PREFACIO

PREFACIO

HOY.

—¿Nervioso? —Pregunta el señor Víctor.

Lo cual yo solo me enderezo y asiento. Nervioso por lo que estoy a punto de hacer.

—Cuídense mucho. Hades es todo para nosotros, el único que nos acompaña en ese lugar tan solitario—dice la señora Teresa.

Mi pecho se encoje. Estoy a punto de romper una familia. Le devuelvo una sonrisa y asiento con la cabeza.

—Yo llamaré—comunica Hades, subiendo la maleta. Luego se coloca a mi lado —¿Verdad que sí?

Aprieto con fuerza el papel dentro del bolsillo de mi suéter. Es la dirección correcta. El lugar al que debo llevarlo. Siento un nudo en la garganta, así que solo asiento.

—No se preocupe… —hago una pausa, y tengo que carraspear para que mi voz vuelva y no se haga pequeña —, Hades volverá sano y salvo.

Mentiroso.

—Entonces… —La señora Teresa se acerca a su nieto y le da un abrazo —. Cuídense mucho, nos vemos en unos días.

—Nos vemos —responde él.

Le agradezco en silencio que sea él quien hable. Si yo abro la boca, mi voz se romperá. Solo quiero salir de aquí antes de que me arrepienta por completo.

Pero no hay marcha atrás.

Tengo que romper la burbuja en la que vive Hades.

Él tiene que enfrentar su verdadero origen… aunque eso duela. Aunque eso lo rompa.