Capítulo 2.

Desde que Caeli creció y llegó a un puto determinado de cierta madurez y tuvo más razonamiento de la situación de sus padres, ella se sentía culpable de muchas cosas, ella se decía a sí misma que había hecho para que su padre no la quisiera, que hizo mal, esos pensamientos eran constantes para que le afectaran a tal punto de que su corazón se resintiera, por otro lado su madre siempre estuvo para ella, le demostraba todo su amor, incluso dejó su trabajo para cuidar de ella.

Todas las desveladas en el hospital, cuidando de ella, no solo le demostró con palabras que la ama, sino también con acciones, pero a pesar que tenga la madre y le de todo ese amor seguirá faltando ese lado paterno, es ese espacio que nadie lo va a llegar a suplir, ya que no es lo mismo, por más que intente acoplarse, siempre seguirá anhelando un padre que le demuestre que verdaderamente que le importa, esa niña de papi que es la luz de los ojos que nadie debe tocar, porque su padre va al rescate a protegerla.

Caeli tuvo que aprender demasiadas cosas por su padre, una de ellas fue cohibir lo que sentía, ya que eso es un signo de vulnerabilidad y con eso pueden lastimarte, ya que ella lo vivió en carne propia, además de que siempre es desechable, cuando las personas consiguen lo que quieren la botan, también nunca supo expresar lo que sentía por algún hombre por la ausencia de Adrán.

Muchos padres desean tener ese privilegio de ver a sus hijos, pero por ciertas razones no lo pueden hacer, tienen ese anhelo que no se lo permiten o otros que desean tener  hijos, pero no se pueden por factores ajenos y muchos que tienen esa dicha la desperdician y toman a la ligera el papel fundamental de ser padres.

Hay personas que nunca estarán listos para ser padres y no lo merecen, pero hay otros que se preparan para hacerlo; nadie tiene un manual para ser padres, eso se va creando...