Adicta a la lectura

Capitulo 8

Siempre lo sabias

El trato que le daba Didier a Zayne, hacía que ella se confundieran pero siempre se mantuvo al silencio al respecto sobre su según ''gusto'' que le tenía al muchacho.

No quería tirar a la basura la linda amistad que ambos tenían, y aún era pronto para definiar si de verdad le gustaba ese chico.

Estaba en hora de recreo conversando con Samay mientras que la inspectora se va acercando a ellas, para dirigirse especialmente a Zayne.

—se la necesita en el departamento de psicología —informa la mujer.

—de acuerdo, gracias por avisar. Ahora voy —respondió dulcemente Zayne.

Su sistema nervioso rápidamente se activó, la idea de ir de nuevo al departamento la aterraban porque no sabía la razón de porque la llamarían, si ella no había pedido otra cita. El momento de la verdad ocurrió cuando ella abrió lentamente la puerta.

Se llevó la grata sorpresa de que la señora Margarita estaba allí sentada al frente de la psicóloga Linda, saludo a ambas mujeres de forma correcta.

—Hola Zayne, primero te pido una disculpa porque claramente me suplicaste que no llamara a tus padres pero ellos necesitan saber lo que sucede contigo —Zayne no hizo ningún gesto de expresión.

—Cariño porque nunca hablaste conmigo del tema, te he dicho que soy tu amiga pero bueno, ya para que renegar... hemos hablado ambas y llegamos a la conclusión de que necesitas ayuda, es por eso que Linda se ofreció para tu ayuda —hablaba Margarita.

Zayne sonrió tímidamente mientras colocaba sus manos en la mesa y presionándolo con fuerza, ya que sentía algo que no sabía que era. 

—vendrás a mi casa hoy en la tarde, así empezamos —dice Linda guiñándole el ojo a la joven.

— ¿a su casa? —pregunta confusa la chica.

—por supuesto, si te saco en una hora de clases perderás información de tu otros maestros... así que en mi casa estará todo bien.

—tu mami me dijo que sabes cantar muy hermoso —Zayne quedo mirando a su madre mientras que la señora sonreía curiosamente.

—Si… —respondió la joven un poco triste debido que hace tiempo que ya no cantaba, su padre biológico le había enseñado a afinar bien su hermosa voz.

—Pues en esta institución has visto que en las misas las estudiantes cantas, bueno es por ellas con partes del coro y tú sin duda debes estar con allí —las mujeres le entusiasmaba la idea que Zayne cantara en los coros pero a ella no, sin embargo no se hizo de rogar ya que vio la felicidad de su madre.

En la tarde como organizaron las mujeres así fue, Zayne llegaba a la casa de Linda quien estaba muy bonita. La adolescente esta sin duda muy hermosa llevaba un vestido blanco y su cabello suelto con un pequeño lazo que adornaba su cabeza.

Al ingresar a la casa fue recibida por una empleada, ya se había despido de su madre, muy obediente ella se sentó en uno de los muebles que habían allí.

Apareció un niño después y se había quedado impactado ante la belleza de Zayne.

—hola.... hola... hola —repitió varias veces Zayne para no obtener respuesta del niño, ya que se había salido corriendo.

—el casi no habla Zayni —de pronto la joven se levantó y dio media vuelta para mirar a la persona que había dicho eso, su voz la hizo sorprender demasiado y aún más cuando le miro a sus perfectos ojos oscuros.

Didier estaba detrás de ella en el marco de la puerta de su sala. Él sabía que ella estaría allí, sabía muchas cosas de Zayne que trataba de ocultar. ''El mundo es muy pequeño'' los momentos de nuestras vidas son pistas de algo que pasara en un futuro, es como un gran rompecabezas que se necesita todas esas piezas para llegar a un resultado final. 

A veces nos sorprendemos de nosotros mismo encontrándonos con amigos que están relacionada con nuestros amigos. La vida es de grandes sorpresas. 

Zayne estaba perpleja, no sabía que hacer.... De pronto comenzó acelerar su corazón al igual que su respiración.

— ¿que... haces... aquí? —pregunta ella con voz temblorosa.

—soy hijo de tu psicóloga —la chica al escuchar eso quería llorar, llorar de tristeza, llorar de enojo, llorar de felicidad.

—No es cierto —siguió hablando ella y a la vez no le creía nada.

''Esto no me puede estar pasando'' pensaba Zayne, pero aunque rogaba que fuera un sueño era nada más, ni nada menos que la realidad.

— ¿qué haces aquí? —habla  ya con lágrimas en los ojos, era la primera vez que Didier la veía llorar.

— ¿cuándo te he mentido? ¿Por qué mentiría con algo así?

— ¿tu madre te contó sobre porque estoy aquí? —la adolescente tenía que quitarse de duda.

—sí, pero... ella no es una chismosa... antes de que ella me digiera yo ya lo sabía porque... —de pronto aparece Linda y al ver que Zayne estaba llorando se preocupó demasiado.

— ¿qué sucede aquí? ¿Hijo que paso? —pregunta Linda muy preocupada.

—Señora me quiero ir a mi casa... por favor... —suplicaba la joven aun con lágrimas en sus bellos ojos.

—Zayne tienes que quedarte, necesitas ayuda... mira come te pones... ¡Zayne! — la joven desesperada sale corriendo hacia la puerta pero Linda la detiene.

—déjeme salir... ¡por favor! —suplicaba la joven mientras se ahogaba en llanto.

—No hasta ayudarte —hablaba la madre de Didier.

Ella agacho su cabeza no quería ver a nadie, no quería saber de nadie, quería estar sola muy sola. Pasaron a la oficina de Linda, para poder ayudar y que la joven se tranquilice.

—necesito que cierres los ojos, vamos primero a que te tranquilices, tu emociones están confundidas, tu mente no deja de pensar... cuando cuente hasta el 3 cerraras tus ojos...1,2 y 3 —Zayne seguía la instrucciones de la psicóloga mientras que la mujer colocaba una música de meditación.

— ¿cuál es tu mayor temor? —comenzaba las series de pregunta.




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