La cabeza de la princesa iba en un mundo paralelo, de un lado a otro, eran las 8:00 de la mañana y el sol ya se sentía a sus espaldas justo en el edificio de Will en dónde había pasado la noche. Caminaba normalmente como si estuviera en su reino , nada, ni nadie le incomodaba, a esas hora no había tantos seres en las calles, porque la mayoría eran nocturnos y para esas horas ya estaban en sus madrigueras refugiándose como lo que eran unos inmundos insectos.
La chica pensaba en todo menos en como llegaría a la frontera, claro está que no pensaba caminar más de 3 horas para llegar a ella, pero tampoco podía pedir un taxi, debido a que eso se vería demasiado sospechoso, además como ya se había dicho la mayoría de los seres eran nocturnos y por lo tanto no había tanto transporte en el día, pero dejando eso atrás, tampoco se atrevía a llamar a algún guardia del reino o a alguien más del otro lado, porque de inmediato los reconocerían y los matarían en los peores casos.
Aleixka no sabía que hacer todo era confuso, su mente divagaba y no le daba soluciones claras ante el problema de llegar a la frontera, en lo único que pensaba y no se le hacía confuso eran esos recuerdos tan hermosos de una noche antes y de los dulces besos que Will daba en ella, aunque para su corazón pareciera un sueño que cada vez que recordaba lo hacia palpitar de la emoción, para su mente estaba claro lo que había pasado.
De repente un celular en la bolsa que traía con el pequeño armamento y sus cosas empieza a sonar repentinas veces haciendo que la princesa saliera de sus pensamientos. Después de unos cuantos tonos contesto.
-¿sí?- contestó sin tan siquiera ver el número de la persona
- Aleixka – la voz de enojo y regaño de Josep la sobresalta del otro lodo de la línea telefónica
- ¿Qué paso?- al escuchar la voz de su amigo por un momento se relajo sin embargo al hacer una pausa posterior, su enojo regreso a su ser, debido a que todavía no podía perdonarlo por lo que había hecho una noche anterior dejándola sin transporte
- ¿Dónde estás?- su tono cada vez era más fuerte y duro
- eso no te incumbe, ¿más bien en donde estabas tú?- el enojo de la princesa ya se empezaba a notar poco a poco en su tono de voz
- Aleixka por favor no me cambies el tema, yo pregunte primero- del otro lado de la línea parecían gritos los que se escuchaban, sorprendentemente nadie más se metió a la línea debido a que la princesa supuso que Josep se encontraba solo en algún lugar que ella desconocía.
- no me grites Josep, aquí la única que debería estar enojada soy yo, debido a que tú fuiste el que me dejo a la deriva sin un transporte para regresar, sabes cómo ha de estar mi padre de la noticia de que además de no presentarme a su fiesta no llegue al castillo- la rapidez de las palabras de la princesa no dejaban que Josep pudiera pronunciar ninguna palabra, su enojo era más fuerte que el estúpido orgullo de Josep.
- ¿Crees que no lo sé?- hace un pausa y baja su tono, parecía que murmuraba las palabras- todo el reino está hablando de que no pasaste la noche aquí y además Ashly le dijo a tu padre de la caceria de anoche, hay muchas suposiciones de que te capturaron y que ahora mismo te están torturando para sacar la información necesaria, por favor dime en donde estas , ahora mismo voy por ti- su tono se tranquilizó parecía que estaba susurrando las palabras, por un momento la princesa penso en lo que si amigo había dicho "pensé que te estaban torturando" esas palabras le hicieron recordar cada momento de la noche , si así eran las torturas mitologías, entonces podría acostumbrarse a ellas, por un momento se dibujaba una sonrisa en su cara de solo pensarlo de cada momento que no olvidara jamás.
- esa maldita perra- el nombre de Ashly la hace volver en si y dejando sus pensamientos a un lado, claramente la odiaba con toda su alma y su ser, encerio la odiaba, demasiado como para perdonarle lo había hecho, la princesa nunca penso que Ashly le contarían al rey Angat que había salido a cazar durante la noche.
- contrólate Aleixka – Josep sonaba de repente preocupado.
-¡Ash! Es que no la soporto, la odio, esa maldita de Ashly le dijo todo, ahora si mi padre me matara.
- tranquila si le dices un argumento convincente tal vez solo sea un leve castigo.
- eso espero, no soporto estar castigada y menos sus castigos que no son nada ligeros- por supuesto que la princesa no tenía ningún argumento convincente debido a que no se podía imaginar que le podía decir, como si pudiera comentarle "papá no pase la noche en el castillo porque anoche me fui a cazar y termine con un tipo en la cama", acaso eso sonaba convincente, por supuesto que no y si ella no le daba algo que valiera la pena entonces ahora si estaría severamente castigada solo por no ir a una fiesta del reino humano.
- esperemos que se lo crea- su tono suena de nuevo normal- ¿entonces donde estas?
- estoy- hace una pequeña pausas- ve a buscarme en el bar de anoche, te esperare allí, por favor no te retrases y ve rápido
- está bien...
- que nadie se entere de ello, si te preguntan di que solo vas por provisiones o algo por el estilo ¿entendido?- se queda esperando su respuesta, haciendo que un silencio incomodo se apoderara de la línea telefónica.
-por supuesto, ya pensare en algo.
La llamada se cortó unos segundos después y la princesa de inmediato se dirigió al lado contrario del lugar al que iba, siendo honestos ella no sabía a donde iba antes de la llamada de Josep.
Caminó de vuelta al edificio de Will y volvió a recordar cada sentimiento que había tenido en ese lugar, pero de inmediato quitó eso de su mente y prosigo con su camino, una noche antes afortunadamente se había fijado de todo el camino sin excepciones hasta que había llegado al edificio así que no fue muy difícil para ella regresar de nuevo al bar.
Llegó exactamente en 30 minutos caminando para eso de las 8:35 o 8:40. Espero por unos 20 minutos más y cuando volví a asomarse por la calle pudo apreciar un carro que venía a toda velocidad, cuando estuvo lo suficientemente cerca me pude dar cuenta que era de Josep el carro, no paro ni un segundo hasta que dio un fuerte frenón delante de ella para después proseguir a bajar la ventanilla del copiloto.