Escucho mi nombre, siento que alguien me sacude y regreso a la realidad.
-Evolet, despierta llegaras tarde a la escuela otra vez.
Es mi madre otra vez quien me saca de mis sueños, ellas es un poco más bajita que yo, tiene los ojos café obscuro son algo rasgados ya que su madre es china y su padre es español, tiene el cabello corto y usa lentes; Creo que no he mencionado como se llama, bueno se llama Rania y es la mejor madre del mundo, y no lo digo porque la quiera mucho sino porque se ha hecho cargo de mi desde que nací ya que mi “padre” jamás se ha interesado por mi porque no fui hombre.
En fin me despierto y le grito a mi madre que ya estaba bajando la escalera-¡Ya voy!- y me dispongo ponerme la ropa que me llevare a la escuela, me la pongo tan rápido como puedo porque a pesar de que voy en tercero de secundaria nos tratan como si fuéramos en prepa, la puntualidad es importante, salgo de la casa casi corriendo y me encuentro a mi mejor amigo, Kaesy.
Parecemos hermanos porque los dos tenemos el cabello rizado, pero él y yo siempre no lo alaciamos porque él tiene un estilo algo rockero y yo no me quedo atrás, amo pintarme el cabello de colores fantasía, nos gustan casi las mismas cosas y casi es porque él ama las gomitas de fresa y yo las de manzana; llegamos a la primera clase derrapando, hoy toca examen de mate, que genial 10 asegurado.
-El examen estuvo regalado, mierda, parece como si la profesora pensara que somos niños de preescolar- me dice mal humorado.
-Y según es la mejor profesora de la escuela.
-Si claro para enseñarles a autistas con problemas de sordera- me dice siguiéndome la corriente y nos empezamos a reír como locos.
-Ya pueden entrar- nos dice la profesora.
-Una hora más de tortura con teletón- me dice al oído Kaesy.
Al término de todas las clases, salimos de la escuela y nos vamos a un parque que queda a una cuadra.
-¿Quieres uno?- me pregunta Kaesy ya cuando llegamos al parque.
-Vale ¿Pero son de los que sacan color verdad?- le pregunto con una carita de niña buena.
-Claro, los mejores cigarros de colores para mi ojitos- me dice.
-Por eso te quiero nano- le digo-. Préstame tu encendedor- prendo mi cigarro y la primera calada me sabe a gloria y cuando saco el humo este se va degradando de morado hasta azul cielo.
Hablamos de todo y nada a la vez, la verdad es que se nos pasa muy rápido el tiempo cuando estamos fumando y viendo las nubes adivinando la forma que ve el otro en alguna de ellas.
-Bueno ya me tengo que ir, hoy le toca cambio de aserrín a nano jr- le digo (nano jr es un hámster ruso que me regalo Kaesy en mi cumpleaños pasado y le puse así porque se parece algo a él).
-Bueno nada más deja término de fumarme este cigarro para acompañarte.
Vamos caminando en la calle y una tipa que va en el otro tercero que se cree la gran cosa me empuja y acto seguido se me queda viendo con una mirada desafiante y se va.
-Juro que algún día de estos la voy a madrear a esa cara de lagartorata- le digo a Kaesy.
-No lo hagas te vas a meter en puros problemas ¿Tienes idea de quién es hija?
-No y no me importa un carajo- le contesto muy enojada.
-Es la hija del Coronel Simur- me dice como si fuera tan obvio.
-Aun así si la lagartorata me sigue molestando no me voy a aguantar las ganas de darle una lección.