Alerta! Chica Nueva ©

Capítulo 6.

6. Guerra de comida.

 

Cassie

La diversión de Asher no me agrada, últimamente, desde que lo conozco se ríe a mi costa y eso no me agrada.

—¿Por qué? —pregunto, saliendo de mi escondite. Mis brazos se encuentran cruzados y a la espera de una respuesta por parte del chico que tengo delante de mí.

—¡Allí estás! —exclama alguien más; Jerry.

Se acerca con pasos apresurados, pero interpongo a Asher en su camino.

—¡No te acerques! —ordeno.

—Te dije que no podrías escapar de mí. —Sonríe con maldad.

Sus pasos no se detienen y parece no importarle que su amigo este entre medio de ambos. Cuando está lo suficientemente cerca para poder atraparme, hago a un lado al castaño y corro en dirección a nuestra mesa. A pesar de que podría haber corrido en dirección contraria hasta la salida. Me giro con la intención de hacer esto último que debí de haber hecho desde un principio, pero Jerry se encuentra pisándome los talones. Me vuelvo a girar y retomo el camino que iba a tomar a la primera.

Jad y Logan ya no se encuentran sentados en la mesa, ahora están de pie; uno a cada lado de la mesa. Disminuyo la velocidad de mis pies al verlos a ambos, como si estuviesen esperando algo o a alguien. Como si estuviesen sincronizados para hacer exactamente lo mismo y al mismo tiempo abren sus brazos en mi dirección.

«¡Malditos!»

—¡Traidores! —Los señalo a ambos y tomo el camino contrario a ellos y a Jerry—. ¡Se unieron al equipo enemigo! —los acuso.

Jad borra la sonrisa que traía en su rostro.

—Lo siento, Cassie. Ellos me obligan. —Sus disculpas me causan cierta ternura. Debería atraparme y en vez de estar haciendo eso, él se encuentra pendiente en pedirme disculpas. Es muy tierno.

—¡Cassie, ten cuidado! —El grito de Helena me alarma.

A mi derecha, la figura de Alex espera por mí. A mis espaldas, Jerry, y al frente Logan y Jad. Mi opción es a la izquierda, sin embargo, antes de que pueda ir por ese camino Asher aparece en mi campo de visión. Sus brazos me toman por sorpresa cuando rodean mi cuerpo, sin dejarme escapatoria.

—Oh no, no puedo dejar que escapes —susurra en mi oído, erizando mi piel en el proceso.

«¡¿Qué?!»

Lo que me faltaba, el maldito de Asher también se unió al equipo contrario. De todas maneras, no esperaba menos de él.

—Suéltame, Black. —Utilizar su apellido suena extraño.

Niega con su cabeza y acompaña su acción con un sonido de negación con la boca. Intenta que camine en dirección al centro de la cafetería, donde los chicos esperan por nosotros o, mejor dicho, por mí. Pero me niego a hacerlo.

—Cassie, camina —pide.

—No. —Me rehusó a hacerlo, de alguna forma voy a intentar no llegar hasta los sudorosos Alex y Jerry.

—Entonces, tú eliges: caminas por las buenas o por las malas.

—¿Cómo sería caminar por las malas? —inquiero, temiendo a su respuesta.

—Así —responde y mis pies dejan de tocar el suelo cuando me eleva hacia arriba, dejándome aprisionada contra su duro pecho.

—¡Suéltame! —chillo y él niega—. ¡Black!

—¿Por qué me llamas por mi apellido? —pregunta mientras avanzamos. En realidad, él solo avanza.

—Porque estoy enfadada.

Eleva sus cejas y asiente.

—Entonces, ¿me llamarás así cuando te enfades conmigo?

Entrecierro mis ojos en su dirección.

—¿Estás insinuando qué harás ciertas cosas para que me enfade contigo?

—Yo no dije nada de eso. ¿Por qué distorsionas mis palabras?

—Yo no hice nada de eso —contesto.

Asher rueda los ojos por la similitud de mis palabras a las suyas y camina conmigo hasta el centro de la cafetería. No puedo observar a los chicos, pero estoy segura que se encuentran sonriendo victoriosos. Y no solo ellos sonríen de esa manera, los adolescentes de mi alrededor también sonríen al ver que me acerco a los chicos sudorosos.

La cafetería entera se ha convertido en espectadores, como si esto se tratase de un partido de fútbol. Sin embargo, de partido no tiene nada. Hasta las señoras que atienden detrás del mostrador están expectantes a lo que sucederá a continuación conmigo.

«¡Increíble!»

Asher me deposita en el suelo y me obliga a dar media vuelta. Jerry está encima de una mesa de la cafetería con una cuchara en su mano, Logan a su lado, con el mismo utensilio de uno de los gemelos mientras que Jad se encuentra sentado en otra mesa, como si no quisiese que lo relacionarán con ambos chicos. Alex, por su parte, sonríe mientras ignora a Helena, quién parece estar reclamándole por ensuciar su cabello con aderezo.

—Tus últimas palabras —dice Jerry, elevando la cuchara en lo alto. De un salto se baja de la mesa y se posiciona delante de mí.

—Si te atreves a abrazarme, así como estás, atente a las consecuencias.



#4922 en Novela romántica
#1954 en Otros
#498 en Humor

En el texto hay: amor, chicossexys, bromasyvenganzas

Editado: 28.07.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.