos? —no estaba realmente prestando atención. Estaba más preocupado, por que mi tía me Juniel me creía responsable, de la lesión de su hijo.

Jongdae sacudió mis pies. —Concéntrate.

—Lo siento. Sabes que me dedico, sobre todo, al derecho de familia, y mis casos últimamente, han sido bastante tranquilos, divorcios amistosos, dos casos de custodia en que ambos padres querían lo mejor para sus hijos y sólo necesitan un abogado, para redactar los documentos adecuados.

—Ni siquiera he estado en la corte por un mes más o menos.

—Negué con la cabeza. —Nada tiene sentido.

Me sentí con náuseas, por la idea de que alguien podría haber atacado a Seok, porque querían hacerme daño. No sabía a cuántas personas les había dicho dónde estaba alojado, por lo que tenía más sentido, que estuvieran tras de mí, en lugar de Seok.

—¿Qué pasa con los ex-novios? ¿Cualquier persona que no apreciaría ser un ex?

Negué con la cabeza. —Mis novios por lo general, me dejan, no al revés.

Era la triste verdad. Después de un tiempo, los hombres que inicialmente estaban interesados en tener algún buen chico, caminando bajo su brazo, decidieron que no les gustaba toda la atención que traía conmigo, cuando salíamos.

—Eh. ¿Qué hay del refugio, en el que ayudas?

—¿Cómo sabes que soy voluntario, en el refugio de mujeres?

Se encogió de hombros. —Pregunté por ahí, acerca de ti. Sé que también haces horas extras, en la oficina.

Era mi turno de encogerse de hombros. —Me gusta ser útil y he heredado mucho dinero, cuando mi abuelo murió.

—¿Por qué no dejas de hacer horas extras?



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En el texto hay: detectives, amigosconderechos

Editado: 15.05.2023

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