Reencuentro

La Venecia del Norte, un lugar maravilloso en el cual se podian pasar unas buenas vacaciones, pero por las circunstacias en las que me encontraba no era posible.

Luego de varias horas intentando buscar pisatas en Estocolmo no encontre nada, era muy tedioso el hecho de tener que buscar a alguien que solo pasa sus días huyendo de su destino, aún asi solo tenia que seguir persistiendo y pensar en que lugar me instalaria para almenos tener un lugar en el que descansar, aprovechando que estaba en una zona muy alejada de la civilización, vi un cartel de públicidad sobre una cabaña en la cual se daba alojamiento a cazadores de la zona y sin pensarlo 2 veces me puse en marcha.

Al lleguar se podia apreciar una cabaña vieja y algo descuidada probablemente estaba abandonada pense, pero al entar me di cuenta de que no debes juzgar a un libro por su portada, todo lo que había adentro de esta era magnifico un clima calido personas muy sociables y lo más importante el cuarto en el que llevaria acabo mis planes.

Despues de unos días todo iba bien, salia a cazar debes en cuando y converzaba con algunos fugitivos si sabian algo sobre Saro, lamentablemente aún no habían noticias, mientras estaba jugando al poker con algunos inquilinos llego alguíen que no esperaba ver, era ella. 

La detective que hace un mes atras me había arrestado estaba aquí en Estocolmo, trate de hacerme el de la vista gorda pero no funciono, me reconocio al instante, pero para no llamar la atención decidio seguir su camino, luego de eso me fui a mi habitación un poco más tranquilo pero algo inquieto, pues al estar ella en el mismo lugar que yo podrian haber nuevas sopechas de que realmente si estaba interesado en matar a Saro, trate de no darle muchas vueltas al asunto, almenos no hasta que ocurriera algo extraño.

Depronto tocaron a mi puerta, se me paralizo el corazón al saber de quien se trataba, no paso mucho hasta que oí una voz que dijo, abre la puerta necesito hablar contigo.

Detras de la puerta estaba ella, sin decir nada entro y se sento en mi cama, fue ahí cuando comenzo.

- No dijiste que no tenias nada que ver con Saro.

- Te dije que no se quien es Saro, estoy aquí para calmar el trauma que me dejaron tú y tus oficiales al golpearme y someterme a torturas fisícas y psicologícas.

- Lo siento por ello, pero no tenia otra opción, talvez pienses que hago eso a cualquier persona que considero sopechosa pero debes de entender que lo hago para evitar más muertes, ese hombre, Saro es un asesino sin compasión que no duda en matar a aquellos que se atreven a interponerse en sus negocios.

- Talvez tubiste tus motivos, pero los metodos que aplicas no son los adecuados, aún me causa inseguridad estar viendote.

- Me gustaria que entiendas la situación por la que Italia y el resto del mundo puede estar pasando, yo busco a ese hombre porque es un peligro para la sociedad y necesito toda la información posible para hallarlo, talvez debí de hablarte tranquilamente desde un principio, pero tienes que entender que con cada día que pasa Saro se hace más fuerte y con eso más muertes se acercan. Porfavor, necesito que me des toda información referente a él, estoy segura de que ese día el hombre al que perseguias era Saro.

- Necesito tú nombre.

- ¿Qué?

- Tu nombre, no puedo fiarme de alguien que no conozco, si quieres que te ayude necesitare conocerte, te dire todo lo que se, y si es posible te ayudare.

- Mi nombre es Sahara.

- Lindo, igual que es desierto del Sahara, solo que a diferencia del desierto tu eres más colorida y calida.

- Eso sono muy forzado, bueno da igual, cual es el tuyo.

- Soy Aki.

- Ok Aki, entonces me contaras todo lo que sabes sobre Saro.

- Solo con una condición.

- ¿Cual es?

- Deberas salir conmigo, al Museo de Rietberg, luego de eso, te contare todo lo que se.

30/07/82