El frío empezaba a morder cada fibra del cuerpo de Jax "El Relámpago" Hunter mientras se tambaleaba apoyado en Raimod, atravesando las calles desiertas de la Ciudad del Martini con Hielo. La herida en su costado ardía como arma de plasma, y la debilidad comenzaba a hacer mella en él, pero su voluntad de sobrevivir lo mantenía en pie.
—Aguanta, Hunter —susurró Raimod, su voz grave apenas audible por encima del viento que cortaba—. Solo un poco más y llegamos.
Finalmente, llegaron a una escotilla de hierro oxidado en un callejón oscuro, apenas visible entre los escombros y la nieve. Raimod la abrió con un crujido metálico, revelando un túnel angosto que descendía hacia la oscuridad.
—Es por aquí. Las alcantarillas son la única salida que Martin no controla completamente, pero no será un paseo fácil.
Sin perder más tiempo, Raimod ayudó a Jax a descender por la escalera de hierro hasta las entrañas de la ciudad. El olor a humedad y descomposición llenaba el aire, mientras que el sonido del agua corriendo resonaba por los túneles.
Las alcantarillas eran un laberinto interminable de pasadizos estrechos y oscuros, pero Raimod parecía conocer el camino. Guiaba a Jax con determinación, evitando los lugares donde las patrullas de N-ice podrían haber establecido trampas.
Cada paso era un desafío para Jax, que sentía cómo la vida se le escapaba con cada gota de sangre. Sin embargo, su mente estaba fija en una sola cosa: sobrevivir para regresar a Metrópolis Luminosa y reunirse con su equipo. Sabía que sin él, sus compañeros estarían en peligro, y su misión quedaría inconclusa.
Después de lo que parecieron horas, Raimod se detuvo frente a una compuerta de acero oxidada. La abrió con esfuerzo, revelando un pasadizo que conducía hacia la libertad. Al otro lado, se podía ver la luz tenue de la madrugada, señal de que finalmente habían salido de la Ciudad del Martini con Hielo.
—Estamos casi fuera —dijo Raimod, ayudando a Jax a cruzar el umbral—. Un transporte nos espera a poca distancia. Te llevará de vuelta a Metrópolis Luminosa.
Jax apenas podía mantenerse en pie, pero la idea de volver a su ciudad y reunirse con su equipo le dio la fuerza que necesitaba. Con la ayuda de Raimod, se arrastró hasta un vehículo encubierto que los esperaba en las afueras de la ciudad. Al entrar en el transporte, Jax se desplomó en el asiento trasero, su cuerpo al fin cediendo al agotamiento.
El viaje de regreso a Metrópolis Luminosa fue un borrón para Jax, su conciencia oscilando entre la vigilia y el sueño. Las imágenes de la Ciudad del Martini con Hielo y el rostro frío de Martin N-ice se mezclaban en su mente, mientras la oscuridad lo envolvía.
Cuando finalmente despertó, estaba en una clínica improvisada, oculta en uno de los barrios bajos de Metrópolis Luminosa. Sus compañeros, Ryder "Sombra" Vega, EVA-9, y Zane "Metálico" Cortez, estaban a su lado, sus rostros reflejando alivio y preocupación.
—Te habrías quedado en el camino si no fuera por Raimod —dijo Ryder, su tono serio pero aliviado—. Tenemos que estar más preparados para lo que viene, Jax. N-ice no se detendrá hasta verte muerto.
EVA-9 se acercó, su tono mecánico pero suave.
—Hemos perdido tiempo, pero aún podemos ejecutar el plan, si te recuperas pronto.
Zane, siempre pragmático, asintió.
—Necesitamos reagruparnos y replantear nuestra estrategia. No podemos permitir que N-ice nos saque ventaja de nuevo.
Jax, con su fuerza regresando lentamente, los miró a todos con determinación renovada. Sabía que la batalla contra Martin N-ice había comenzado, y que este era solo el primer asalto.
—Lo sé... —murmuró, su voz firme a pesar del dolor—. Pero N-ice no sabe con quién se ha metido. Vamos a derribarlo, y no habrá vuelta atrás.
El equipo asintió al unísono, sabiendo que la verdadera lucha estaba por comenzar.
Editado: 12.10.2024