Capitulo 20

¿Enamorada?

Narra Zayne

Hoy me toca hablar a mí.

Pues sabrán las duros momentos que he pasado en mi vida. La muerte de mis padres me afecto mucho, demasiado. 

Abandone mi niña interior que era feliz, con un buen corazón para convertirme en una persona mala, arrogante, contestona, peleada con el mundo.  

Pero pónganse en mi lugar, imagínense que están en su humilde hogar descansando y disfrutando de su tranquilidad y de pronto abres la puerta porque la golpean y que un familiar, vecino o amigo te diga que tus padres murieron en accidente automovilístico, o sea no fue ni tu madre, ni padre, sino ambos seres que te han cuidado toda la vida, ya no estén.

Algo que a nadie deseo, tampoco los quiero aturdir con esos pensamientos. No sé cuál es la relación que tengas con ellos pero esta persona de aquí te dará un consejo, por más que ellos te hagan enojar, te quieren mucho de verdad. A veces nuestros padres no nos entiende, bueno pues aprendí que ellos no quieren que cometamos lo mismo errores que ellos tuvieron en el pasado.

Al principio estuve enojada con ellos, porque me abandonaron, me dejaron sola. Pero en realidad ellos no tuvieron la culpa de nada.

Aprendí que cada momento de nuestras vidas pasa por algo. 

Creí que no necesitaba la ayuda de nadie, pero en realidad necesitaba ayuda de todos.

La vida que tengo ahora no es de mil maravillas, tampoco una de las peores. Cada día voy aprendiendo cosas nuevas y cada vez voy matando un burro dentro de mí.

Por otro lado no soy tan mala agradecida con la vida. Debido que me ha hecho feliz conocer a las nuevas personas.

Al señor Lucas y su esposa, a mis nuevos hermanos; dejar de ser hija única para convertirme hermana mayor de 6 terremotos.

Aprendí más sobre Dios; desde pequeña vivía a lado de una iglesia. Iba casi a menudo a ese lugar ya que mi tía es Monja. Renegué de Dios muchas veces, estaba viviendo en un infierno sin ni siquiera a ver muerto. 

No pretendo ser la de antes porque esa parte de mi murió, solo quiero mirar hacia el presente de otro ángulo. Vivo ya porque el aire es gratis, en realidad se perfectamente que el día en que muere tendré que pagar mis pecados cometidos. Y tal vez por eso sigo viva para prepararme. 

Agradecida estoy porque he conocido a nuevas personas y me han hecho una persona mejor pero tampoco estoy tan agradecida por la muerte de mis padres.

—De todas las personas que conoces hay una en especial —habla mi conciencia.

Y para que voy a decir que no, si es cierto.

Siempre en mi vida los chicos me han molestado porque el simple hecho de que soy bonita, cuando era más pequeña me apenaba de decir que era bonita pero en realidad es lo que soy.  Mi cabello castaño hace que resalte mis ojos verdes.

Me di cuenta que a cada persona, Dios le da algo hermoso en cada ser. Nosotros debemos ver que es. 

Bueno como iba diciendo muchos chicos se me acercaban pero ninguno me interesaba, no voy a decir que era una santa paloma tampoco, si tuve alguien llamado mi ''novio'' pero nada que me haga sentir mariposas en el estómago. 

Al estar en el colegio ''UEST'' no imaginé que un chico guapo ante mis ojos, iba a llegar a mi vida para mejorarla.

Didier, hasta el nombre en él es perfecto. Como no mirar a esos ojos negros como la noche. 

Inteligente y hermoso es lo que es el. Sin duda tiene un gran corazón, me gusta mucho su manera de ser, me gusta sus ojos, me gusta como se ha comportado conmigo. Admiro que es un chico de bien cuando hoy en día no se encuentran de esa forma.

Me sorprendí mucho cuando me entere que es un año menor que yo pero por meses no más. Él es más alto, no era posible ser eso cierto.

Mi casi hermana Liliana me dice que no me enamore porque perderé. 

Creo que ya es tarde porque me enamore perdidamente de ese niño hermoso. El me hace sentir esas mariposas en el estómago, quisiera que no me tratase como una amiga, mucho menos que me vea como una hermana.

No habido un solo despertar en donde no me levante alegre, desde que me enamore Didier siempre me levanto en las mañanas muy contenta porque lo quiero ver.

Sin duda me gustas mucho, me gustas más que la miel. Ahora con firmeza, puedo decir un adiós al azul.