Agridulcencanto

07 TE QUIERO [final primera temporada]

Casi dejo caer mi teléfono de la impresión al verlo del otro lado, sonriéndome ampliamente, hasta correr y abalanzarme entre sus brazos, emocionada.

Nos abrazamos fuertemente, nos agarramos de las manos y comenzamos a dar saltitos de alegría. Hasta que un auto toca el claxon y nos obliga a volver al parque.

—¡Estás muy alto, Yeol! —es lo primero que noto, no ha cambiado mucho. Sigue con su cabello castaño de lado y un poco largo, su expresión gentil y tierna y su estilo un poco desaliñado. Me encuentro con sus ojos oscuros y nos miramos.

—¡Y tú igual de pequeña, pequeña Juju! —se burla y lo empujo jugando, quejándome al mencionar mi apodo de la infancia.

No puedo evitar volver a abrazarlo de gusto, aun no creyéndome que esté al frente mío. Ha pasado tanto que me parece increíble poder verlo.

—¿Qué tal Gamcheon? Me gusta lo directos que son en Busan y la costa debe ser impresionante—le comienzo a compartir mi emoción al respecto, pero responde con un "Colorido y tranquilo, no está mal". Debe ser normal para él después de tantas visitas hasta llegar a vivir ahí.

Debido a que proviene de allá, recurría visitar cada cierto tiempo por su familia. También tiene familia acá, en la capital, es por ello por lo que volvía, estableciéndose aquí con sus papás y su hermana pequeña hasta que las oportunidades del destino lo llevaron donde nació. Nuestras mamás, incluyendo la mamá de Dongju que ahora está en Australia con sus abuelos y el hermano menor de él, se conocieron debido a la escuela y la convivencia, hasta hacerse buenas amigas que con los años perduró. Convirtiéndonos también a nosotros en los tres mosqueteros inseparables. Incluso, ellas bromeaban con que algún día terminaríamos juntos, apostando las posibilidades, pero para su desgracia, eso ya no será una opción, debido a la situación actual con Dongju y que solamente veo a Yeol como un hermano al crecer juntos.

—Un día tienen que venir, tú y Dongju. ¡Haremos pijamadas como en los viejos tiempos y comeremos hasta tener indigestión! ¡Incluso podemos hacer un picnic frente al mar! —exclama con diversión y ríe. Le sigo la corriente hasta parar en una risa falsa, mirándolo.

—Me encantaría ir, sí—le respondo no tan convencida, volteándome. —¿Vamos por bebidas? Después vayamos a la papelería a comprar algo que necesito y.…—le cambio el tema, hasta que me detiene, obligándome a verlo.

—¿Qué pasó entre ustedes dos? Y no lo niegues, porque él también estaba raro cuando lo llamé. Incluso se negó a venir conmigo, siendo él quien me dijo dónde estabas.

¿Me estaba checando? Aish.

Suspiro profundamente y después accedo a contarle. Es mi mejor amigo después de todo, y él único que aún lo es.

—Me decepcionaron. Kia y Dongju están juntos, me hicieron de lado y a mis espaldas—me atrevo a decirle mientras aprieto los puños y las palabras me calan, aún después de este tiempo.

—¿Y aun así te sigue gustando él? —pregunta como lo más normal del mundo cuando nunca le confesé lo que sentía. Provocando que lo mire estupefacta. —Es obvio, Yuyu. Te conozco mejor que nadie y eres muy expresiva. Y corrección, tú te hiciste de lado.

Bufo.

Yeol y Kia casi no convivieron a comparación que con Dongju. Yeol prefería mantener su espacio, pero sabía sobre mi amistad e historia con ella. Siendo punto y aparte.

—¿Qué esperabas que hiciera, Yelelo? ¿Aplaudir y gritar de emoción? ¿Un pastel y confeti? —me cruzo de brazos y levanto una ceja, respondiéndole con su apodo.

—Las personas no te decepcionan, si tú no dejas que lo hagan—se acerca y me pica la frente.

Me quejo, aunque no puedo responderle. Tiene razón, como siempre.

—Tan directo y sabio, no has cambiado—sonrío amargamente.

Me agarra de las manos y me dice que escuche atentamente:

—Hay una diferencia entre gustar y querer. Ahora acláralo en tu cabeza y tu corazón porque o si no, será una estaca que te impedirá avanzar y curar—aprieta mis manos y el recuerdo me hace sollozar. Concluyendo en qué mi corazón y mi mente están heridos como para poder identificarlo ahora mismo.

—¡Me siento lastimada! Estoy cansada de sentirme la víctima—le grito, liberándome.

—Entonces no decidas serla más—responde con calma.

—¿Cómo?

Sonríe y me dice:

—Está bien querer mandar al carajo todo de vez en cuando—eleva los hombros y concuerdo.

Me paso la mano por el cabello y la frente, frustrada.

—Es más complicado cuando quieres, pero no puedes mandar al carajo tus sentimientos cuando se han prolongado por mucho tiempo—bajo la cabeza con lentitud, hasta sentir que agarra mi rostro, y me deja con la cabeza en alto antes de soltarme.

—Háblale y confirma qué sientes ahora. Si aún te gusta o realmente lo quieres—agita su teléfono, ofreciéndome que le llame. Niego al hecho de cobardemente hacerlo de esa manera, quisiera decírselo de frente, a comparación suya que fue hasta último momento y no por su propio mérito.

A pesar de todo, ¿Me gusta o lo quiero? En el peor de los casos, dejar de hacerlo. Me encantaría saberlo, descifrarlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.