Airbag: Expired Letters

Estática [002]

— Hola Lucy, ¿cómo te encuentras?

— Bien, creo que estoy mejorando, es decir, ya no he tenido pesadillas y he dejado de despertar a causa de ellas a media noche. El llanto ya no me persigue hasta dejarme sin aliento. Creo que voy por buen camino.

— ¿Hay alguna novedad?

— Hum, a veces me siento culpable o muy egoísta, estoy ayudando a mi mente a comprender que lo hago todo por mi bien.

— Claro, además estas protegiendo tu vida, necesitas estar en un ambiente donde te sientas cómoda y protegida, donde no perpetúen tu vida, así que no te sientas culpable por favor, todo lo has hecho por proteger tu vida… Cuéntame, ¿logras reconocer el punto de partida, la raíz de alguno de tus malestares?

 

   Ella me ha dicho “no le ocultes nada”. Pero he estado mintiendo hasta cierto punto. Noto la mejoría en mi persona, me siento feliz por llegar tan lejos y estar con vida.
Estoy casi segura que tanta paz en mi entorno me está asfixiando, tanta libertad me vuelve prisionera y me limita. Odio admitir que tal vez se deba a que toda mi vida he vivido alrededor del peligro, en tonos rojizos y ahora que todo es tan sereno los tonos son azules.
Siento como si algo hizo corto en mi circuito central. No logro diferenciar los colores, todo lo veo en escala de grises; mi mente me dice a que es a causa de que he dejado de vivir rodeada de adrenalina... Mi intuición me hace creer que el azul del cielo es hermoso y que las plantas que me rodean son de un verde brilloso.

 

— Hola Lucy, esta es nuestra quinta sesión. ¿Ocurre algo, tu rostro se ve demasiado pálido?

— No sé qué es lo que me ocurre, simplemente... de la nada me comienzo a sentir mal, ha ocurrido en un total de cinco días durante esta semana. Aunque me he permitido llorar y sentir, el miedo continúa extendiéndose por todo mi cuerpo hasta que pierdo el control de mis emociones. Comienza con un sentimiento de malestar al notar que estoy descansando y el primer pensamiento que acude a mi mente es "tienes que esforzarte más, has descansado lo suficiente, levántate". Luego viene un vació inmenso, cuestionándome duramente "¿qué carajo estoy haciendo con mi vida que el tiempo se desliza por mis dedos?". Tras esa avalancha de pensamientos y emociones mi mente comienza a saturarse, mi respiración se ralentiza, las lágrimas inundan mis ojos. Y es entonces cuando ocurre el ataque de pánico...

— Comprendo. Has pasado por proceso muy largo, sin olvidar que es reciente, así que déjate sentir todo lo que necesites sentir, no reprimas nada. Cambiaste tu entorno, así que lo que toca ahora es aprender de ello, comunícate con las personas que te rodean, puedes hacer algunas actividades como leer, tejer, correr, ejercicio, actividades que son de tu agrado y te divierten

— Algunas de ellas las hago con el objetivo de ser constante porque suelo dejarlas a la mitad. Estoy intentando con todas mis fuerzas salir adelante, porque si yo no me salvo, nadie me va a salvar, si yo no me amo será mi fin…

   Le he vuelto a mentir, me pregunto si es por miedo a dejar la puerta abierta. Sé que me quiere ayudar, intento ser una persona sincera y contarle como he llegado a este laberinto sin salida. Claro que me siento bien, percibo que el sol es dorado porque me mantiene caliente. Me siento feliz, creo que voy por un buen camino, nada me hará caer nuevamente, ellos no me verán derramar nuevamente lágrimas. Soy espectacular así que voy a salir de este agujero. Voy a recuperar la pasión que sentía al realizar mi sueño y lo llevaré a la cima y aún más lejos. Soy tan genial que voy a comprometerme conmigo, voy a amarme como nunca lo hice.

 

— Lucy, te ves radiante hoy.

— Renací como el ave fénix.  El ejercicio matutino me llena de energía. Acompaño la ducha de mascarillas y exfoliantes, desayuno súper rico, tejo en mis tiempos libres, asisto a clases y participo en ellas...

— Me alegra mucho saber que la mejoría va por buen camino....

 

   He tenido un retroceso durante esta tarde navideña.

   Tenía un sueño cálido. Algo me sobresalto, han sido mis pensamientos, hoy es la cena y yo continuo en pijama, es tarde, y nadie me ha llamado para ir a la sala con el resto. Oh, pero ÉL está ahí, entonces aún no es la cena.

— Ven, acuéstate aquí, hace frío. 

   Pero antes de siquiera pensarlo mi cuerpo actúa por su cuenta. No Lucy, no vayas, no te fíes de sus palabras por favor. Cuando reaccioné ya estaba a su lado, mi nobleza me decía que estaba todo bien. Mi intuición me gritaba que no volviese a dormir...

   No, por favor detente, para, por favor, no sigas... No estoy dormida, pero por alguna razón mi cuerpo se ha quedado estático y no me responde, mis ojos ni siquiera se abren. No, déjame, aleja tus manos de mi cuerpo... No, yo creí que eras una buena persona, por qué me haces esto, solo... 

  Recordé las noches de pesadillas y despertar llorando y lo usé de excusa para despertarme. Me incorporé y se alejó de mí.

— Lucy, ¿estás bien, te pasa algo?

   Maldito hipócrita. ¿Acaso un fantasma se apodero de tu cuerpo qué finges no saber lo que me hacías?



#20332 en Otros
#5990 en Relatos cortos
#7870 en Joven Adulto

En el texto hay: cartas, confesiones, superaracion

Editado: 15.11.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.