Adicta a la lectura

Capitulo 18

¿Qué es más complicado? ¿El futuro o pasado?

Sin gasolina; un auto no avanza  y sin Dios el hombre; tampoco.
Sonríe, ¡Dios es Bueno!

Era un día domingo por la tarde, las mujeres de la casa de Zayne estaban en el cuarto de la madre.

Era un momento de silencio pero no incomodo sino de esos que dan ganas que sea eterno,el silencio de tranquilidad juntos.

—Margarita te puedo hacer una pregunta —habla Zayne con demasiada curiosidad pues en sus ojos reflejaba eso.

—Dime mi niña —responde la madre dejando a un lado la ropa que estaba cociendo.

— ¿por qué tantos niños? O sea tienes 6 hijos y yo que soy adoptada 7 niños, porque bastante —habla ella, la muchacha tenía esa gran duda debido que antes ella era hija única y convivir con más miembros en la familia notaba que era un caso.

—Zayne, ¿en dónde vivías no había parejas que tuvieran más hijos que yo? —le hizo esa pregunta a su hija.

—mmm... sí, pero no eran muchas familias que se yo unas 3 no más, Y jamás les pregunte, ahora que tengo la oportunidad —respondía Zayne.

—Es verdad mami, en mi escuela todos se asombraron cuando les dije que tenía 6 hermanos —habla Lucia.

—bueno, tengo tantos hijos ya que soy de esas personas que piensa ¿por qué negarle la vida a alguien? —Zayne se quedó pensando en lo que dijo su madre.

—Pero ¿o sea tantos? —hizo una expresión que todas las mujeres de allí, se empezaron a reír.  

—Amo a los niños siempre lo he hecho con todo mi corazón —habla con ternura ella.

—Yo no tendría hijos ¡ni loca! —menciona Liliana.

—yo peor —habla Zayne.

—jajaja eso lo dicen ahora, porque después amaran a esos niños como yo los amo a ustedes.

—ni loca, me escuchaste. Me has visto madre, soy una pésima hermana cuidando a Julio y me vas a pedir que sea madre, creo que ya me veo en  la cárcel de las madres que maltratan a sus hijos —dramatizaba Liliana.

—Nadie está preparado para ser madre o padre, tenemos que tener paciencia e ir aprendiendo poco a poco y ser muy comprensivo con los hijos —se expresa tranquila la señora.

—Pero yo no quiero tener hijos porque no quiero que sufran en este mundo, hay tanta maldad, tengo miedo que ellos sufran —da su punto de vista Zayne.

—Niñas tienen razón, aun así la vida te sorprenderá, a lo mejor con un hijo llega a tu vida una felicidad, depende de cada quien, ustedes están muy pequeñas para poder captar aquel rol, jamás me imagine que yo tuviera 7 hijos y los que me faltan aún —se reía a carcajadas Margarita.

—Es que mi padre y ella no pierden su tiempo —habla Liliana a Zayne.

—Bueno pues nadie sabe que nos tiene preparado el futuro en nuestras vidas, nadie sabe solo Dios y el libro de la vida... —en lo que habla la madre es interrumpida por Liliana.

—ay no madre no vengas con tus sermones —dice ella aburrida.

—Por Dios Liliana, me cortas la inspiración —reprocha enojada su madre.

—Adiós, me voy, me fui y no importa —en un movimiento ágil Liliana sale corriendo del cuarto pues su madre le iba a pegar en el brazo.

—el comportamiento de Liliana es diferente al de toda esta familia —menciona Zayne.

—ella es idéntica al padre de Lucas, un hombre frío, que no le da importancia a las cosas que realmente son importantes... pero bueno, cuando yo estaba embarazada de Liliana, debo de confesar que le tenía coraje al señor, tal vez por eso mi hija salió de esa manera. Bueno como te iba diciendo, el futuro es algo muy misterioso porque no sabes que sucederá, tú nunca te imaginaste estar en estos momentos conmigo, es porque la vida te da muchas sorpresas —informada la madre. 

—En el colegio me pregunta que quiero ser de grande, y yo les contesto que aún no sé, porque tengo miedo que lo que valla a escoger no me beneficie tanto en mi... —hablaba Zayne.

—Yo de grande quiero ser señora —respondió de pronto Clarisa; que dijo eso porque apenas tiene cuatro años y no sabía muchas cosas de la vida.

—Yo quiero ser heladero, así podré comerme todos los helados que yo quiera —hablaba Camilo; tenía 6 años.

—Jajaja —se empezaron a reír todos por la ocurrencia de los niños.

—Pero cariño debes de tener preparado una vida para ti, organizarla un poco—como toda madre, Margarita le daba consejo.

—es que mira Margarita, yo no pienso en el futuro porque no sé si se va a dar, yo prefiero vivir el presente porque póngase que me muera mañana y ya pues me muero, no quiero aturdirme con esos pensamientos —exclama Zayne. 

—por eso tiene que decirle a Dios que te ayude en lo que tu vallas a hacer, cuando amas lo que haces, no debes tener vergüenza, sé que habrán gente donde te lastimara con palabras pero vivimos solo una vez y debes ser feliz... —Zayne ahora empezaba a ver las cosas diferente.

—mira, que tienes unos padres donde te vamos a apoyar en la decisión que tomes, no todos lo son... algunos padres no apoyan a sus hijos, pero nosotros te amamos cariño, y buscaremos darte lo mejor —habla Margarita mirándole directamente a los ojos de su hija.

— ¿qué quieres hacer de grande? ¿Cuál es tu sueño?

—Ser escritora —susurra Zayne.

—Wau, ¡enserio! no sabía que querías ser eso y ¿cómo así ese talento? — pregunta la madre.

—bueno, pues te acuerdas cuando me diste un libro pues lo termine de leer, y luego Linda me regalo uno entonces como ya no tenía libros, me entere de algunas plataformas que se pueden leer y escribir... bueno pues estoy pensando en ser escritora... —Margarita se sentía muy orgullosa de Zayne, era la primera vez que le confesaba algo de ella.

—y ¿cómo se llama? —pregunta ella.

—“Una lagrima de felicidad” aun no la he terminado —habla Zayne.

—me parece interesante, tienes mi apoyo Zayne, créeme que si sigues con ese empeño lo lograras, pero no olvides mi amor, que si Dios algún día te da éxito, que no te quite la humildad —sin duda la señora Margarita era una madre muy buena.




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