La luz suave y calida, iluminaba el espacio, familiar y desconocido al mismo tiempo. El estudio de Arte, mi lugar favorito, amaba pasar tiempo aquí, hablando, pintando, tocando piano, todo en la compañía de Alexander. Su presencia me inspiraba.
"Lucy, hoy vamos a trabajar en tu técnica" dijo mi profesor con una sonrisa dulce. Me entrego un boceto de pintura y comenzamos a trabajar. Mi mano se movía con confianza, pero de repente mi pincel resbaló y manchó la obra.
"¡¡Oh no!!", exclamé desesperada.
Alexander se acercó, y me miró con calma. "Luciana, no te preocupes, los errores son parte del proceso creativo". Tomó mi mano y la guió sobre el papel.
"Mira aquí, donde pensabas que habías arruinado todo, hay una oportunidad para crear algo nuevo". Y así, con su ayuda, transformamos el error, en una obra maestra.
"Recuerda, Luciana", dijo mirándome a los ojos, "en la vida, los fracasos no siempre son malos. Aveces son la puerta a nuevos comienzos y oportunidades", estábamos tan cerca que nuestras bocas casi podían tocarse, cerré los ojos esperando el dulce beso de sus labios y entonces...desperté.
¡Joder! hacía tiempo que no tenía esta clase de sueños semihumedos, con mi sexy profesor de Arte,
Recuerdo haber tenido esta charla con el, sin la escena de nosotros a punto de besarnos, eso solo pasó en mi sueño, claro. Me levanté, me di una ducha, me vestí y me dirigí a la empresa. Hoy era un día importante.
Me senté en la sala de reuniones, rodeada de mis compañeros de trabajo, con el corazón latiendo en mi pecho. La adrenalina corriendo por mis venas. Ryan Hampton, Emily Russell y yo habíamos trabajado incansablemente durante semanas, presentando nuestros proyectos y defendiendo nuestras ideas.
Marcus Harrington, nuestro CEO, se puso de pie, con una sonrisa enigmática en su rostro.
"Queridos colegas, ha llegado el momento de anunciar el resultado de la competencia. Los tres finalistas han demostrado una excelencia excepcional en sus proyectos. Pero solo uno puede ocupar el puesto de vicepresidente."
Mi corazón se aceleró mientras Marcus hacía una pausa dramática.
"Y el proyecto ganador es... ¡Ryan Hampton!."
La sala estalló en aplausos, mientras Ryan se levantaba, sonriendo, para aceptar la felicitación de nuestros colegas. Me uní a los aplausos, tratando de esconder mi decepción.
"Ryan, tu proyecto ha demostrado una visión innovadora y una estrategia sólida para el crecimiento de nuestra empresa", dijo Marcus, estrechando la mano de Ryan.
Me sentí orgullosa de Ryan, pero no podía evitar sentir una punzada de tristeza. Había dado todo de mí, y no había sido suficiente.
Natalia, mi mejor amiga, se acercó y me abrazó.
"No te desanimes, Lucy. Eres una líder excepcional, y tu momento llegará, estoy totalmente segura. "
Sonreí, agradecida por su apoyo. Me di la vuelta y miré a Emily, ella también se merecía el reconocimiento y el apoyo de todos, aunque nueva en la compañía, habíamos creado un vínculo y amistad muy bonitos, era accesible y su experiencia enriquecedora, nos habia aportado ideas muy interesantes. La saludé y nos estrechamos las manos, a partir de ahora, éramos colegas con una misión a fin, llevar la empresa a nuevos niveles.
Estoy feliz por Ryan. Se merece este reconocimiento.
Ryan se acercó, con una sonrisa en su rostro.
"Luciana, gracias por tu apoyo. Sabes que siempre has sido una fuente de inspiración para mí" en un tono bajo solo para nosotros me Recalcó con un dejo de tristeza, "te soy sincero, se que si no fuera, por la política tradicional que nos imponen, no estaria aqui, aceptando tus felicitaciones, ánimo colega, voy a luchar para deshacernos de esta regla arcaica, cuenta conmigo."
Me sentí conmovida por sus palabras. Aunque no había ganado el puesto, había ganado algo más valioso: la amistad y el respeto de mis colegas.
Salí de la sala, con la cabeza en alto, lista para enfrentar nuevos desafíos.
La hora de la verdad había llegado, y aunque no había sido la ganadora, sabía que mi momento llegaría.
Natalia, Ryan, mis colegas y Alexander no se equivocaban, este fracaso me abriría las puertas a un nuevo comienzo.