Adael Luna de Sangre

CAPÍTULO XIX Alas negras

Este es el penúltimo capítulo de Adael Luna de Sangre, solo queda un úttimo capítulo para terminar la primera parte de esta historia, por favor compártanla con todos aquellos que aman las historias vampíricas, de ficción, magia y fantasía. Y gracias por ser parte de esta historia.

 

Capítulo XIX

Alas negras

 

Al día siguiente, Kantu se disponía ir al hospital para recoger a su amiga pero al llegar, la mamá de Diana esta estaba en un mar de lágrimas, su padre lucía nervioso y Dánae no decía nada.

—¿Le sucedió algo a Diana? —preguntó preocupada.

—No, pero… alguien atacó a Bárbara —Dánae la llevó a un costado.

—¿Quién la atacó?, ¿qué le pasó? —preguntó exasperada.

—No se sabe, pero le drenaron gran cantidad de sangre y ahora está grave. Ya sabes, dijeron que fue un animal de nuevo, pero tú y yo sabemos que pudo haberla atacado un… —Dánae hizo una pausa.

—Un… vampiro —Kantu terminó la frase con temor mientras recordaba las veces que Adael se había alimentado de Bárbara, pero… ¿sería capaz de dejarla así?, sintió temor de solo pensar en que él hubiera podido atacarla, las posibilidades eran pocas. Derick ¿lo haría?, de otro vampiro en el pueblo no tenían conocimiento, solo quedaba Adael, pero no, no podía ser, Kantu se negaba a aceptar esa idea, tendría que haber sido alguien más, debía haber otro vampiro en el pueblo. Entró rápidamente a ver a Diana, quien estaba al lado de su hermana, al verla la abrazó fuertemente dándole su apoyo—. Ella… va estar bien —le dijo con voz suave.

—Eso espero —respondió preocupada—, no sé cómo pasó, ella salió feliz, me dijo que la esperara y después la encontraron tirada en el piso, había perdido mucha sangre.

—¿Qui… quién… crees que haya sido? —preguntó con cierto nerviosismo.

—No lo sé, Kantu, pero estoy segura de que fue un vampiro. —Kantu sintió temor nuevamente, aun así decidió que tenía que buscar a Adael para averiguar sobre lo ocurrido.

—Diana, ella estará bien, se salvará —salió de la habitación, al rato entraron también sus padres para verla, solo ella y Dánae se quedaron afuera—. Dánae, necesito hacer algo, por favor si pasa algo o me necesitan, llámame —fue rápidamente con dirección a la casa de Adael, al llegar pudo entrar sin problemas ya que la reja y la puerta estaban abiertas—. ¡Adael! ¡Adael! —llamaba con desesperación.

—Adael no está —contestó Jerath.

—¿Dónde se fue si es de día? —expresó con curiosidad—. Necesito preguntarle algo.

—El día ya no le afecta, Kantu —dijo él—, no creo que venga rápido, dijo que tenía algo que hacer.

—Entonces lo esperaré —respondió con seguridad.

—No, Kantu, será mejor que no lo esperes, él se demorará —Jerath se veía algo nervioso—, cuando él vuelva le diré que te busque —la acompañó a la puerta, prácticamente la sacó como si temiera por algo—. Ten mucho cuidado, permanece junto a tus amigos y no andes sola. —Ella lo miró confundida pero aun así asintió y se fue, era obvio que algo le pasaba a Jerath, nunca antes la había echado prácticamente a arrastras de la casa de Adael, él siempre había sido amable con ella, pero esta vez más parecía que quería que se fuera rápido.

—Entonces… ¿será que Adael lastimó a Bárbara? —se volvió a preguntar—, si eso es verdad y Diana se entera podrían pelear, cualquiera podría salir lastimado, no, no, no, no puede ser, tengo que saber qué pasó, si pudiera hablar con Bárbara… —entonces comenzó a llamar a su guía—. Ángel, Ángel, ven por favor, Ángel.

—¿Qué sucede? —apareció desperezándose.

—Necesito tu ayuda, alguien atacó a Bárbara anoche y está grave.

—¿Bárbara, la hermana de Diana? —ella asintió—. ¿Qué la atacó? —increpó curioso.

—U… un… vampiro —dijo evitando verlo.

—¿Adael? —preguntó secamente.

—¡No! —respondió ofuscada la muchacha—. Bueno… no… no lo sé, solo te pido que la ayudes a recuperarse y que nos diga quién la lastimó, tal vez haya otro vampiro que nos quiera atacar en el pueblo.

—Quieres que la sane para que nos diga si fue Adael o no, ¿verdad? —volvió a increpar.

—No, claro que no, Bárbara… es muy importante para mí también, si Adael fue quien la lastimó yo misma pelearía contra él usando esto —señaló el broche—. Diana ama a su hermana como todos en el pueblo, solo quiero estar segura de quién fue antes de pensar en hacer algo. —Ángel la miró serio.




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