Aa 03 - Al cuidado de Jiyong [gtop]

Capítulo Tres

Seunghyun

Me senté en el bar y bebí mi cerveza. Cuando Jiyong me había enviado un mensaje diciéndome que iba a llegar tarde, no me había importado. Había dejado colgadas más de un par de citas por terminar mi trabajo. Decidido a ser paciente, bebí. Una hora más tarde, también bebí la de Jiyong. A mitad de la tercera, alguien se unió a mí.

—No me gusta ver a un hombre beber solo.

Me tomó un minuto para reconocer a mi nuevo compañero.

—Hola, te ves mejor.

El joven ya no estaba herido. En cambio, sus rasgos afilados estaban en el límite de bonitos. Mis dedos se cerraron con la necesidad de cepillar el cabello color ébano hacia atrás. Había tenido un gato, cuando era un niño, que había tenido un pelaje negro brillante. El cabello de Jongin me recordaba eso.

—Es bueno verte de nuevo, detective Choi. ¿Estás solo?

Suspiré. —Creo que mi cita me plantó. Se suponía que acababa de terminar su turno, pero se retrasó. No sé si va a venir

—Traté de mantener a raya la tristeza de mi voz, pero por su expresión, no funcionó.

Me dio una palmada en la espalda. —¿Dejarías que te invite algunas alas? Es lo menos que puedo hacer, ya que me salvaste de mi hermano la semana pasada.

—Voy a darle a mi cita un poco más de tiempo, antes de que me deshaga totalmente de él. —Había tratado de ser justo, después de todo, Jiyong me había enviado un mensaje acerca de su retraso.

—Me sorprende que me reconozcas.

—Digamos que dejó, una fuerte impresión en mí —Jongin deslizó un dedo por mi brazo. —Una buena impresión.

—Te agradecería que quites tus manos de mi cita. —La fría voz de Jiyong me hizo levantar los ojos, para encontrarlo de pie, justo detrás de mí.

—Ah, allí estás —le sonreí. Mi sonrisa podría haber sido un poco exagerada, pero estaba realmente contento de ver al hombre.

—Lo siento. Hubo un gran accidente y necesitaban mi ayuda. El siguiente turno acaba de ingresar, para mi gran alivio.

—Oh, hombre. —La culpa me golpeó. Había dejado que un chico coqueteara conmigo y Jiyong había estado con las víctimas de un accidente. —¿Todo el mundo se encuentra bien?

Jiyong sacudió la cabeza. —Una mujer murió. Su hija de dos años está a la espera de que los servicios sociales vengan por ella.

—Oh, maldición. —Mi corazón sangró por la pequeña, que probablemente nunca recordaría a su madre.

—Sí.

Jongin me dio unas palmaditas en el brazo. —Fue agradable verte. Te veré más tarde.

Volví mi atención de nuevo a Jongin. —Lo siento hombre, supongo que no me plantó en lo absoluto.

—Está bien. Sólo recuerde, que le debo algunas alas.

La expresión de Jongin me dijo que estaba realmente decepcionado, pero ponía buena cara a todo. Asentí con la cabeza, porque no quería tratar con el flechazo del chico, más de lo que ya lo había hecho. Probablemente había tomado todo su valor el preguntarme en primer lugar.

—Nos vemos más tarde Jongin—Jiyong no tuvo ningún problema en echar al joven.

Traté de ocultar mi diversión ante la falta de sutileza de mi cita.

—¿Sigues con deseos de salir a comer? Sólo puedo llevarte a casa y follarte hasta que estés relajado.

Jiyong rió. —Por muy tentador que sea eso, me gustaría comer primero. Por no hablar de que debes consumir algo de comida para absorber todo ese alcohol.

Hice un desdeñoso sonido. —Sólo he tomado dos... y un poco más.

—Ajá. —Jiyong pasó un brazo a mí alrededor y me llevó a una mesa.

Afortunadamente, el restaurante informal tenía una política de “siéntese donde quiera”. Dejé que el médico me metiera en una cabina, antes de que este se sentara del otro lado. De inmediato, deslicé un pie a cada lado de Kwon, atrapando sus pies entre los míos. Él sonrió, pero no hizo ningún comentario, mientras me pasaba un menú.

—Estoy pensando en algunas alas y palitos de mozzarella.

—Suena bien. Voy a pedir una ensalada para acompañar.

—¿Una ensalada? —Jiyong arrugó la nariz.

—La acompañare con algunas frituras. —Me gustaba comer verduras con cada alimento, no importándome lo que estuviera comiendo con ellos.

—Eh, pensé que los médicos creían que era algo saludable y que se suponía que los policías subsisten con donas. —Me estremecí, exageradamente—. Toda esa harina blanca y azúcar.

¡Qué asco!

La expresión de Jiyong me hizo reír. A decir verdad, me gustaban mucho las rosquillas de vez en cuando, pero no pude resistirme a burlarme de mi cita.

Nuestro camarero se precipitó a nuestra mesa. —Soy Jin, voy a ser su camarero esta noche. ¿Puedo ofrecerles algo de beber?

Observé mi copa por un momento cuando Jiyong ordenó la suya.

—Creo que voy a pedir agua. Ya he tenido suficiente cerveza por esta noche.



#5629 en Otros
#908 en Acción
#1610 en Fanfic

En el texto hay: detectives, amigosconderechos

Editado: 15.05.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.