Alba X Aurora

Capitulo 2

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**Capítulo 2: Ecos del Ayer**

El sol ya estaba en lo alto cuando Isabela y Tomás decidieron dar un paseo por el pueblo. Las calles empedradas de Valle Sereno resonaban con el eco de sus pasos, mientras los murmullos de los vecinos se mezclaban con el canto de los pájaros. La pequeña plaza del pueblo, adornada con flores y una fuente antigua, era el corazón de la comunidad. Allí, niños corrían y jugaban, llenando el aire con sus risas.

Tomás miró a Isabela de reojo, notando su expresión pensativa. "Siempre has sido una soñadora, ¿verdad?" dijo con una sonrisa.

Isabela asintió lentamente, sus pensamientos todavía lejos. "Sí, pero últimamente mis sueños parecen más vívidos, más... intensos. Como si algo estuviera llamándome, pero no puedo entender qué es."

Caminaron hasta el borde de la plaza, donde un viejo roble ofrecía su sombra protectora. Se sentaron en un banco de madera desgastada, contemplando la vida que transcurría a su alrededor.

"Recuerdo cuando éramos niños," dijo Tomás, su voz teñida de nostalgia. "Solíamos pasar horas bajo este árbol, inventando historias de aventuras y misterios."

Isabela sonrió, recordando aquellos días felices. "Sí, aquellos tiempos eran más simples. Pero ahora... ahora todo parece más complicado. Mis sueños, mis deseos, todo es tan confuso."

Tomás le tomó la mano, ofreciéndole su apoyo incondicional. "No estás sola, Isa. Siempre estaré aquí para ti, sin importar lo que pase."

Ella apretó su mano con gratitud, sintiendo un calor reconfortante. "Gracias, Tomás. No sé qué haría sin ti."

De repente, el sonido de una campana resonó en el aire, anunciando la llegada del mediodía. Los dos amigos se levantaron y decidieron continuar su paseo, esta vez dirigiéndose hacia las colinas que rodeaban el pueblo. Mientras subían por el sendero, el paisaje se volvía más majestuoso, con vistas panorámicas que dejaban sin aliento.

Al llegar a la cima, se detuvieron para contemplar el vasto horizonte. Isabela cerró los ojos, dejándose llevar por la brisa fresca que acariciaba su rostro. En ese momento, sintió una conexión profunda con la naturaleza, como si el universo entero conspirara para revelarle un secreto.

"Tomás, siento que algo grande está por suceder," dijo con un tono de voz casi reverente. "Algo que cambiará nuestras vidas para siempre."

Él la miró con curiosidad, intentando descifrar el enigma en sus palabras. "¿A qué te refieres, Isa?"

"Lo sé," respondió ella, abriendo los ojos y mirando directamente a Tomás. "No lo sé exactamente, pero tengo la sensación de que estamos al borde de algo extraordinario. Como si el destino estuviera esperando para mostrar su verdadera cara."

Tomás asintió, comprendiendo la intensidad de sus emociones. "Entonces, sea lo que sea, enfrentémoslo juntos. Porque juntos, Isa, podemos superar cualquier cosa."

Isabela sonrió, sintiendo una renovada esperanza en su corazón. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero con Tomás a su lado, estaba dispuesta a enfrentarlo con valentía.



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En el texto hay: relato corto

Editado: 28.02.2025

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