"Todos los seres mitológicos son unas sanguijuelas"
Aleixka Writer Howard
La princesa regresaba a su habitación, para descansar después de una noche gloriosa de cacería, esto después de dejar su informe con el rey.
Esa misma noche se aproxima una fiesta en honor a todos esos seres que han capturado y matado a lo largo de otro triunfuso año combatiendo con ellos.
Antes de llegar a su habitación para descansar un poco recuerda que tiene un asunto pendiente y se dispone a cambiar de dirección, para ir a las celdas de los prisioneros que tenían en la parte más recóndita y asegurada del castillo, esto soló es por precaución por si algun día los atacaban los seres mitológicos, estos no pudieran sacar a los suyos de las celdas y hacerse más fuertes en cuestión de ejército, pero eso nunca había pasado en todo el tiempo que llevaba como jefa militar , así que no le preocupaba demasiado ese asunto, mejor se puso a pensar en lo lindo que sería sacar esa información que tanto necesitaba.
Con su armadura aún puesta y toda delineada como su padre le había dicho anteriormente se dispuso a ir a sacar lo que necesitaba. Bajo aproximadamente 4 pisos para llegar a las celdas y es allí en donde los gritos de dolor, odio y desesperación empiezan a sonar como una bella melodía para todos los oídos humanos.
Se dispuso a ir a la celda VIP o mejor conocida como "celda de alta seguridad", aunque los soldados y ella le preferían decir VIP simplemente por el hecho de que allí solo entraban a torturar los mejores del ejército.
Antes de llegar se empezo a escuchar la bella melodía de la súplica y las maldiciones que decía su próximo juguete de torturas, en cuanto tocó la puerta un joven guardia que apenas se incorporaba al ejército real la abrió con una sonrisa en su cara.
-¿Qué tenemos aquí? - la sonrisa de la princesa al entrar a la celda se reflejaba a millones de kilómetros, igual que su entusiasmo por conocer al nuevo juguete.
-Una bazofia Aleixka - Josep un joven de unos 23 años de edad con rasgos finos, cabello desordenado y sangre por toda su armadura se digna a decir mientras se quita la sangre fresca de sus nudillos, este además de ser su fiel soldado, era su mejor amigo.
-¿por qué? -Aleixka se acerco al prisionero que con tantos golpes no reconocía quien era, pero eso es algo que no le tomo importancia debido a que de todas formas acabaria muerto- ¿acaso no quiere cooperar?- sonrió nuevamente mostrando su dentadura
- se ha negado a hablar acerca de los planes de su futuro rey -Josep contesta con una mueca en su cara mientras se sentaba en una silla que tenía cerca
-¿Futuro rey? - la princesa hace una pausa seguida de una cara de indignación.
Ella no sabía que el mundo de los seres mitológicos tuviera un futuro rey o por lo menos que ya le tocara llegar al trono a ese bastardo, se supone que eso solo pasa cuando el sucesor cumple 1,000 años y que para ello se celebra con una gran fiesta, pero nunca penso que ese "futuro rey" llegara al trono.
-si como lo escuchas - contesta Josep
-muy bien-contesta dulcemente, aún que todavía no comprendía por que Josep estaba más enterado de esas cosas que ella, no le dio la importancia necesaria y continuó con su interrogatorio- mira estúpida sanguijuela retorcida, esta podría ser tu última noche, así que tú decides si la quieres pasar bien o en cambio quieres que te saque la información por cada parte de tu cuerpo.-se acerco al susodicho tomándolo de la silla.
-Nunca te diré nada- el tipo se digna a hablar pero posterior a eso escupe un poco de sangre tratando de darle en la cara la princesa provocando a su vez que está se ría burlonamente combinada con un toque de sarcasmo
- ¿con qué no quieres decir nada? - hace una pausa- está bien -se separo de él y sonrie.
Posteriormente se dirijo a la mesa de tortura o como ella preferia llamarla "la pequeña regalos y sorpresas", porque no sabes que sorpresa o que regalo te podría dar si ocupas alguna de sus herramientas.
-¿Qué piensas hacer?- Josep dice mientras se para de su silla para saber que tiene preparado para la sanguijuela.
-algo muy lindo-toma de la pequeña regalos y sorpresas un pequeño liquido de color verde y de inmediato se dirige hacia el ser que todavía no sabe qué sea o como se llame- muy bien querido, ahora dime todo lo que sepas o tus pequeñas piernas sufrirán - el tono con el que interroga siempre era apasionante para todo el mundo por su forma de ser tierna pero demoníaca a la vez.
-nunca te diré nada maldita zorra - la sanguijuela grita lo último, la molestia de la princesa se podia notar a simple vista provocando que ante esto deje caer una gota del líquido, lo cual de inmediato hace que el ser grite de dolor.
- ahora mismo me dirás todo- dice mientras le regresa el grito de una forma desafiante
-jamás-su soberbia y su tono de contestación no lo llevarían a nada bueno y menos hoy que la princesa se encontraba suficientemente cansada como para pelear con esa cosa.
-muy bien, entonces suplica por tu vida maldito- deja caer el líquido en sus piernas haciendo que grite y suplique por el dolor.
-muy, muy bien te diré todo, pero por favor ya déjame en paz, ya..., eso duele demasiado, por favor te diré lo que quieras - en su rostro solo podía ver las lágrimas saliendo de sus ojos inflamados y en su boca se apreciaban las muecas de dolor, provocando que la chica riese falsamente
- ya ves que no es tan difícil, ¿a ver cuéntame?
- muy bien- hace una pequeña pausa- no se los planes del príncipe, no trabajo en el castillo, pero...
-¿pero qué?-voltea a ver a Josep - pásame el 3312 de la mesa -
-no por favor, ya no - el joven ser suplicaba por su vida, lo cual, era lo más maravilloso que podía escuchar, por eso le gustaba torturar.