Capitulo 26

Papá, lo que me hicieron fue horrible

La mentira no nos enseña su fecha de caducidad, por lo tanto no sabemos cuándo se delate la verdad.

Siempre existirá una persona que se sentirá culpable de alcahuetear una falsedad. La conciencia es muy poderosa aunque nos auto engañemos, siempre habrá esa parte de nosotros que tiene intenciones de decir la verdad.

La mentira es la semilla para sembrar un árbol de sentimientos y emociones negativas, sus frutos serán: Traición, venganza, odio, rencor, entre otros. Armas muy poderosas para llevar una amargada vida, nosotros no podemos permitir que algo tan pequeño se vuelva un error tan inmenso. 

Pero la mentira duele más cuando viene de una persona que jamás imaginas que habrá una deslealtad, se destruye totalmente la confianza y es muy difícil que se vuelva a construir.

Esas personas son toxicas y siempre encontraran la manera de quedar bien ante todos y obtener su meta, no le importara a quienes lastimara, no le importara nada, se volverá tan ciega que su única alternativa es seguir en esa adicción de mentir. Yo sé que a veces tenemos miedo de ser rechazados, manipulados.

Aún seguía el mes de Diciembre del 2016, faltaba poco para navidad y Zayne estaba triste en su cama. No quería saber nada, ni de nadie, apenas dialogaba con su familia. 

Ese Sábado 17, Margarita con sus hijos se fueron al hospital, menos la muchacha de ojos verdes, ella no quería ir y su madre la entendió. 

Casi toda la mañana se había puesto a ver películas de comedia para ver si le levantaban los ánimos, todo está perfecto hasta que escucho que golpeaban fuerte la puerta.

Zayne se asustó enseguida, los golpees cada vez eran más fuertes. Ella cogió un tenedor como un arma para protegerse, si entraban los delincuentes o alguien que quería hacerle daño. 

Se tranquilizó mucho cuando se dio cuenta que quien tocaba de esa manera era Cristel: su abuela. La mujer estaba agitada parecía que estaba corriendo pero ella tuvo una muy buena razón para venir se del Guayas hasta Santa Elena. 

—Hola ¿en que la puedo ayudar? —decía muy educada Zayne. La abuela la quedaba mirando directamente a sus ojos mientras veía la chica como iba cayendo lágrimas en sus mejillas arrugadas. 

—Zayne debes saber algo que no te han contado —comenzó hablar la abuela. 

La joven no quería escucharla pues Liliana le advirtió que el abuelo iba a ser todo lo posible por ver destruir la felicidad de ella, estaría dispuesto a todo. Tal vez Cristel era enviada de él, pensaba la muchacha.

—perdón señora por ser mala educada pero tiene que irse, la familia no está y yo no soy nadie para que le diga que puede pasar —ella que iba a cerrarle la puerta a la señora y esta la detiene.

—eres mi nieta, déjame pasar. Déjame decirte la verdad que necesitas saber —tanta era la insistencia de Cristel que Zayne la dejó pasar porque tenía mucha curiosidad por saber de qué historia falsa le iba a contar. 

—hable rápido, tengo miedo que vengan y la encuentren aquí, Lucas me dijo que si yo no estaba cómoda con ustedes que ni más me iba a llevar a ese lugar, o sea su casa —habla la muchacha. 

—mi hijo jamás me perdonara por lo que te voy a decir, pero antes que nada perdóname, perdona a tu padre, nadie tiene la culpa de nada. Mi esposo no está en sus mejores años, pero yo lo amo y tengo confianza que el cambiara —Zayne estaba asustada su piel se erizaba con cada palabra que su abuela decía, presenciaba que lo que ella iba a decir no era nada bueno. 

—deje el misterio aun lado y por favor hable ahora ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué debo perdonarlos? —habla seria Zayne.

—yo conocí a tu madre, una mujer extremadamente bella... ella con mi hijo fueron enamorados de joven, yo acepte ese noviazgo, era puro y sincero pero Lee no, ya que desde niño a Lucas siempre ha estado en buenos colegios para que tenga un futuro mejor y sea alguien en la vida, Lee quería que aceptara una beca que le ofreció una universidad fuera del país pero él se negó por estar con tu madre...  —la chica a medida que iba escuchando la conversación iba abriendo los ojos, esa historia jamás se había enterado pero que tan grave es para que Cristel le pidiera perdón al principio. 

—mi marido lo hecho a la calle, tenía grave problemas con el prejuicio, entonces mi hijo, se vino a vivir acá en Santa Elena en el pueblo Colonche para quedarse con tu madre ya que ella pertenece a ese lugar, pero las cosas no resultaron bien... mi hijo no eran un excelente hombre en la vida, siempre ha estado bajo el cuidado de las niñeras, era un niño muy consentidor... el padre quería que solo se dedicara al estudio y bueno pues al vivir con tu madre me entere que tuvieron muchas peleas, tu madre era una mujer muy independiente que se ganó la vida trabajando ella sola, mientras que mi hijo no sabía que significado tenía esa palabra, si todo lo conseguía fácil —valla que historia era esa, muy interesante y todo pero porque tanto misterio.

—ese amor de tu madre y Lucas se fue creando una personita bella, y esa eres tu mi amor —Zayne arruga la frente por lo que dijo Cristel.

—tú has vivido con un señor que ha dicho ser tu padre, cuando en realidad es Lucas quien ha sido tu verdadero padre —la muchacha abrió los ojos, su pecho subía y bajaba rápidamente y sus ojos se iban cristalizando más y más. 

—cuando Lucas se entera que tu madre estaba embaraza de ti, tenía 19 años apenas y de pronto ya se iba en convertir en padre, le cayó como un balde de agua fría y vino hacia nosotros arrepentido de haber dejado el estudio en la universidad, su padre le preguntó que porque había regresado y él nos contó la verdad... Lee dijo que no quería una nieta fuera de un matrimonio y que tu madre tenía que abortar te como sea... yo te lo juro que me opuse a esa idea pero Lucas no tenía opción y fue donde tu madre a pedirle eso, que él no estaba preparado para ser padre y que la solución era de abortar pero tu madre dijo que no, que no iba a ser eso... la condición era que no lo iba a molestar a mi hijo pero que no le pidiera tal cosa horrenda... —mientras que Cristel hablaba llorando, Zayne escuchaba de la misma manera que su abuela.