Agridulces reencuentros

Capítulo 6. Pasamos de ser todo a nada

—¿Estás listo?. Preguntaba Dylan.

En el asiento del avión, Jason evadía cualquier tipo de conversación con su padre, lo último que necesitaba era una discusión, mucho menos quería que su padre se diera cuenta de lo que en el momento sentía, sin embargo, lo que su boca no podía decir, su cuerpo se encargaría de expresarlo. Limpiando constantemente el sudor de sus manos y sin poder dejar de mover su pierna, su respiración era su mayor signo de ansiedad. Su mirada fija en la ventana, deseaba recopilar cada momento vivido en México, cada emoción y aventura, el miedo de perder esos recuerdos le impedían pensar en otra cosa, esos recuerdos eran lo único que quedaba de lo que catalogaba como el viaje de su vida.

—Si, asumo que lo estoy. Jason solo asentía con la cabeza, la realidad era clara, su mente y corazón estaban perdidos en un rincón de una banca vieja.

—Sé que lo haces por tu madre, no me lo tienes que decir. La resignación en la voz de su padre era evidente.

—Te equívocas, me alegro que mi madre tenga una vida más tranquila en México, pero esto, esto lo hago por ti. Admitía derrotado, sin mirar a su padre.

—Yo lo hago por tu futuro.

—Claro, lo entiendo. Sin ganas de dialogar o pensar en algo más, Jason recargo su cabeza en el asiento y al intentar cerrar sus ojos, la voz de su padre taladró su cabeza, irritando su intento de tener un viaje pacifico.

—Es la primera vez después de mucho que no peleas por lo que te digo.

—Ya no tiene caso pelear, ya me tienes aquí, qué más da. Volteando a verlo, sostuvo su mirada imponente, aquellos ojos cafés de su padre que en su momento producían un miedo inigualable y lo intimidaba, ahora esos ojos ya no representaban mando alguno, sino, resignación a su futuro.

—Importa mucho, piensa que al unir las dos familias, nadie nos podrá detener, el poder y el dinero nunca será una preocupación y mucho menos un impedimento en tu vida. Piensa en grande, hijo.

—Creeme que pensar no se me da desde aquel día. Suspiraba, tristemente el chico.

—Sigue doliendo, ¿verdad?.

—Como no tienes idea. Cada día, cada instante, el recuerdo de no tenerla cercas, de no poder recibir un abrazo de ella cuando la necesito, de no poder escuchar su voz, su maldita dulce voz, diciéndome: todo estará bien, todo esta bien. Su aroma, su risa, ya no tengo nada de eso y eso era lo que importaba, nada más, ni el poder, ni el dinero, solo ella y yo.

—Lo superarás, ya verás, solo necesitas seguir adelante, ser fuerte.

—Desde hace un año, todo mundo me repite lo mismo, pero no sé atreven a ponerse en mi lugar, a intentar comprenderme, esto duele, arde, quema. Creeme, que si no siguiera adelante, desde el instante en que recibí la noticia, hubieras tenido que organizar dos velorios y no uno.

Por un momento Dylan se quedó helado, con un poco de culpa, sintió lástima por su hijo pero nada de ello lo haría cambiar de planes, además estaba seguro que algún día Jason le agradecería, al final de cuentas se terminaría casando con una versión de Daina, una versión “mejorada” al menos económicamente.

—Es mejor que te quites ese anillo, será menos doloroso. Ordenaba autoritariamente a su hijo.

—No, por favor, el anillo no. Sin dejarlo terminar, Jason se negaba y no iba a permitir que su padre tuviera ese control, ya tenía el control sobre su vida. No lo tendría con sus recuerdos, siendo lo único que lo mantenía cuerdo. Dándole vueltas a su anillo, dejó de ver a su padre y miró a la ventana.

—Está bien. Dylan tomó la mano de Jason y finalmente agregó:—Estoy muy orgulloso de ti, verás que las cosas buenas ya están llegando y el futuro será mejor.

Jason solo hizo una mueca para afirmar que lo escuchaba, pero no sentía sinceridad por parte de su padre, las palabras que deseo escuchar ya no tenían peso alguno, ya no le importaba.

Al bajar del avión, un mensaje entrante llegó a su teléfono, haciéndolo vibrar en su bolsillo. Jason sacó su teléfono y al leer el mensaje una sonrisa se dibujó en su rostro.

11:11 am

Todo estará bien. Que tengas éxito con mi futura cuñada. 🍪

Susan.




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