Aalis

Capítulo 8

Aalis

Entré con una cara imperturbable al comedor, sitio en donde todos los estudiantes se reunían a mitad de la jornada a comer. En lo que iba de la mañana no había alguien que no se me quedara viendo, según Adler es porque soy nueva, pero yo pienso que es la maldad en mí lo que los atrae, además, claro, de mi atractivo físico.

─ Tenemos que recoger una bandeja y servirnos lo que vamos a comer ─ dijo Adler interrumpiendo mis pensamientos y mirándome directamente a los ojos, algo que ha hecho seguido en lo que va de la mañana y que me gustaba que hiciera.

Yo asentí y lo seguí al lugar de las bandejas notando los susurros sobre nosotros por parte del resto de los estudiantes.

─ Al parecer soy un tema interesante de qué hablar ─ le dije a Adler mientras que esperábamos en la fila para tomar la comida.

─ Solo será unos días, luego se les pasará la novedad.

─ No lo creo, no por lo menos hasta que sepan todo sobre mi vida ─ le respondí, ya había pasado por esto, hace demasiados años ─ las personas no se detienen hasta que te ven destruida, recuérdalo.

─ Siento si te hice recordar algo.

─ Es tu turno ─ dije para cambiar el tema. Adler escogió su comida y yo hice lo mismo.

─ Vamos a esa mesa, ya mis amigos están ahí ─ señaló una mesa cerca de las ventanas donde estaban un chico que no conocía y Emma.

Caminamos hacia ella rápidamente esquivando los demás estudiantes que buscaban una mesa. Cuando llegamos Adler tomo asiento frente al chico y yo me senté a su lado quedando al frente de Emma.

─ Soy Luke mucho gusto ─ el chico me extendió la mano

─ Soy Aalis ─ dije estrechando su mano

─ ¿Te llamas Aalis? ─ preguntó Luke

─ Eso he dicho ─ Luke me dio una mirada extraña y luego miró a Adler de la misma manera.

─ ¿Ya conociste a Emma? ─ volvió a preguntar Luke, pero esta vez solo me dediqué a asentir.

Luego de esa charla el almuerzo pasó en silencio que solo era interrumpido de vez en cuando por Luke.

_______________________________________________

Adler

En los días luego de que Aalis se fuera pensé en todas las preguntas que quería hacerle cuando nos volviéramos a ver. El día de obtener las respuestas al fin había llegado.

Luego de salir de la escuela ambos vinimos a mi casa para hablar de los temas importantes y que yo pudiera hacer las preguntas, pero por alguna razón en estos momentos, mientras ambos estábamos sentados en mi cama, encontraba más interesante verla. Tenía unos ojos como los que nunca había visto, eran oscuros y cuando te ve, justo como lo está haciendo ahora conmigo, es como si pudiera leer todo lo que piensas.

─ Haz las preguntas que quieras ─ dijo Aalis interrumpiendo mis pensamientos mientras miraba el techo de mi habitación como si fuera algo interesante.

─ ¿Cómo sabías mi nombre? ─ hice la pregunta que más rondó en mi cabeza estos días.

─ Alguien me mantenía informada por medio del cuadro. Cuando naciste, una persona con un alma pura, empecé a "vivir" en el cuadro en que el que me viste y a comunicarme con el dueño del museo.

­─ ¿Con William Akerman? ─ pregunté recordando el nombre del dueño del museo

─ Sí, él es un brujo menor así que me pude comunicar con él. Me tenía tanto miedo que no quería que encontraras el anillo, cuando se dio cuenta que eso era inevitable se fue.

─ Eso responde a otra de mis preguntas ─ dije satisfecho de encontrar respuestas ─ Tengo solo una pregunta más ¿Es cierto todo lo que dicen?

─ Solo digamos que hay cosas ciertas y otras que no ─ dijo seria y removiéndose en el colchón, notablemente incomoda.

Viendo que no se sentía cómoda hablando de su pasado decidí cambiar de tema.

─ ¿Pudiste entender las clases de hoy?

─ La mayoría sí, lo que no entienda lo buscaré en el apartito ese y grabaré la información en mi cerebro ─ hizo un movimiento con las manos como restándole importancia, claro porque lo que dijo que dijo es lo más común del mundo.

─ ¿Lo grabarás? ─ pregunté

─ Ventajas de ser una bruja ─ dijo encogiéndose de hombros sin dar más detalles ─ Por cierto, estás seguro de que tu amiga Emma es humana.

─ Claro que es humana, la conozco desde hace años ¿por qué preguntas?

─ Hay algo en ella que me hizo repelerla y estoy segura de que ella sintió lo mismo por mí.

─ Quizás se sintió intimidada por tu mirada, puedes lograr eso con bastante facilidad.

─ No es eso, sé cuándo intimido a las personas, por eso sé que a ti no te intimido ¿me equivoco? ─ dijo Emma girándose para estar completamente frente a mí

─ No me intimidas, cuando te vi en lugar de sentir miedo tuve curiosidad ─ dije sincero

─ ¿Qué clase de curiosidad? ─ dijo acercándose un poco más a mí ─ pregunto porque la última vez la curiosidad de las personas hacía mí me llevó a la hoguera.

─ Siento curiosidad por ti, no por lo que eres.

Al parecer esa respuesta le sorprendió porque no me dijo nada más por un momento, solo se dedicó a mirarme sin decir nada y no es que me molestara porque, como ya lo he dicho, su mirada era atrapante, como hipnotizante. En ese momento mientras ambos nos mirábamos sentí que había tomado la decisión correcta al probarme al anillo ya que eso me llevó a este momento que, curiosamente, no quería cambiar.

─ Me gustó esa respuesta, Adler ─ me dijo Aalis con una sonrisa y eso solo confirmó mi pensamiento anterior.

 

________________________________________________________

Volvía a estar solo en mi cama, pensando en como me sentía cuando estaba con Aalis. Era extraño nos habíamos visto demasiado poco, pero sentía un inevitable y extraño sentimiento de atracción hacia ella ¿Tenía que ver el que ella fuera bruja y yo un alma pura? Ni idea, pero quería descubrirlo y por eso no podía esperar al día siguiente para volver a verla.



#10895 en Fantasía
#22484 en Novela romántica

En el texto hay: fantasia, romance, brujas

Editado: 20.03.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.