07

"Espera, espera, estoy caminando sobre este sube y baja sin ti."

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El trío observaba la escena con recelo y buscando en el más minúsculo detalle para sacar a la omega de tez pálida de allí; porque no importo cuanto quisieron retener durante semanas a Ailyn para alejarse de Lee Sohee, ella les dijo que por alguna extraña razón algo le impedía alejarse de esa omega de aroma agrio.

Pero sí que sabía la razón. Era el aroma a Leña que había alrededor de Sohee lo que la llamaba a su encuentro, el aroma a un alfa que desconocía pero que su interior ansiaba oler a carne propia. Esa idea descabellada que intentaba quitarse cada que la conversación con la contraria se volvía incómoda o intensa cuando pedía pasar por su casa; cosa que Ailyn lo negaba. Era tonta, sí, pero no estúpida como para no saber descifrar el ambiente.

Deseaba no llegar al receso y correr en busca de ese olor que se calaba en sus entrañas como a más no poder e intrigándole reconocer el segundo aroma que se le volvía difícil; era fuerte pero algo dulce y se mezclaba con el ya conocido para volver loco sus sentidos. Y es que hace días que sentía a su lobo ronronear en su interior, buscando despertar y conocer al portador de dicho aroma. Su lobo se lo pedía a gritos y su instinto también.

Era sofocante pero no podía alejarse, incluso si sus amigos le decían de no hacerlo. No podia. No reaccionaba.

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-¿Crees que mi pareja destina pueda ser un beta? - la voz baja y apenada de Taehyun le hizo sonreír con ternura, juraría que estaba sonrojado pero ella no podría verlo por lo que tocó las mejillas ajenas y efectivamente estaban calientes bajo la piel; Taehyun comprendió la acción de su hermana y alejó la mano intrusa de su rostro, se sintió mucho más avergonzado. - ¡Ailyn! ¡Es en serio!

-Lo siento, lo siento. Solo quería confirmarlo. - dijo la recién nombrada riendo bajo, cosa que hizo suspirar al menor. La pelinegro se acomodó en el respaldo del sofá y su vista perdida curiosamente estaba fija en la chimenea levemente prendida. - Los lazos de predestinados solo se dan entre Omega y Alfa... - su respuesta hizo que su hermano menor soltará feromonas de tristeza, mordió su labio inferior abrazandolo; era un cachorro aún, su hermano cachorro. - Pero eso no te tiene que impedir enamorarte de quien tú quieras, TaeTae. Si crees que Yanan, siendo un beta, es la persona que amas debes seguir ante ese palpito.

-Pero soy un alfa... se supone que debo llevar el apellido.

-¡Waah! - exclamó exaltada Ailyn revolviendo el cabello de su hermano. - ¡Eso no tiene nada que ver! Apenas tienes 16 años para estar pensando en futuro, pero si eso te aterra déjame decirte mi querido hermanito que no te importara con la persona adecuada porque buscarán de mil maneras obtener algo bueno para ambos.

El menor se removió en los brazos de su hermana y está lo soltó luego de jugar con sus mechones una vez más, su hermanito tenía unos rulos desprolijos que todavía podía sentirlo. Taehyun miró su hermana con el ceño fruncido por su reciente acción, no obstante por dentro se sentía cálido ante sus dulces palabras y eso no era porque se despertó como omega, Ailyn siempre fue dulce con él. Incluso si no son hermanos biológicos.

-Sabes... - habló la omega llamando la atención del contrario, Taehyun hizo un sonido de aprobación para que siguiera, dándole a entender que la escuchaba. Ailyn sonrió con burla mientras sus ojos se posaban a un lado de su hermano, el azabache la miró confundido. - Cuando eras bebé y comenzabas a caminar intenté que te tiraras por el inodoro, pero no funcionó porque Papá Kook nos vio.

-¡Ailyn! - gritó indignado y su hermana comenzó a carcajearse sin pudor alguno. El menor se cruzó de brazos inflando sus mejillas. - ¡Y yo que decía que mi hermana era dulce siempre!

-¡Lo siento! - respondió Ailyn calmándose, pero la sonrisa burlesca en su rostro no se iba. - Pero cuando apenas llegaste me caías muy mal, esa la verdad. Tuve que acostumbrarme a ti pero a la difícil.

-¡Yaa! - volvió a gritar el azabache, sus mejillas están rojitas y su ceño fruncido; su propia hermana adorada intento ahogarlo con el pipí de su familia, que horrible imagen. Taehyun la miró suspirar contenta y de alguna forma su mirada volverse suave, entonces no midió sus palabras. - ¿Alguna vez te enamoraste, Ailyn?

Ella quería responder con algo, pero estaba siendo difícil por lo cual solo asintió recordando al japonés que en algún momento capturo su corazón y al italiano que ahora le dolía pensar en su partida. Estuvo por hablar, decir algo, pero se paralizo cuando su lobo recordó.

Recordó un aroma del que no se alejaba.

Leña y un alfa desconocido.

Antes que alguno de los dos Jeon menores dijera algo la puerta fue abierto y el aroma dulce, muy dulce, de su padre Taehyung les llego de golpe. Ailyn aplano sus labios para ocultar lo que estaba por decir y Taehyun hizo una mueca de asco, si su hermana lo vería ya hubiera tapado su rostro. El matrimonio, guiado por los olores de sus hijos, se asomaron al living principal; Jungkook bufó negando al ver la mueca asquerosa en el rostro de su hijo menor pero Taehyung la ignoró acercándose para abrazar al pequeño alfa celoso.

-¿Por qué haces esas caras? Antes decías adorar mi aroma. - Taehyung hizo un leve puchero estrujando entre sus brazos al pequeño azabache que inconsciente se había resguardado en el pecho de su padre omega. - ¿No hablarás?

-Tengo tarea que hacer. - murmuró y fue liberado del abrazo para salir disparado a su habitación.

-Eso fue porque lo mimaste tanto de pequeño. - suspiro resignado Jungkook esbozando una sonrisa enorme cuando su pequeña hija le devolvió su abrazo. - Ailyn no reaccionó de esa forma cuando él llego y era mucho más pequeña.

-Jungkook... lo quiso tirar por el inodoro y la ventana. - recordó con un poco de diversión en su voz. El omega no tardó en unirse al abrazo tratando de robar por completo a su hija. - Además, aún es pequeño es normal esa reacción. Ailyn también, es una cachorra.