Juro no volver a tomar más, tengo un fuerte dolor de cabeza, la claridad que entra por mi ventana me fastidia porque hace que mi dolor aumente.
Veo mi reloj y ya son las 12:00 pm, me doy un baño con agua tibia y hago un enorme sándwich de atún y un rico batido de piña. Tengo mucha hambre como si no hubiese comido en meses.
Reviso mi celular y veo tres llamadas perdidas y seis mensajes de Pamela pidiéndome disculpa por lo de anoche.En ese preciso momento me llama a mi celular.
Tomo mi celular - con que ahora apareces- dije de forma sarcástica, al mismo tiempo que me acostaba de nuevo en mi cama.
-Lo siento Adela, no debí haberte abandonado anoche- dijo, muy arrepentida.
-Pero lo hiciste, ¿te imaginas si me hubiesen violado?, yo estaba muy ebria. Menos mal que Max no me abandonó- dije, bastante indignada, con la intención de que se sintiera un poquito mal por haberme dejado sola.
- Ya Adela discúlpame, tu plan para que me sientan mal no funcionará esta vez además estabas muy contenta con Max. ¿ tienes algo que contarme acerca de ti y Max?- preguntó, insinuando que pasó algo más.
- No pasó nada, me trajo a mi departamento y se fue. ¿y tú no tienes algo que contarme? ¿A donde te fuiste y con quién anoche? - pregunté, con un tono muy pícaro.
-Eh... pues... Pablo se ofreció a llevarme a mi departamento, también estaba un poco ebria y desde que me dejó se fue- contestó, mientras tartamudeaba un poco.
- Hay Pamela no te creo nada, puedo jurar que el tal Pablo se quedó en tu departamento pero bueno se que eres muy reservada con tu vida privada.Pero volviendo a nuestro tema, me abandonaste a mi suerte-dije, reprochando su conducta.
- Ya se que puedo hacer para que me perdones y no me reproches más, te invito a comer a nuestro restaurante favorito, ¿ qué te parece?- exclamó, segura de que diría que sí.
- Umm... sabes muy bien cómo hacer que me olvide lo que me haces, pues acepto, dentro de una hora nos vemos allá besitos- dije, mientras me levantaba de mi cama muy animada.
Ya llegué al restaurante hace media hora y Pamela no ha llegado y no contesta mis llamadas. Pido algo de tomar en lo que llega Pamela, si es que llega. En lo que estoy tomándome un jugo veo llegar a un fantasma, si asi mismo como leyeron, a un fantasma de mi pasado. No puede ser sin duda alguna este no ha sido mi mejor fin de semana, primero lo de Max y ahora veo a Williams, mi ex, se supone que hoy la iba pasar bien en mi lugar favorito para comer.
Williams fue mi novio durante un año y mi prometido durante seis meses. Las cosas no funcionaron, empecé a tener dudas con respecto a mis sentimientos hacia él y puse punto final a la relación.
La última vez que nos vimos fue hace 5 años, no volví a saber más de él hasta hoy.
Está acompañado de una bella mujer, parece modelo de revista, con un porte envidiable. Seguro es su novia pero de dónde la habrá sacado , mínimo se la robó a algunas de esas agencias de modelaje de gran prestigio.
Williams se percata de mi presencia, luce sorprendido y bueno después de tantos años sin vernos es lógico. Se dirige hacia mi mesa junto con la modelo de revista. Y yo sin saber que cara poner y sin ánimo de tener que hablar con él.
-Adela, ¿ cómo estás?- pregunta, al mismo tiempo que se lanza sobre mí para abrazarme.
-Yo estoy muy bien, ¿y tú ?-dije, una pequeña mentirita piadosa, porque para nada estaba bien.
-Me alegra que estés bien, yo estoy muy bien también, que gusto volverte a ver después de tanto años. Déjame presentarte a Karina, mi esposa- dijo, mientras ponía sus manos en los hombros de ella, muy orgulloso como si tuviera presumiendo alguna joya cara.
-Mucho gusto Adela, encantada de conocerte- exclamó ella, con una sonrisa más falsa que la de un político en plena campaña.
- Gracias, igual Karina- dije, mientras todavía en mi cabeza se seguía repitiendo las palabras, "Karina mi esposa".
-¿ Y cuéntame Adela, que hay de nuevo?, me imagino que ya estás a punto de terminar tu carrera de administración de empresas- preguntó Williams, muy entusiasmado con escuchar la respuesta.
- Eh... Este... si me falta poco por terminar ya- respondí, mientras tartamudeaba en las primeras palabras, y pues dije otra mentirita piadosa ya que hace años que deje de estudiar esa carrera.