Aa 03 - Al cuidado de Jiyong [gtop]

Capítulo Uno

Seunghyun

Cuando me llevaron a través de la sala de emergencias, traté de no inhalar el olor a antiséptico y a enfermedad. Odio los hospitales. No es sólo una leve aversión, es un verdadero odio por los edificios que albergan la muerte y se chupan el dinero de los bolsillos de los vivos. Está bien, podría estar exagerando, pero mi madre murió de cáncer, mi padre de un ataque al corazón y mi pareja a causa de un accidente de auto, todo en el interior de las estériles y antisépticas paredes de un hospital. No tengo un sólo recuerdo positivo de cualquiera de estas supuestas instalaciones curativas. Mi nacimiento no lo tenía en cuenta, ya que no podía recordarlo, probablemente eso era algo bueno.

—Puedo caminar —le gruñí a los paramédicos.

—Estás sangrando. Quédate quieto —ordenó Yerin. Le fruncí el ceño a la única fémina del equipo de paramédicos que estaba empujándome a través de la sala de emergencias. Ahora mismo, estaban haciendo que su misión en la vida fuera atormentarme con atención médica, quisiera o no. Sabía que no tenía una herida que amenazara mi vida, la bala había atravesado el hombro y salió del otro lado.

Yerin me frunció el ceño, pero mi ruda mirada de policía tuvo poco efecto. Ella había tratado con cosas mucho peores que un lesionado detective gruñón. Yo era, probablemente, el equivalente a un chihuahua miedoso para una mujer acostumbrada a tratar con pitbulls.

Su sonrisa no me tranquilizo en lo absoluto. —Guárdalo niño bonito. No voy a abandonar tu lado hasta que sepa que has sido suturado. He conocido a tu pareja. Ella te habría dado una patada en el culo hasta asegurarse de que fueras visto por un médico.

Suspiré y golpeé con la cabeza hacia atrás en la camilla.

¿Cómo iba a discutir con la verdad? Además, nunca lo admitiría, pero las luces estaban girando un poco y mi estómago se arremolinaba más que un loco carrusel, en un parque de diversiones psicótico. Sin embargo, un equipo de expertos interrogadores no podría sacarme una confesión. Si pudiera mentir al médico para que me dejara ir, entonces tendría todas las de ganar. Me arrastraría a casa, si fuera necesario.

Se me hizo pasar a un pequeño cubículo y me transfirieron a una cama de hospital. Gruñí debido a que mi lesión fue sacudida. El médico podría no tener que cavar para hallar la bala, pero todavía tenía que coserme.

Con suerte, no habría ningún daño en el músculo. No podía sentir mucho en mi lado derecho, salvo el ardiente dolor y la humedad de la sangre que goteaba en mi piel. Fue el dolor de cabeza, debido a un golpe contra un contenedor de basura, lo que me preocupaba más. Si tuviera una conmoción cerebral, insistirían en que me quedara toda la noche. Agarré mi bolsa de hielo con más fuerza.

—Hola, soy el Dr. Jiyong Kwon.

Una profunda voz me hizo abrir los ojos para ver la fuente.

¿Cuándo los había cerrado?

¡Oh. Yum!

Tendría que tener más de una herida de bala para no darme cuenta de los seis pies (1) de delicias, de pie junto a mi cama. Hombros anchos, pelo corto y rubio y ojos grises, atrajeron mi atención.

Todos los puntos positivos fueron cubiertos en una capa blanca, como un regalo de Navidad a la espera de ser desenvuelto. Si no me sintiera como una mierda y probablemente me veía peor, me he... Bueno, no habría hecho nada, pero soñaría un montón. Los hombres como el doctor delicioso no van, generalmente, por los hombres de cuello azul (2) como yo, pero eso no quería decir que no sería protagonista en un montón de mis fantasías masturbatorias.

—¿Herida de bala? —preguntó el Dr. Kwon.

—Sí, lo atravesó, pero dejó un agujero de buen tamaño —dijo Yerin. Su compañero dio un gruñido, supongo que era para verificar su evaluación. Sólo había unas pocas cosas que podría descifrar del gruñido dialecto. Yerin continuó, como si su pareja le hubiera dado un rotundo respaldo.

—También se golpeó la cabeza. Tiene un hematoma en la parte posterior de su cráneo. Sus ojos están siguiéndome, así que no creo que tenga una conmoción cerebral, pero es posible que desee darle un doble chequeo.

Podría haber hablado, pero el médico volvió su atención hacia mí y se me olvidó cómo hablar. Un chisporroteo de atracción saltó por mi espalda y mi pene se endureció. Por suerte, la manta cubrió mi erección cada vez más grande. Incluso una bala en el hombro no podía hacer que dejara de querer al atractivo médico.

Definitivamente, tenía todo tipo de cosas que podía arreglar, aunque ninguno tenía que ver con la curación y definitivamente no se llevaría a cabo en un hospital.

—Gracias, voy a darle un vistazo —Kwon respondió a la evaluación de Yerin con tranquila aceptación y aprecio.

Algunos médicos trataban a paramédicos y enfermeras como si fueran sirvientes, como si sólo estuvieran allí para servirles en lugar de verlos como profesionales capacitados que trabajaban duro para ayudar a la gente.

—Asegúrate de que no escape de aquí. Es escurridizo —advirtió Yerin.

—Es como si me conocieras —dije batiendo mis pestañas hacia ella, pero sólo me dio una sonrisa en respuesta. —Además, la última vez el médico no dijo que no podía salir, sino que era algo que no aconsejaba.



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En el texto hay: detectives, amigosconderechos

Editado: 15.05.2023

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