Ahmena y Dhivano

1.- "La noche oscura en el rió Loira "

Un siglo XV, en el año de 1495, época en que la nobleza y la religión lo dominaban todo. Se mostrará la desgracia de dos amantes. Ellos estaban predestinados a conocerse, amarse y, desde sus primeros minutos de vida, llevarían una horrible y pesada sentencia trágica.

Todo comenzó en un poblado francés llamado Nantes, capital de Loira. Esa noche en especial un par de hermanos gitanos de nombre, Poupi y Luba jugaban cerca del río Loira. Lugar donde se habían establecido hace aproximadamente unos tres días. Mientras los hermanos jugaban, Athenois su hermano mayor conseguía madera para que su fogata no se apagara. Poupi escuchó que del río salía un chillido muy peculiar, y sin avisarle a Lubadine, dejándola completamente sola, se acercó al sitio de donde provinieron esos lloriqueos para saciar su curiosidad y saber qué era lo que hacía ese ruido tan raro. "Poupi ¿Dónde estás?", preguntó Lubadine - ¿Acaso te has ido? No te escucho hermano, no me dejes sola.

Poupi observó, en la parte del río donde estaban acumulados las hierbas, los helechos y los pedazos de troncos, pero le llamó la atención que entre todas esas cosas había una canasta y que de ésta salía aquel extraño llanto. Tomó un pedazo de madera y lo usó para acercar la canasta. Sacándola del río, pudo ver un pequeño bebé que lloraba y temblaba de frío. Decidió llevarles lo que había encontrado a Lubadine y Athenois.

Por una parte, Luba buscaba desesperadamente a sus hermanos, mientras que Athenois gritaba fuertemente los nombres de Luba y de Poupi, preocupado como siempre. Gracias a alguna deidad piadosa, Athenois logró encontrar primero a Luba.

-Luba, ¿dónde estabas? ¿Por qué no está contigo Poupi?

-No lo sé hermano, yo también lo busco, estábamos jugando y después me di cuenta que se fue porque no escuchaba más su voz, me alegra que me hayas encontrado.

-Voy a buscarlo Luba, antes de que se meta en problemas, no te muevas de aquí-. Luba asintió obedientemente.

De repente, cuando Athenois iba por su hermano, éste apareció. Notó que traía algo en las manos. Athenois dijo:

-Poupi está cargando algo entre sus manos.

Luba preguntó:

-¿Qué crees que sea?

Poupi se acercó a ellos. Luego de recibir los regaños de Athenois, su hermano comenzó a interrogarlo.

-Poupi ¿se puede saber por qué dejaste sola a Luba?

-Sólo fui al río a vel polque chillaba el río, y ela por la muñequita.

Athenois extrañado preguntó:

-¿De qué muñequita hablas hermano?

Poupi le señaló la canasta a su hermano.

De inmediato, Athenois la abrió y observó que su interior albergaba un bebé, envuelto en una manta unos pañales que traían un extraño escudo en su parte inferior. Junto a aquellos objetos, venía una nota donde se podía distinguir la palabra "Ahmena"

-Hermano, ¿Qué es lo que tiene esa canasta?, preguntó Luba desconcertada

-Parece ser que es un bebé-, Le responde Athenois aún más desconcertado

-¿¡Un bebé has dicho!?- Dijo Luba inquieta.

Athenois sacó de la canasta a la bebé, que empezó a llorar y temblar de frío. Al notarlo, entregó a la bebé a su hermana Lubadine para que la pudiera sentir y conocerla (pues ella era ciega). Luba pasó sus manos y sus falanges alrededor de la pequeña y dejó de llorar al sentir aquellas manos tan cálidas y amorosas, luego dijo:

- ¡Sí hermano, tienes razón es un bebito! Exclamó Luba con alegría.

- Si hermana y es una niña,-respondió Athenois-

-Pero es una muñequita, las muñequitas no chillan,-dijo Poupi-

Luba que sintio a su hermano junto a ella le dijo a Poupi, con cariño.

-No hermanito, no es una muñeca, sino una bebé, y llora porque tiene frío.

- ¿Podemos jugar con ella?- Preguntó Poupi muy emocionado-

-Todavía no, aún es muy pequeña, cuando crezca lo haremos- Dijo Luba amorosamente.

Al escuchar las palabras de Luba, éste se conmocionó sobremanera, ya que deseaba tener con quien jugar a parte de su hermana.

-Athenois ¿qué hacía una canasta con este bebé y en el río?

-No lo sé, es muy extraño esto.- Athenois seguía realmente desconcertado.

-¿Y qué trajo la canasta además de la niña?- Pregunto Luba para salir de su curiosidad.

-Nada más una manta, unos pañales y este trozo de papel del cual no entiendo muy bien lo que dice, sólo puedo leer la palabra ¿Ahmena? SÍ, eso dice, Ahmena, ese debe ser el nombre de la bebé. Además, los pañales tienen bordados un escudo muy extraño.

-¿Un escudo dices?, ¿será que es de algún Reinó?- Luba no podía ocultar la curiosidad que sentía por saber más del origen de la bebé.

-Puede ser Luba, pero no sólo los Reinos tienen un escudo, también algunos nobles y regiones de Francia. Pero si fuera de un Reinó, sería poco probable que una familia real se deshiciera de un heredero, y al parecer esta niña no tiene muchas horas de vida, se ve que no tiene mucho tiempo de nacida.

-¿Entonces cómo crees que esta nenita haya terminado abandonada aquí?

-Es posible... Que la madre es prostituta, para que la haya tirado solo así en el rio. Con apenas unas horas de nacida. Pero si quieres mi humilde opinión, lo más probable, es que sea de una sirvienta de ese reino que ocultó su embarazo para que no la sacaran. Puesto que la gente noble es muy delicada en esos asuntos, podrían matarla o castigarla severamente. Luego robó las mantas que son más fáciles de adquirir si eres un sirviente de palacio. Pero pensándolo mejor, si fuera una prostituta, sería una de las que trabajan en palacio y se relacione con los nobles. Seguro pensó que, para deshacerse del problema o de la vergüenza se la dejó por allí, para evitar problemas o causarle algún escandalo al noble, la verdad no estoy seguro. No lo sabremos con exactitud, pero eso no es lo importante hermanita, lo que cuenta es que está con nosotros y es nuestra responsabilidad- Le respondió Athenois muy seguro a su hermana.

-Tienes razón hermano es muy probable que sea así.




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