Ahogados ©

3. La verdad

—Isaac —dije por cuarta vez —Arriba, vamos a desayunar.

Éste se quejó y se acomodó mirando hacia el lado contrario.

Rodé mis ojos —No seas vago, no puede ser que siempre te levantes tarde. Por favor... —fingí un mini llanto —Yo quiero desayunar contigo.

Sacó su cabeza de abajo de la almohada, y se giró hacia mí con todos sus cabellos despeinados, la marca de la sábana en su mejilla y con sus ojos aún cerrados.

—¿Qué pasó? —dijo entre dormido y despierto.

Me lo quedé viendo unos segundos, ya que se ve muy tierno. 
Apreté mis labios y tomé una almohada entre mis manos. Luego de eso se la arrojé en su cara, haciendo que se sobresalte por completo.

—A desayunar —dije con una sonrisa mientras me voy hacia la cocina.

—Son las ocho y media niña... y es sábado —dijo con su voz ronca.

Dejé las tazas sobre la mesa y unas cuantas tostadas —Shh no hables fuerte que Lizzie está durmiendo —dije mientras unto un poco de mermelada sobre el pan tostado.

—¿Ella no desayuna? —dijo apareciendo en la cocina con sus bóxer y sus ojos rojizos y cansados.

—Lizzie debe dormir, ella está en crecimiento —dije sirviendo café.

No se porqué, pero amo desayunar. No me gusta mucho dormir hasta tan tarde, ya que luego siento que desperdicio medio día tan sólo durmiendo. 
Tengo unos pequeños recuerdos con mi mamá desayunando juntas, era como nuestra pequeña tradición. Allí hablábamos de lo que no pudimos decirnos el día anterior (obviamente yo le hablaba de las cosas que hice en el jardín, o de los programas infantiles que estuve viendo) 
Supongo que como luego ella trabaja todas las tardes hasta la noche, le gustaba aprovechar ese pequeño tiempo que tenía conmigo. 
Me acostumbré a eso, y es algo que no puedo sacarlo de mis rutinas.

—Anoche estuve pensando en la carta que le llegó a Trevor, ahora entiendo porque estaba tan pendiente de Mai —dije bebiendo un poco de mi café —Y estoy segura que él no le ha dicho nada de ésto a ella.

Isaac se encogió de hombros —Y me parece bien, sería innecesario preocuparla por algo sin sentido.

Lo miré seria por unos segundos —obvio que todo ésto tiene sentido Isaac, además ¿Cómo puedes estar tan seguro de que todo ésto es una falsa alarma? —rodé mis ojos —Con toda la gente que han jodido, yo diría que cuando le llegan cartas de éste tipo deberían preocuparse.

Isaac terminó su café en silencio al igual que yo. Lo conozco tan bien que sé lo que está pensando. 
Él cree que yo no puedo opinar sobre la situación, porque nunca viví algo parecido a lo que ellos vivieron. 
No sé de gente que mata, mafias, armas, amenazas. Entiendo que claramente ese no es mi lugar, pero no puedo evitar pensar de que algo malo podría pasar. 
Siempre existe esa posibilidad, nunca hay que ignorarla, porque sino todo sería más fácil, y la realidad es que nada es así.

—Trevor debería hablarlo con Mailen —dije finalmente rompiendo el silencio —Debería contarle todo.

—Es decisión de él, no mía —hizo una pequeña pausa y me miró de reojo —Ni tuya tampoco.

Asentí lentamente —Si tu no hablas con Trevor para que lo haga, lo haré yo. ¿En serio creyeron que Mai puede vivir en un mundo que ni ella conoce? —apreté mis labios indignada recordando que con Isaac ya hemos discutido éste tema —Es como si estuviera viviendo con un completo desconocido.

—Niña, todo a su tiempo. Trevor nunca ha sido una persona demostrativa y no está acostumbrado a recibir afecto —subió sus cejas intentando aclarar sus pensamientos —Entiendo tu punto, pero también entiendo el de Trevor. Él tiene miedo de perderla, tiene miedo a que ella huya asustada cuando vea su verdad.

Apreté mis labios —Yo viví en una mentira por 17 años hasta que me enteré que tenía hermanos, tú viviste en una mentira hasta que te enteraste la clase personas que eran tus padres, y a los dos nos destrozó. Sabiendo lo que se siente, hay que dejar el egoísmo de lado y hablar con sinceridad —alcé mi mano dispuesta a dar mi punto final de la conversación —Y no me vengas con un pero, porque tu mejor que nadie sabes que tengo razón.

—Está bien, está bien —dijo negando lentamente —Tienes toda la razón niña, me parece que ya es tiempo de que Trevor le cuente la verdad. Hoy hablaré con él, cuando te lleve a buscar tus cosas.

Suspiré profundamente —Gracias.

Me incómoda meterme en temas que no me incumbe. Pero Mailen es mi amiga, y compartí muchísimas cosas con ellas éste último tiempo. 
Es obvio que me sentía mal, no poder hablar de todo con ella. Y sentir que cada vez que la miraba a los ojos, le estaba mintiendo, al igual que todos. 
Pero claro que a mí no me corresponde decirle todas las cosas que ni ella es capaz de imaginarse. 
Es por eso que me molestaba mucho que Isaac no insistiera para que Trevor sea sincero con Mailen. 
Mientras más espere, más daño va a causarle.
Luego de que Lizzie se levantara, cambiamos de tema con Isaac. La pequeña se despertó con todas las pilas puestas, y fue derecho al televisor. 
Mi celular vibró y de reojo pude ver que era un mensaje de Theo.

Theo:
"Te extraño, ¿cuándo vas a venir? Ben se porta muy mal conmigo"

Yo:
"Mañana prometo que iré a visitarlos, y esta mañana hablé con Ben, ¿En serio Theo? ¿Por qué le pusiste salsa picante en sus boxers?"

Theo:
"Okey te espero mañana, y en mi defensa me sentía ignorado"

Apreté mis labios sintiendo pena por mi hermano, al parecer hace poco Ben está saliendo con alguien. 
Pero nadie sabe nada, él quiere esperar hasta que la cosa vaya en serio. 
Pero yo no creo que sea por eso, y dentro de poco confirmaré mis dudas.

—¿Vamos? —dijo Isaac con una sonrisa mientras abre la puerta —No veía la hora de que vayas a buscar tus cosas, aún no caigo de que ya estés conmigo —dijo esperando a que pase para luego robarme un beso de la mejilla —¡Vamos Lizz! Y dile a George que venga también.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.