Adael Luna de Sangre

CAPÍTULO X Sentimientos extraños

Capítulo X

Sentimientos extraños

 

En la habitación de Kantu estaban Ángel y ella, tal como él lo dijo su abuelo no llegaba aún.

—Oye, Ángel, ¿cómo sabías que mi abuelo llegaría tarde hoy?

—Es otra de mis habilidades. —Se sentó en la cama de Kantu.

—O sea que ¿puedes predecir el futuro?

—Solo algunas cosas cercanas o del mismo día, si me concentro puedo hacerlo sobre todo con quienes sean cercanos a ti, es una forma de ayudarte en tu misión, aunque no se me permite saber lo que pasará mañana o en una semana, ya que al establecer una relación contigo como tu guía podría interferir de alguna forma con tu destino.

—Ya veo, así que para ti también hay límites, ¿verdad?… Oye, Ángel, ¿no se supone que entrenaríamos? Por esa razón nos regresamos rápido de casa de Dánae, ¿no?

—En realidad no… fue porque necesitas descansar y estar menos tiempo con Derick, él es una criatura humana convertida en monstruo, no deberías estar mucho tiempo con él.

—Derick no es malo… además está arrepentido y solo quiere tratar de enmendar las cosas que hizo en el pasado, incluso estuvo dispuesto a morir junto con Adael… pero yo no quiero que muera, solo quiero que pueda vivir tranquilo, que se dé una oportunidad. —Se veía triste al decir esto, Ángel la miró y levanto su mentón.

—No sé si eres muy inocente o realmente tonta… él vivirá hasta el fin de los tiempos o hasta que alguien le clave una estaca, le saquen el corazón, le corten la cabeza o se exponga al sol, pero tú eres humana, no podrás estar con él por siempre. —Ella hizo a un lado su rostro.

—Lo sé, lo único que digo es que quiero que mientras viva sea feliz y encuentre paz… Además él te ayudó, gracias a él escapamos de las manos de Adael, además tú lo ayudaste a escapar con nosotros. —Ángel hizo una mueca haciendo su rostro a un lado.

—Bueno, fue mi manera de agradecerle pero de ahí a que confíe en él hay mucha lejanía.

—Solo dale una oportunidad, él también quiere ayudarnos con Adael.

—Yo creo que él tiene algo más contra Adael, no solo querer ayudarte si no… algo más… aún le guarda rencor por lo sucedido hace siglos y Adael no hace más que recordárselo todo el tiempo. Como no puede eliminarlo por él mismo, nos ayuda a nosotros porque sabe que con el broche lo haremos.

—Con eso me das a entender que me está usando y no creo que él sea así, además yo ya le dije que debemos buscar otra solución para detener a Adael, ya que si él muere Derick también, no voy a permitir eso.

—Es cierto, pero hay otra forma de detener a Adael… un hechizo milenario que podría sellarlo sin matarlo, solo dormirlo por una eternidad. —Ángel se levantó de la cama y comenzó a caminar alrededor de la habitación con la mirada de Kantu clavada en él después de lo dicho.

—¿Por qué me dices esto ahora?

—¿No dices que no quieres que Derick muera?… Estoy pensando en otras soluciones… aunque no creo que puedas hacerlo ni con mi ayuda… ya que ese hechizo fue usado en la antigüedad para dormir al padre de Adael. —Kantu sintió una ligera punzada en el corazón, al escuchar eso vino a su mente el momento en que Adael le confesó que uno de sus deseos era revivir a su padre—. ¿Te sucede algo? —le preguntó al ver la cara de desconcierto de Kantu.

—No… bueno, es solo que recordé algo nada más… ¿tú conociste a su padre?

—No… pero sí lo vi, en esa época yo aún no había venido al mundo humano pero sí sabíamos quién era. Es alguien muy poderoso dentro de los vampiros puros, parece que él no quiso unirse a uno de ellos para una rebelión o algo parecido, así que por eso y por temor a sus poderes lo sellaron con ese hechizo, el cual lo ha mantenido dormido por varios siglos. Adael siempre quiso despertarlo, buscó muchas formas de hacerlo pero se dio cuenta de que solo con el broche podría hacerlo, ya que el sello fue hecho con él.

—Y era blanco en un principio, pero al sellar los poderes de su padre se volvió como es ahora, rojo y ni siquiera con los poderes sellados de Adael cambió de color, solo siguió rojo y si alguna vez se vuelve negro entonces ocurrirá un apocalipsis —Kantu parecía estar perdida en sus pensamientos.

—¿Cómo sabes todo eso?

—Adael me lo dijo…

—¿Adael? —preguntó curioso Ángel—. Que tenga entendido a él no le gusta hablar sobre ese tema… deberías tener cuidado con él, mucho más que con Derick —le dijo serio y parecía muy preocupado—. Nunca debes entregar tu corazón a un vampiro puro como él, si con Derick es prohibido con alguien como Adael es imposible, prohibido y grave… —Kantu lo miró confundida y asustada—. Los humanos y las criaturas sobrenaturales nunca podrán estar juntas, es imposible… no lo olvides… te veré mañana Kantu, descansa para que recuperes tus fuerzas —dicho esto desapareció en forma de luz.




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