Agudizando sentidos

Junio 21 2003

Los casos quedaron impunes olvidados con el tiempo, y pisando la memoria del pueblo y de los familiares de aquellas víctimas, no se habría presentado ningún otro caso así que se dejó de investigar, hasta que un día una pequeña de 12 años se sentía acechada por sombras, risas y un molesto murmuro, así que antes de que pasara lo que ella sospechaba cogió una pequeña hoja de papel color amatista, y escribió lo que sentía y lo que pasaba, esta decía así, con detalles borrosos y unos diminutos rastros de sangre.              

 

¨Qué más puedo decir ya casi en la hora de muerte, con unos errores fatales, con miles de defectos, pero sin embargo porque he sido elegida por ella, siento sus pasos rompiendo el cuerpo frágil de las hojas, haciendo crujir el silencio de la naturaleza, tan majestuoso y tan único, es alta y delgada, su color de piel es pálido y tiene algunas pecas en sus mejillas, sonrojadas, llevaba un pincel y…¨

Marian.

 

Su madre leía una y mil veces la nota de su hija, arrugaba y jugueteaba con la pequeña hoja en sus manos, y la guardo en su bolsillo trasero, se sentó y pensaba en el detalle del pincel, la madre estaba en shock pero no lloraba por presencia de sus hijos menores, esta victima llamada Aurora, era la que en peor estado se había encontrado, tenía la garganta cortada de derecha a izquierda, su región abdominal estaba limpia, pero su cráneo estaba roto, con una pica y sus ojos no estaban en la escena, había un rastro de sangre pero no llevaba a ningún lado con certeza, se trataba de una profesional, la madre se sentó junto al cadáver y empezó a consentir y peinar su pelo, mientras susurraba una canción.

 

Después de aquella escena que nos rompía el corazón, saco la nota del bolsillo y cubrió sus cuencas vacías, y se levantó, llamo a los familiares y conocidos más cercanos, mientras mi madre llamaba a la policía para el levantamiento del cuerpo, ya iban 3 muertes en el año, era junio y no había explicación alguna de lo sucedido, quizás habría que acosar a los dirigentes pero un caso más un caso menos, no era importante a menos de que tu familia fuese la afectada, pero solo mataban a los hijas de clase media, tipo mi pueblo, tipo mi vida, ya no dormía por las noches me causaba un sentimiento extraño, que luego nombraría para aclarármelo a mí mismo, era una mezcla extraña con miedo, odio, asco y furia…

Detestaba la situación que se estaba viviendo y para calmar ese nudo entre el pecho y el estómago, miraba la noche oscura desde mi ventana, para aclarar mis dudas para despejar mi vista fuera de la sangre, misterio y crimen, descansar de ese sombrío pensamiento que me acosaba día y noche incesantemente, observaba la inmensa luna en ese noche como si fuera un delicado cuadro que cantaba una hermosa poesía, que me calmaba y me ayudaba a dormir, era como si absorbiera mis problemas.



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En el texto hay: sangre, panico, nohuran

Editado: 09.06.2019

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