Alas de sedosa libertad

Capitulo 6 ¿Qué pasó anoche?

La cena en honor a Ryan en el hotel de lujo "Imperial Royal Resort" era la perfecta excusa para celebrar su victoria. Marcus Harrington, el presidente, había reservado la suite más lujosa para la ocasión. La noche comenzó con música en vivo, champagne y canapés, al estilo de la alta sociedad.

La suite estaba decorada con elegancia, con cortinas de terciopelo rojo y muebles de lujo. El suelo de mármol brillaba bajo la luz de los candelabros. Luciana, quien se habia vestido de prada, Natalia, Emily, Ryan y el resto de los colegas se divertían bailando y riendo.

La comida era exquisita y el alcohol fluía sin parar. Pero a medida que avanzaba la noche, las cosas comenzaron a descontrolarse. Ryan empezó a cantar karaoke, con una versión desafinada de "I Will Survive", gracias a los cielos que todos estaban entumecidos, sin alcohol de por medio, escucharlo sería una tortura para los oídos.

Natalia y Emily se disputaban el título de "Reina del baile", al ritmo de cumbias y reggueton. Natalia juraba, que debido a convivir con Luciana, le había nacido las raíces latinas de esta, su baile, parecido a una danza azteca, por la cantidad de saltos que daba, al parecer convenció al jurado, coronándola como la vencedora.

Luciana por su parte, se había convertido en la "Reina del Champagne", bebiendo copa tras copa sin parar, haciendo brindis a diestra y siniestra. Marcus, el presidente, intentaba mantener la dignidad, pero incluso él no pudo resistir la tentación de unirse a la fiesta. Repartiendo promesas de bonos y aumentos de salario, cual político en elecciones.

"¡Esto es increíble!", exclamó Emily, con su vestido de fiesta azul brillante. "Me siento como una princesa."

"¡Tú eres una princesa!". Vestido de esmoquin, dijo Ryan con una sonrisa. "La princesa del baile."

"¡No, no, no! Yo soy la reina del baile," dijo Natalia, enfundada en un vestido rojo fuego y bailando al ritmo de reggueton.
"Por eso, tu eres la Reina cariño, Emily es la princesa, brindemos por sus mejestades, su vals estuvo impresionante", exclamaba una Luciana borracha.
"Bailaron reggueton, Luciana", dijo Marcus, quien había fungido como juez.
"¡Eso dije!". Corrigió Luciana. "El perreo intenso es lo tuyo jefe, brindemos!, ¡¡¡SALUD!!!".
"Yo no, no.. fue Natalia y Emily, ellas..¡oh! olvídalo estas ebria mujer", dijo un Marcus exasperado.
"¡Dios del amor hermoso Luciana!, bebe de la copa, ¿por que se la vaciaste al jefe en la cabeza?". Exclamó de pronto Emily, no podía creer lo que veían sus ojos.
"¡Ryan, Ryan!". Gritaba Natalia, "unos klinex por dios, algo rápido, aver préstame tu corbata, jefe lo siento, Lucy no lo hizo a propósito, perdónala, no la despida, es el único sustento de su familia, su perro y su gato dependen de ella para vivir", lloraba y suplicaba a moco tendido Natalia.
Marcus, intentaba tranquilizar a una Natalia desconsolada, mientras la culpable, ajena a todo, seguía dando discursos motivadores y brindis a todos.

"¡Brindemos por Ryan!". Una vez mas Luciana, levantando su copa. "Brindemos por Marcus Harrington, ¡Que siga ganando y nos haga ricos a todos!". Y así entre risas, bailes, drama, y muchos brindis paso la velada.

La noche culminó con todos durmiendo en la suite, desperdigados por todos lados. La mañana siguiente, fue un completo desastre, exautos y con resaca, con dolores musculares y de garganta.

"¿Qué pasó anoche?, No tengo recuerdos", preguntó Emily, con una voz ronca.

"No lo sé," respondió Luciana, con una sonrisa. "Pero creo que gané el título de, Reina del Champagne."

"¡Eso es seguro!", dijo Ryan, riendo, al ver la cinta con el lema escrito que Luciana llevaba en los hombros.

La suite estaba llena de pruebas de la juerga: botellas vacías de champagne, tequila, bocka y de más, platos de comida tirados por el suelo, y un par de zapatos de tacón roto.

"¿Quién se cree que es la Reina del Baile?" preguntó Natalia, levantando sus rotas zapatillas gucci.

"¡Tú, por supuesto!", dijo Emily. "Hiciste un drama al jefe, un papelón digno de un oscar y te otorgó el título".

"¡No, no, no!, Yo soy la reina del baile," dijo Luciana, riendo.
"Ahora recuerdo", dijo Natalia con una risa llena de Malicia, "alguien derramó champagne sobre la cabeza del presidente..."
"Sí si si tu eres la Reina del baile bebé", se apresuró a callarla Luciana y con una mueca de candado en la boca miró a Ryan y compañía y todos asintieron, con la cabeza en señal de acuerdo, y el asunto llegó a su fin.
Y así, con risas y dolor de cabeza, comenzaron a retirarse, agradeciendo al dios de la fortuna, porque era fin de semana y no tenían que presentarse a trabajar hasta el lunes.




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