Afrodita

[ 11 ]

Siete años antes.

 

-Cariño, ¿cuál es tu color favorito? -intenté indagar mientras Austin y yo veíamos el hermoso atardecer acostados en el césped del campo.

-¿A caso importa, Afrodita?, mejor disfrutemos este momento -posicionó sus brazos detrás de su cuello, sin dirigirme la mirada.

-¡Por supuesto que importa! -exclamé y me giré para quedar recostada de lado y verlo mejor -sabes muchas cosas sobre mí, y yo a duras penas sé dónde vives -bufé y recosté mi rostro en mi mano.

Dio un suspiro cerrando los ojos y se puso en la misma posición que yo me encontraba, quedando frente a frente -azul, mi color favorito es el azul -confesó finalmente.

Austin en ocasiones suele ser muy terco y se niega a la idea de darme algún dato sobre su vida. Y si intento indagar por mi propia cuenta cosas que tuvieran mi interés sobre datos personales, se enojaba muchísimo. La última vez me abofeteó tan fuerte, que tuve que mentirle a mi madre sobre la marca en mi mejilla. Y digo última vez porque no lo volví a intentar.

-Es un color muy hermoso, me recuerda al cielo. Cuando las nubes se mezclan con este y lo hace ver esponjoso, a veces suave -lo miré a los ojos buscando algún rastro de calidez en ellos, pero, por alguna razón, siempre que los veía solo encontraba una mirada fría y vacía, como si solo estuviera allí por compromiso.

Dejé mi posición y volví a recostarme en el césped. Cerré mis ojos y permití que la brisa fresca y reconfortante me hiciera sentir mejor. Podía sentir los ojos de Austin sobre mí, pero decidí no prestarle mucha atención.

-¿Te sientes atado a mí, Austin? - solté en  un suspiro cansado, esperando una respuesta por su parte.

Escuché como tomaba la misma posición en la que yo me encontraba, miré sobre mi hombro y se encontraba mirando el celeste cielo con hermosas nubes esponjadas. Austin es tan insípido que, seguramente, las ve grises y deformes.

-Si fuese sido así te hubiera dejado hace meses, no seas tonta -respondió, sin digerirme la mirada.

-Entonces, ¿por qué no me dejas?, no es como si lo quisiera, claro, solo que siempre me tratas de una manera muy indiferente, como si no te importara ni un poco -cuestioné, ya con los ánimos por el suelo, nuevamente.

-Afrodita -soltó un suspiro algo irritado, como si intentase mantener la paciencia -es un nombre peculiar a estas alturas de la vida. Bueno, si soy honesto, a pesar de todas las cosas siempre me has dado paz, tranquilidad y seguridad; eres la única que se queda conmigo y me sigue queriendo aún cuando está consciente de lo patético que soy; eres capaz de ver que tengo un corazón, aunque nunca te lo he demostrado ni con el más mínimo detalle; eres quien mantiene sus esperanzas en mí dentro de cuatro paredes, al despertar y al salir de esa habitación. Sé que no soy quien tú mereces, que no deberías quererme, siquiera sentir que me necesitas, pero carajos, duele saber que por mi propia culpa pierdo a la única persona que realmente me ama y me valora, y lo peor de todo es que mi actitud hacia ti empeora con cada día que pasa. Aún más terrible es que no tengo ni la menor idea del porqué lo hago ni cómo detenerme -suspiró con la voz un poco quebrada y cerrando sus ojos.

Sentí como gotas gruesas y tibias recorrían mis mejillas hasta llegar a mi pecho y como el corazón se detuvo por un micro segundo, al mismo tiempo que lanzaba una puntada en mi pecho que me hizo removerme en mi lugar.

¿Estaría diciendo la verdad?, no parecía tener duda de en sus palabras, todas salieron con total honestidad. Pero de algo sí estaba segura: Austin me estaba perdiendo.

Últimamente no le daba mucha importancia a sus insultos y escenas estúpidas de celos.

Hace unas semanas conocí a un chico llamado Samuel. Empezamos a estar juntos en cada recreo y las horas de almuerzo. Podía contarle casi todo, incluyendo mi relación toxica y mi novio el drogadicto. Me dio consejos que no sabía que necesitaba, dijo que si en verdad me amaba no podía hacerme esas cosas. Quizá sus palabras fueron aliento para que se aflojara la venda que tenía entre mis ojos.

Pero esa linda amistad se acabó cuando Austin notó que pasaba más tiempo con mi nuevo amigo que con él. Así que la semana pasada me llevó arrastras hacia su casa y me golpeó, dejando severos hematomas en mis piernas. Apenas están desapareciendo. Y, finalmente, me obligó a tener relaciones con él, a pesar de que me encontraba adolorida.

Sinceramente no sé por qué sigo con él. No puedo creer que mi amor hacia Austin sea tan inmenso que no me permita ser feliz.

-Nunca me perderás, cielo, sé que en el fondo no eres malo -limpié una de mis lágrimas -solo que estás atrapado en un lugar que es difícil de salir una vez que entras -me giré y le dediqué una sonrisa ladina que transmitía tranquilidad.

-¿Por qué estás tan segura de ello? - soltó en un bufido.

-Como ya te he dicho millones de veces, no eres el monstruo que aparentas ser cada segundo del día -me arrastré sobre el césped hasta llegar a su cuerpo, estando tan cerca que su respiración chocaba la mía -¿y sabes por qué lo sé? -pregunté, a lo que él negó suavemente con su cabeza -porque he tenido la suerte de, en ocasiones específicas, ver a tus hermosos ojos cafés y encontrarme con ese brillo característico de alguien que guarda un corazón enorme -tomé su rostro con mis palmas, al mismo tiempo que nuestras miradas conectaron instantáneamente -y también lo sé porque ese brillo se encuentra en este preciso instante.

Sorprendentemente, sus ojos comenzaron a cristalizarse, y una sonrisa débil se formó en sus labios, que para mí son perfectos a pesar de algunas cicatrices pequeñas alrededor de estos.

Me acerqué más a su cuerpo y lo abracé, absorbiendo su aroma y la paz que me transmitía en ese momento. Pensé que mi abrazo no sería correspondido como de costumbre, pero abrí mis ojos abruptamente cuando sentí como sus brazos calidos y llenos de tatuajes se posicionaron sobre mí, al mismo tiempo que me daba suaves caricias con la yema de su dedo índice.



#7907 en Joven Adulto

En el texto hay: misterio, sexo, sexo dinero amor

Editado: 12.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.