Águila: Búsqueda Incansable

#2 Fase De Desarrollo

Edificio de EA Ortega, Buenos Aires, Argentina 🇦🇷, 11:52 P.M

Danny finalmente se prueba el traje de su primo, Roman. Como es de esperarse lo siente bastante pesado. Sin embargo nada le impide moverse. Roman toma un revólver con silenciador y le pregunta a su primo "¿Estás listo?". Danny levanta el pulgar en señal de estar listo. Roman ahora le apunta, mira un instante hacia arriba y en secreto reza "Por favor que funcione". Luego cierra los ojos y se prepara para disparar. Danny le dice con total tranquilidad "Oye, si vas a dispararme no cierres los ojos. No querrás darme en la cabeza". Roman responde inundado por los nervios "No quiero ver si te doy en la cabeza".

Danny: Solo respira hondo y cálmate.

Roman: Eso intento. Pero manejar un arma no es tan sencillo como en las películas.

Danny: Le disparaste al traje con ese mismo revólver hace 20 minutos.

Roman: Pero tu no estabas dentro.

Danny: Solo relájate. Respira hondo y cuenta hasta 3, ¿sí? Confía en mí. No me dispararás en la cabeza.

Roman: Ok -Dice sin estar convencido en lo absoluto-

Danny: ¿Listo? 1... Cuenta conmigo.

Roman: 2...

Antes del 3 Roman dispara el arma accidentalmente y la bala impacta en el traje, sin hacerle ningún daño a Danny.

Danny: ¿Ves? No pasó nada.

Roman: Se me escapó el dedo. Me ganaron los nervios.

Danny: Ya, descuida. No pasa nada. Hazlo de nuevo. Pero pon el otro cartucho antes.

Roman: ¿Y si este si lo perfora?

Danny: Lo probamos con todos los cartuchos de todo tipo de balas y ninguna lo dañó. Pierde el miedo, primo.

Aún con miedo, Roman cambia el cartucho del arma y se prepara para disparar. Ahora tiene balas perforadoras. Cuando dispara el traje resiste el impacto de la bala. Roman ahora ya pierde un poco el miedo. Por último toma el AK-47 con la que ambos trabajaron esa mañana. Antes de disparar Roman advierte "Si no te mata esto te mataré yo antes que me mates de un infarto". Luego disparar una bala. El traje resiste. Ahora dispara por segunda vez. El traje también resiste. Por último dispara todo el cartucho y tanto el traje como Danny sobreviven.

Roman: ¿Estás bien?

Danny: Este traje me protegerá pero hay que hacerle unas cuantas mejoras. Para empezar siento el impacto de las balas como si me chicotearan y duele. Necesitamos algo para reducir el impacto. Segundo, el traje es pesado. ¿Habrá alguna manera de reducir el peso?

Roman: Tengo varias ideas. Pero estoy cansado ahora —Bosteza—. ¿Podemos irnos a dormir?

Danny: Ve si quieres. Yo no creo que pueda dormir hasta que no encuentre a Kate. ¿Nos vemos mañana?

Roman: Puedes apostarlo.

Danny: Qué bueno que esto esté resultando.

Roman: Por ahora. Por lo menos podemos decir que el proyecto superhéroe está en desarrollo y no es una idea.

Centro de Buenos Aires, 08:08 A.M

En un periódico local llamado Buenos Aires Para Todos está Kamila, una joven de 21 años que recientemente se recibió de periodista en la Universidad y comenzó su carrera como periodista aquí. Kamila es de figura esbelta, mide 1,66 m, es caucásica, atractiva, de cabello castaño lacio, ojos verdes oscuros y labios carnosos. Pese a su juventud e inexperiencia, Kamila es de las mejores apuestas del diario, ya que en poco tiempo se hizo de varios seguidores en sus redes sociales y se ha ganado la confianza y la fiabilidad de muchas personas en cuanto a noticias. Es por esto que es llamada a la oficina de su jefe, el señor Milton Almirón, esa misma mañana. Kamila toca la puerta de su jefe y este la hace pasar. Kamila pasa y el Sr. Almirón la hace tomar asiento.

Almirón: Buen día, Kami. ¿Cómo estás?

Kamila: Muy bien, señor. ¿Y usted?

Almirón: Muy bien, gracias. Y estoy tranquilo de saber que cuento con una joven tan capaz e intrépida en nuestras filas.

Kamila: -Sonríe- Gracias, señor Almirón. Pero se lo debo a usted por darme una oportunidad recién graduada.

Almirón: Y me alegra haberlo hecho. Eres la estrella de este diario.

Kamila: Gracias, señor.

Almirón: Y es por eso que me gustaría hacerte un encargo especial.

Kamila: Diga, señor.

Almirón: Me gustaría que tú investigues el caso de Katherine Ortega.

Kamila: ¿Yo, señor? Con todo respeto, ¿no cree que alguien de más experiencia sería más apropiado?

Almirón: Puede ser. Pero prefiero apostar a ti. Se que puedes hacerlo y por ti pongo las manos en el fuego, Kami. ¿Qué me dices? ¿Te gustaría?

Kamila: Sería un honor, señor.

Almirón: Fantástico entonces. Es tuyo. Investiga lo que puedas por los medios que puedas. Publica cada vez que averigües algo y trata de hacerlo con frecuencia.

Kamila: Si, señor. Muchas gracias.

Almirón: A ti.

Así es como empieza el viaje de Kamila en ésta historia.
Mientras tanto, en la compañía de la familia, Danny y Roman llegan mas temprano de lo habitual para trabajar en el traje y otra clase de dispositivos que le puedan ser útiles a Danny. Ahora que han comprobado que el traje le queda, solo queda hacer algunos ajustes varios para tratar de alivianar el peso del mismo y que a Danny le resulte más fácil moverse. Roman hace algunos diseños y se pasa toda la mañana en ellos mientras Danny pasa modificando algunos dispositivos que le puedan ser útiles. Finalmente Danny se prueba el traje con algunas mejoras de reducciones de peso que en realidad no terminan haciendo mucha diferencia. De todos modos, mientras no haya nada mas apropiado, es lo que Danny usará.
Sin tiempo que perder, esa misma noche ambos toman una Van perteneciente a Roman y vuelven a donde todo pasó, es decir a esa sucursal de McRonald's. La idea de ambos jóvenes, especialmente de Danny, es hacerse con las grabaciones de seguridad para comenzar a investigar la desaparición de Kate. Parece una misión relativamente sencilla. Sin embargo, Kamila, la inexperta pero intrépida periodista, también hace acto de presencia en el lugar. No podía faltar también la presencia de los lacayos de Antúnez, que durante la semana se van a ir turnando para comer en el lugar y vigilar quién viene a investigar el asunto, esperando que quien se presente sea algún policía y así poder seguirlo y amenazarlo. Por supuesto, Kamila no se percata de que alguien la esté vigilando, simplemente entra y va directo al mostrador. Uno de los empleados le pregunta "¿Señorita?". Kamila responde " Quisiera ver al gerente de aquí, por favor". Al joven empleado no le gustó esto, así que pregunta "¿,Tiene alguna queja, señorita?".




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