9. Sola

El lunes por la mañana fui a la universidad, tenía examen de inglés y, ¿qué se imaginan? Oh sí señores, no me sabía nada. No estaba Aaron para ayudarme a estudiar todas esas palabras, es que esa cuestión de los verbos hebreos esos que hablan los gringos no es lo mío.

Este era mi primer lunes sola.

Muy sola, en esa enorme casa.

Me levanté a las seis de la mañana cuando sonó la alarma del teléfono y salí corriendo, bajé al comedor rápidamente esperando comer los huevos con tocino y tostadas francesas de mi tía, pero solo vi una mesa de madera vacía. La realidad me dio un duro golpe en el rostro. Ya no estaban conmigo y debía acostumbrarme, deseo con todas mis fuerzas que mi tía se recupere pronto para que regresen. No sé cuánto tiempo podré lidiar con esto, solo han pasado unos días y ya siento que me desvanezco.

Como no sé cocinar, me fui media hora antes para detenerme en una cafetería. Moría de hambre. La noche anterior tampoco había cenado nada, intenté preparar chuletas de cerdo y ensalada, pero no sé exactamente qué sucedió. Saqué las chuletas del congelador, estaban duras y pensé que podía descongelarlas en la freidora, pero quedaron muy extrañas, no tenían la salsa agridulce que pone mi tía, básicamente no tenían ningún sabor. Por otro lado, la ensalada quedó medio decente, había visto a mi tía hacer esto antes y fue más sencillo, me tocará vivir de ensalada o de enlatados.

Me puse unos jeans púrpuras que me compró mi tía el mes pasado, son algo incomodos porque son bastante ajustados, pero igualmente me gustaban, eran mis pantalones de rodeo. Mis favoritos en el mundo. Luego fui a desayunar.

Al llegar al aula de clases, esperé verlo ahí sentado, con su cabello despeinado y su cabeza enterrada en sus cuadernos de apuntes, en que les da vida a sus personajes, pero no. Aaron tampoco había ido hoy. Solo vi a los chicos sentados en la esquina y sonrieron al verme. Luego llegó el profesor con su mirada diabólica, mirándonos de tal manera que nos recordaba que nuestra existencia suele ser muy corta y sin un fin alguno, en realidad nada importa. Me hizo ubicarme adelante.

Transcurridos unos treinta minutos del inicio de la prueba, miré hacia atrás y vi a mis amigos responder las pruebas sin dificultades y a mí estaba que me daba un sida mental, no podía concentrarme y ni siquiera había podido empezar a leerla, no veía bien, no hallaba como armar el conjunto de palabras. ¿Estaré perdiendo la visión tan joven? Aaron antes me ayudaba a estudiar, pero no sé dónde está. Espero que aparezca pronto, que se acuerde de mí y venga a verme, planeo golpearlo con una cadena por hacerme esto. Él sabe cómo me pongo cuando él no está y justo cuando más podría necesitarlo.

La prueba finalizó y no respondí ninguna pregunta. No puse mi nombre para no avergonzar aún más mi imagen, solo dibujé a Aaron en la parte de atrás de la hoja siendo devorado por un mapache salvaje. Salí del aula, los chicos me esperaban en la entrada de la biblioteca.

-  Creo que me tocará repetir la asignatura. – Dijo Jordan con resignación.

- ¿También te fue mal a ti gata? – Preguntó Brandon.

- Solo hice un dibujo.

- Yo seleccioné con los ojos cerrados. – Añadió Jordan.

- Yo me tragué la hoja. – Dijo Brandon cabizbajo.

- ¿Somos un asco? ¿No es así? – Pregunté.

- Eso ya lo sabíamos. – Replicó Linda frunciendo el ceño.

- Aaron habría aprobado… - Dije y mis ojos se aguaron, odio ser tan idiota.

- Seguro se fue a putear. – Dijo Jordan.

- No digas eso idiota, él no puede estar con nadie. – Dije muy molesta, no sé por qué siempre tiene que decir cosas así de feas. Es muy molesto.

- ¿Por qué te molesta que diga eso? Si se fue de putas es su problema. – Replicó Jordan.

- ¡No puede irse a estar con mujeres, así como esas!

- ¿Sabes cuál es tu problema? Eres muy egoísta, igual que todas las mujeres. Nosotros sabemos que lo rechazaste, pero de igual manera no quieres que él esté con nadie. Quieres que siempre esté enamorado de ti, para que te regale cosas o simplemente para sentirte mejor, pero eso es cruel. No debes jugar con la gente. Es jodido. Entiende.

- No juego con él, no sé de qué estás hablando.

- ¡De que eres egoísta, no puedes ser así! ¿qué harías si el viene mañana con una novia? Te molestaría y se lo dirías, ¿no es así?