a noche del atraco al Banco de Zirs había llegado. La ciudad de Metrópolis Luminosa brillaba con luces de neón, pero en las sombras, Jax "El Relámpago" Hunter y su equipo se preparaban para ejecutar el plan que habían trazado con tanto cuidado. Todo estaba en su lugar: las cámaras de seguridad desactivadas, las rutas de escape aseguradas, y el equipo listo para hacer historia.
El banco, una fortaleza de metal y vidrio, parecía impenetrable, pero Jax y su pandilla avanzaban con una precisión calculada. Ryder "Sombra" Vega se deslizaba entre las sombras, desactivando guardias con su habilidad silenciosa, mientras EVA-9 desactivaba sistemas de seguridad con una facilidad que solo un androide podía lograr. Zane "Metálico" Cortez utilizaba su fuerza sobrehumana para forzar las puertas blindadas y las bóvedas, dejando el camino libre para el equipo.
Pero justo cuando estaban a punto de alcanzar la cámara central, un sonido agudo cortó el aire. Jax giró para ver a un oficial de seguridad surgir de las sombras, blandiendo una pistola de rayos gamma, un arma no letal pero devastadoramente eficaz contra objetivos humanos.
—¡Hunter! —gritó Zane al ver el arma, pero era demasiado tarde.
El oficial disparó, y un rayo de energía azul salió disparado hacia Jax. El impacto fue brutal. La energía gamma atravesó su brazo derecho, y en un instante, lo voló en pedazos. El dolor fue intenso y paralizante, mientras que sangre y restos de hueso y musculos salían del muñón donde antes estaba su brazo.
Jax cayó al suelo, su visión nublada por el dolor. El oficial se preparaba para disparar de nuevo, pero antes de que pudiera hacerlo, Ryder se lanzó sobre él, neutralizándolo con una velocidad letal.
—¡Jax! —gritó EVA-9 mientras corría hacia él, sus sensores escaneando el daño—. Tienes que moverte, no podemos quedarnos aquí.
Jax, con la mandíbula apretada, se forzó a levantarse, sosteniéndose con su brazo restante. Sabía que el tiempo estaba en su contra. Si no se movían rápido, el resto del equipo también estaría en peligro.
—No hay tiempo para lamentos —dijo Jax, su voz áspera por el dolor—. Tenemos que seguir adelante.
Zane, con la preocupación visible en su rostro, lo ayudó a ponerse de pie.
—No podemos perderte aquí, Jax —dijo con gravedad—. Necesitas atención médica.
Jax lo miró con determinación, sus ojos reflejando el brillo de las luces de emergencia que comenzaban a parpadear por todo el banco.
—Lo sé, pero primero acabemos con esto. Tenemos un trabajo que terminar.
Con el brazo faltante y el dolor golpeando cada uno de sus nervios, Jax lideró a su equipo hacia la cámara central. El plan había cambiado, ahora estaban en modo de supervivencia, pero aún tenían la oportunidad de cumplir su misión.
Dentro de la cámara, los zirs brillaban bajo la luz, un tesoro más allá de cualquier cosa que Jax hubiera imaginado. Pero no había tiempo para admirarlos. Mientras Zane y EVA-9 comenzaban a cargar el botín, Jax y Ryder mantenían la vigilancia, esperando cualquier otro ataque.
—Esto es por lo que vinimos —murmuró Jax, apretando los dientes mientras veía a su equipo trabajar.
Luego de recoger todo el botin se apresuraron a ir hacia los tuneles y asi poder escapar de esa boveda.
Con todo el dinero y un brazo menos jax se sintio realizado.
Editado: 12.10.2024